Hace ya un año que la COVID-19 llegó para arrasar con los sistemas sanitarios de todo el mundo. Nadie estaba preparado para una pandemia de estas características, aunque algunos países fueron capaces de manejar la situación mejor que otros. En España, el virus del SARS-CoV-2 ha servido para destapar y poner en evidencia las debilidades de un sistema sanitario que, a pesar de ser modélico, todavía no se había recuperado de los recortes sufridos durante la crisis económica.