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En el XXXVI Congreso Nacional de la FSED se efectúa una mirada interdisciplinar y práctica sobre las mujeres con diabetes

  • Se demanda una perspectiva de género en el estudio y abordaje de la diabetes para superar déficits y sesgos, así como para entender mejor cómo se manifiesta, diagnostica, trata e integra esta condición en la vida de cada mujer
  • Desde la SED se exige que este enfoque se integre en la práctica clínica, brindando una atención equitativa y de calidad
  • Existe un mayor retraso de diagnóstico de la diabetes tipo 2 en las mujeres respecto a los hombres, con una media de 4,5 años de demora desde la aparición de los síntomas
  • Las fluctuaciones hormonales propias de las diferentes etapas vitales de las mujeres (ciclo menstrual, embarazo, climaterio, menopausia) influyen de forma significativa en los niveles de glucosa, y la sensibilidad y resistencia a la insulina 
  • En su doble rol de pacientes y cuidadoras, la mujeres precisan apoyo psicológico, educación diabetológica y una distribución equitativa de responsabilidades

A Coruña, 23 de abril.- Tener diabetes supone una importante carga sanitaria, social, económica, emocional…que, en el caso de las mujeres, resulta diferencial y aún más significativa. Así se pone de relieve en el marco del XXXVI Congreso Nacional de la Fundación de la Sociedad Española de Diabetes (FSED), que se inicia hoy en A Coruña, y donde un curso precongreso efectúa una mirada interdisciplinar y práctica sobre las mujeres con diabetes.

“Cada vez somos más conscientes de la necesidad de la perspectiva de género en nuestra actividad clínica e investigadora, más allá de etapas puntuales de la vida de la mujer como puede ser la gestación”, reclama la Dra. Mª José Picón, vicepresidenta 1ª de la Sociedad Española de Diabetes. Partiendo de esta demanda, y gracias a la iniciativa de un grupo de mujeres profesionales sanitarias (varias de ellas que conviven con diabetes), se creó en 2023 el grupo de trabajo “Mujeres y Diabetes” de la SED. En estos dos años, como informa la especialista de Endocrinología y Nutrición del Hospital Virgen de la Victoria (Málaga), “este grupo de profesionales ha trabajado intensamente y, como fruto, ha organizado un curso precongreso con una gran acogida y que permite empezar a cubrir muchas necesidades insatisfechas”

La mujer con diabetes, ‘un agujero negro’ en la investigación

“Que en un congreso tan relevante como éste se dedique un curso específico a este tema, supone avanzar hacia una mirada más empática, individualizada y humana hacia todo lo que implica ser mujer”, asegura María Asensio González, dietista-nutricionista que participa en este curso. En su opinión, “las mujeres con diabetes necesitan sentirse escuchadas, comprendidas y bien acompañadas. Y, para eso, es fundamental que los profesionales sanitarios estemos bien formados”

Entre las demandas efectuadas, destaca el sesgo de género en el estudio y abordaje de la diabetes. Como explica Karla Meneses, coordinadora del grupo de trabajo de ‘Mujeres y Diabetesla perspectiva de género en salud es aquel enfoque que reconoce cómo los factores biológicos, sociales y culturales influyen en la salud de mujeres y hombres de manera diferencial”. Según esta dietista- nutricionista especializada en diabetes, es importante hablar de las mujeres con diabetes no solo en un contexto de embarazo, sino por el hecho de ser mujeres, con sus particularidades biológicas y socioculturales. Esta mirada puede contribuir a mejorar la atención de las personas que viven con esta condición de salud”. De hecho, añade, “es urgente promover la perspectiva de género en la salud y, concretamente, en la atención de las mujeres que viven con diabetes”.

“En el ámbito médico todavía persisten ciertos sesgos que pueden impactar negativamente en las mujeres”, admite la psicóloga experta en diabetes Iratxe Vilariño. En concreto, este problema se advierte claramente en la investigación. Tradicionalmente, los estudios médicos han priorizado a los hombres como sujetos de investigación, dejando a las mujeres subrepresentadas“Esto resulta en una falta de comprensión de las diferencias biológicas y hormonales que afectan el manejo y la progresión de la diabetes en mujeres”, afirma Iratxe Vilariño, quien pone como ejemplo la diabetes gestacional y los efectos de las fluctuaciones hormonales en mujeres con diabetes tipo 1 o tipo 2, “que a menudo reciben menos atención científica”. Por ello, considera crucial promover la equidad en la investigación médica y garantizar que las necesidades específicas de las mujeres sean reconocidas y atendidas”.

En este sentido, Karla Meneses propone “realizar investigaciones que avalen la literatura científica que indica que las mujeres viven la diabetes de forma distinta que los hombres debido a aspectos biológicos propios de su sexo y aspectos socioculturales ligados a cómo se construye un género”. En concreto, como principales brechas a restañar, desde el grupo de trabajo de ‘Mujeres y Diabetes’ de la SED se reclama investigar diversos ámbitos, como: la inclusión igualitaria de mujeres y hombres en las muestras de estudio, el lenguaje sexista empleado en la comunicación científica, cómo se aborda desde la clínica aspectos de la vida de las mujeres a nivel biológico y también social (el ciclo menstrual, el climaterio o el embarazo, la sexualidad, la orientación sexual, la percepción que tienen de su imagen corporal, de la maternidad), o el cuidado de los demás y del suyo. 

Además, a los profesionales de la salud se les pide elaborar guías y materiales divulgativos para la educación terapéutica en mujeres que viven con diabetes empleando la perspectiva de género, así como brindar recomendaciones con perspectiva de género para integrar en los programas estructurados de educación terapéutica dirigidos a mujeres con diabetes. Pero, como apunta la coordinadora del grupo, la perspectiva de género no está sola y se presenta cruzada con otras, como el origen, la etnia, el idioma, la clase social, el color de la piel o la orientación sexual. Es importante que se tenga en cuenta esta mirada interseccional para evitar estereotipos y generalizaciones”.

Mujer: paciente y cuidadora

Pero, además, el papel de la mujer en la diabetes es fundamental, tanto como paciente como por su rol habitual de cuidadora, lo que está marcado por desafíos únicos. “Culturalmente, las mujeres suelen asumir el rol de cuidadoras en la familia, lo que puede generar una carga invisible de responsabilidad. Esto incluye gestionar la dieta, las medicaciones y el bienestar emocional de los familiares con diabetes”, apunta Iratxe Vilariño. Por otra parte, según añade esta especialista en diabetes y psicoterapia familiar, “como paciente, esta sobrecarga puede llevar a descuidar su propio autocuidado, lo que incrementa el estrés y puede afectar negativamente a su salud; además, muchas mujeres enfrentan sentimientos de culpa y presión interna al priorizar las necesidades de otros sobre las propias”. Como señala esta experta, ambos roles (de paciente y cuidadora) “destacan la necesidad de apoyo psicológico, educación diabetológica y una distribución equitativa de responsabilidades.

Un enfoque clave es empoderar a las mujeres para priorizar su bienestar y autocuidado, desafiando los patrones que las colocan en un rol secundario dentro del sistema familiar. “Como terapeuta familiar, ayudo a las familias a ver la enfermedad no solo como un desafío individual, sino como una experiencia compartida en la que cada miembro tiene un papel significativo. Esto fomenta un sentido de unidad y colaboración”, detalla Iratxe Vilariño.

Diabetes, ‘cuestión de hormonas’

Un aspecto puntual sobre el que se pone el foco en este Congreso es en la vinculación de la diabetes y las hormonas femeninas. Y es que, como subraya María Asensio, “es una relación muy estrecha y compleja”Las fluctuaciones hormonales propias de las diferentes etapas vitales de las mujeres (como el ciclo menstrual, embarazo, climaterio , menopausia,…) influyen de forma significativa en los niveles de glucosa, en la sensibilidad y resistencia a la insulina y, en consecuencia, en su bienestar en general.  

La relación entre menstruación y diabetes no se limita solo al momento del sangrado, sino que abarca todo el ciclo menstrual.  “El momento más complicado de gestión a nivel glucémico para una mujer con diabetes son los días previos a la menstruación (fase premenstrual)”, afirma María Asensio. Durante esta fase, la resistencia a la insulina se incrementa. Muchas mujeres experimentan que, a pesar de la insulina, sus niveles de glucosa no bajan.  Este periodo requiere ajustes individualizados tanto en el tratamiento insulínico (siempre bajo la supervisión del equipo médico) como en la alimentación, aportando alimentos de gestión más sencilla: priorizando alimentos grasos o proteínas e hidratos de carbono complejos. En periodo de menstruación, la resistencia a la insulina disminuye y aparece una sensibilidad aumentada a la insulina; por lo tanto, se volverán a hacer cambios (junto con el equipo médico) en el tratamiento y también en la nutrición (incluir más hidratos de carbono, preferiblemente integrales).

El climaterio y la menopausia inducen cambios tanto a nivel físico como emocional en la mujer con diabetes. La disminución de estrógenos propia de esta etapa tiende a aumentar la resistencia a la insulina, favorece la acumulación de grasa abdominal y supone una dificultad en el control glucémico”, indica María Asensio, quien añade que “las alteraciones del sueño y los cambios en el estado de ánimo influyen también en las glucemias y en el bienestar general de la mujer”. A nivel nutricional, en esta etapa es importante una alimentación nutritiva y que aporte nutrientes esenciales: calcio y vitamina D (bebidas vegetales enriquecidas, lácteos, almendras..), magnesio (legumbres, semillas..), omega 3 (pescados azules, nueces, semillas de chía y sésamo), fibra procedente de frutas, verduras y legumbres. Pero todo ello guardando una buena relación con la comida (que no existan alimentos prohibidos, reconocer hambre y saciedad, evitar dietas restrictivas y practicar la alimentación consciente). 

“El equilibrio entre lo nutricional y lo emocional es clave para que la mujer con diabetes pueda experimentar un bienestar en general en esta etapa”, destaca la dietista María Asensio, quien recuerda que “la alimentación puede adaptarse, pero sin caer en la autoexigencia ni en restricciones innecesarias: comer bien también es cuidar la relación con la comida”.

Como recomendación, Karla Meneses señala que “no sólo es importante saber qué ocurre a lo largo del ciclo menstrual, el climaterio o la menopausia, sino que es fundamental que las y los profesionales hablemos de estos temas en la consulta, que nos alejemos de los tabúes que existen alrededor de éstos y brindemos atención de calidad, sin esperar a que las mujeres pregunten, pues es posible que nunca lo hagan”.

Sexo y género: no es lo mismo

Un error habitual es emplear como sinónimos la palabra sexo y género. Mientras que el sexo (mujer-hombre) es un constructo biológico, el género es la construcción social basada en el sexo y responde a las características atribuidas a las mujeres y hombres, a las relaciones que se establecen entre ellas y ellos y al sistema social que las comprende. “Son términos distintos y no intercambiables, a menudo confundidos”, aclara Meneses. 

Se debe tener en cuenta el género fundamentalmente cuando se intentan comprender las diferencias y semejanzas entre mujeres y hombres en todos los aspectos y ámbitos de sus vidas, como es el caso de la salud, especialmente, si estas diferencias afectan a la población creando desigualdades [1]. La identificación de sesgos de género es una de las estrategias para incorporar esta perspectiva y el análisis de género en la atención sanitaria, en la educación médica y en la investigación [2]. “Y podemos aplicar esto en el ámbito de la diabetes: desde cómo se manifiesta en las mujeres y se diagnostica, hasta como se integra a la vida de cada mujer”, explica la coordinadora del grupo de trabajo de ‘Mujeres y Diabetes” de la SED.

            Para muestra, unos datos

            Existe una creciente evidencia científica que pone de relieve la importancia de considerar de manera especial a la mujer con diabetes. Algunos datos lo reflejan:

  • Las mujeres tienen un riesgo diferencial de desarrollar diabetes, y un retraso diagnóstico promedio de 4.5 años en diabetes tipo 2 (DM2) en comparación con los hombres [3,4,5].
  • Hay mayor prevalencia de DM2 no diagnosticada en mujeres a partir de los 60 años y total a partir de los 70 años [4].
  • Existen diferencias fisiológicas, sociales y culturales a lo largo del ciclo vital de las mujeres con diabetes con relación a los hombres.
  • Ser mujer y tener diabetes son factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares, enfermedades genitourinarias, depresión y ansiedad, depresión y ansiedad y trastornos del sueño y/o de la conducta alimentaria [6,7].

Referencias bibliográficas

[1] World Health Organization. (2018). The health and well-being of men in the WHO European Region: better health through a gender approach. World Health Organization. Regional Office for Europe. 

[2] Cantero, M. T. R. (2022). COVID-19 y sesgos de género en la atención sanitaria. Las desigualdades de género que revelan las diferencias por sexo. Informe Salud y Género 2022, 74. 

[3] Valls Llobet (2022: 11-17). Revista In_ Mujeres del Instituto Nacional de las Mujeres. 

[4] Llobet, M., Molina Vega, M., Picón César, M.J. (2023). Diabetes y Mujer. Libro Blanco Salud y Género. Observatorio de Salud y Estudio de Comunicación, 319-334.

[5] Levy, C. J., O'Malley, G., Raghinaru, D., Kudva, Y. C., Laffel, L. M., Pinsker, J. E., ... & iDCL Trial Research Group. (2022). Insulin delivery and glucose variability throughout the menstrual cycle on closed loop control for women with type 1 diabetes. Diabetes Technology & Therapeutics, 24(5), 357-361

[6] Dziewa, M., Bańka, B., Herbet, M., & Piątkowska-Chmiel, I. (2023). Eating disorders and diabetes: facing the dual challenge. Nutrients, 15(18), 3955.

[7] Sartorius, N. (2018). Depression and diabetes. Dialogues in clinical neuroscience, 20(1), 47-52. 

Para más información/confirmación/gestión entrevistas:

Paco Romero. Telf. 639.64.55.70; Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

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