Con la llegada de la primavera, también regresan el polen y las alergias. En España, más de 8 millones de personas se ven afectadas por la alergia al polen, según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
Durante los meses de invierno y primavera, factores como la elevada concentración de polen, las lluvias intensas y los cambios bruscos de temperatura, tienen un impacto directo en la salud de una parte importante de la población. En este contexto, los espacios exteriores como terrazas o porches son especialmente vulnerables a la acumulación de polen y otros residuos en suspensión.
Este fenómeno cobra aún más relevancia si se tiene en cuenta que cerca del 30% de los ciudadanos que viven en pisos demandan viviendas con terraza, tal como recoge el último Observatorio UCI sobre Vivienda. Desde Lumon, empresa líder en soluciones de acristalamiento, destacan la importancia de proteger estos espacios con sistemas que permitan su uso durante todo el año, sin que supongan un riesgo para la salud.
El acristalamiento de terrazas no solo actúa como barrera frente al polen, sino que permite mantener el espacio cerrado en épocas de alta polinización, reduciendo así los síntomas alérgicos. “Gracias al sistema de acristalamiento Lumon, mi hijo y yo —ambos alérgicos— podemos disfrutar de nuestra terraza acristalada todo el día, aprovechando un espacio más”, afirma Rafa, médico y cliente de Lumon.
Más allá de su función como barrera contra los alérgenos, la compañía destaca que estos espacios acristalados pueden convertirse en aliados clave para la salud visual al permitir a las personas disfrutar de sus espacios privados al aire libre durante más tiempo. La exposición a la luz natural, que el acristalamiento nos permite aprovechar al máximo, es un factor fundamental en la prevención de la miopía, especialmente a una edad temprana. La luz solar estimula la producción de dopamina en la retina, lo que ayuda a regular el crecimiento del globo ocular y reduce el riesgo de desarrollar esta afección.
Diversos estudios respaldan esta afirmación, como el elaborado por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, donde aseguran que, pasar más tiempo al aire libre, puede reducir hasta en un 50% las probabilidades de padecer miopía. De hecho, durante el confinamiento por la COVID-19, se registró un aumento notable de casos, atribuible a la menor exposición solar y al incremento del uso de pantallas. En España, el 19% de los niños entre cinco y siete años ya presenta miopía, y se estima que esta cifra podría alcanzar el 30,2% en 2030.
A todo ello se suma un cambio en el estilo de vida motivado por el auge del teletrabajo, que ha llevado a muchas personas a pasar más horas en casa. Según el Informe Teletrabajo 2024 del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad, esta modalidad laboral ha crecido del 13,2% en el primer trimestre de 2023, al 14,4% en el mismo periodo de 2024.
En este nuevo escenario, disponer de espacios exteriores bien acondicionados se vuelve aún más necesario. “Acristalar es proteger. No solo ofrecemos sistemas de cierre, también desarrollamos galerías bioclimáticas que regulan temperatura, luz, humedad, lluvia y movimiento del aire. Todos estos elementos influyen directamente en la salud”, señala Javier Martínez, vicepresidente ejecutivo del grupo Lumon.
Otro de los aspectos que afecta significativamente al bienestar de la población es el estrés. España se encuentra entre los países europeos con mayores niveles de trastornos del estado de ánimo: el 17% de los ciudadanos sufre depresión, y un 16% padece ansiedad, fobias u otros trastornos relacionados con el estrés, según datos del Grupo AXA. La luz natural, facilitada por el acristalamiento puede ser una herramienta eficaz para mejorar el estado de ánimo y combatir estos efectos. “Nuestras soluciones permiten aprovechar al máximo la entrada de luz natural durante todo el año. Gracias a ello, muchas personas logran desconectar del estrés diario y ganar calidad de vida”, añade Martínez.
Además del impacto positivo en la salud física y emocional, el acristalamiento ofrece ventajas funcionales y económicas. Según un informe de AEDAS Homes, la luz natural y los espacios exteriores son los elementos más valorados por los españoles a la hora de elegir una vivienda. Las terrazas acristaladas no solo aportan mayor confort y espacio útil, sino que también protegen el mobiliario frente a agentes externos como la lluvia y el viento, alargan la vida útil de la estructura y reducen las necesidades de mantenimiento hasta en un 50%, con intervalos que pueden ampliarse entre 5 y 10 años.
Estas soluciones también suponen una inversión inteligente, permiten ahorrar energía, incrementan el valor del inmueble y mejoran la estética de los edificios. “Las terrazas acristaladas crean espacios funcionales, aumentan el confort y revalorizan la propiedad. Son ideales para quienes buscan un hogar más eficiente y sostenible”, concluye Ana Almagro, directora de Marketing de Lumon España.