Vídeo oficial: https://youtu.be/96h5QwnKcTg
Fotos: https://we.tl/t-t3nkLitmWP
La Jornada se celebró el pasado 3 de septiembre en la sede del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, y fue organizada por el Propio Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, por la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), en colaboración con la Red Europea de Prevención del Tabaquismo (ENSP), el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) y el Instituto Catalán de Oncología (ICO). En ella se abordaron diversos temas relacionados con la reducción de daños ocasionados por el tabaco y otros productos de consumo de nicotina relacionados con el tabaco.
En el encuentro, que estuvo restringido a los profesionales de la información y a socios de ANIS, participaron diversos expertos nacionales e internacionales en tabaquismo que forman parte de organismos e instituciones como: el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, la Red Europea de Prevención del Tabaquismo de Bruselas (ENSP), el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), la Universidad de Cantabria, el Imperial College de Londres, la Universidad de Granada, el Instituto de Investigación Mario Negri de Milán, la Universidad de Zaragoza y el Instituto Catalán de Oncología.
La inauguración oficial se llevó a cabo por la Ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, siendo la presentación de la Jornada a cargo de Graziella Almendral, Presidenta de ANIS y de Pilar Aparicio, Directora General de Salud Pública Calidad e Innovación.
Entre las conclusiones que surgieron de todas las ponencias que tuvieron lugar destacamos las siguientes:
- Javier Ayesta. Profesor de Farmacología y Trastornos Adictivos de la Universidad de Cantabria y director del Máster de Tabaquismo PIUFET
De cara al mantenimiento de su negocio, las empresas tabacaleras están lanzando al mercado una serie de nuevos productos que, en líneas generales, se caracterizan por utilizar sistemas de calentamiento de la nicotina y/o del tabaco.
Aunque es presumible que estos productos presenten una menor toxicidad que los cigarrillos habituales, el grado aproximado de toxicidad no va a poder conocerse en varias décadas. En cualquier caso, está fuera de duda que no son productos inocuos y que son capaces tanto de generar como de mantener la adicción a la nicotina.
Con el fin de proteger a las personas más vulnerables de nuestra sociedad de las estrategias y tácticas de marketing comercial de las tabacaleras, es imprescindible que estos nuevos productos sean sometidos a una regulación estricta, aplicándoseles las mismas medidas de control que se aplican a otros productos de tabaco o a otros productos que contienen nicotina y que no están regulados como medicamentos.
Conviene no perder de vista que las estrategias de reducción de daños que se utilizan en salud pública en relación a los consumos de sustancias adictivas son estrategias que deben ser aplicadas en un marco desnormalizador del consumo y que no tiene sentido dejarlas al arbitrio de intereses comerciales que regulan los mercados.
- Filippos Filippidis. Co-director del Máster de Salud Pública del Imperial College de Londres y miembro del Comité de Tabaquismo de la ERS, Sociedad Europea de Patología Respiratoria
“Los pulmones humanos están creados para respirar aire limpio, no para "reducir los niveles de toxinas y carcinógenos" y el cuerpo humano no está destinado a ser dependiente de una droga adictiva. La Sociedad Respiratoria Europea (ERS) no puede recomendar ningún producto perjudicial para los pulmones y la salud humana. Por lo tanto, ERS apoya firmemente la implementación del Convenio Marco para el control del tabaco (CMCT) de la OMS, y no puede recomendar el uso de los cigarrillos electrónicos como herramienta para la reducción de los daños causados por el tabaco como estrategia poblacional de salud pública.
- Juan Miguel Rey. Psicólogo, profesor de Comercialización e Investigación de Mercados, Universidad de Granada
“La industria de la nicotina y el tabaco, con años de experiencias de éxito en el marketing de sus productos a la población, parece estar de vuelta utilizando la comunicación de marketing para posicionar sus productos a diferentes grupos de consumidores, usando temas recurrentes como el glamour, la libertad, aparte de temas como cambiar el cigarrillo por los nuevos productos o la cuestión de la salud”.
- Silvano Gallus. Director del laboratorio de Epidemiología de los Estilos de Vida, Instituto de Investigación Mario Negri, Milán
Durante su ponencia nos mostró que en Italia una alta proporción de adultos que utilizan Productos de Tabaco por Calentamiento (PTC) -más del 30%- o están interesados en probarlos (43%) no eran fumadores o eran ex fumadores que habían dejado de fumar durante años. En Italia, los HTPs son probablemente una puerta de entrada para fumar cigarrillos convencionales en lugar de una estrategia efectiva de reducción de daños.
- Rodrigo Córdoba. Médico de Atención Primaria, profesor de la Universidad de Zaragoza; expresidente del CNPT
“Hay que diferenciar lo que es una estrategia de reducción de riesgos de lo que es el marketing para reducir la percepción de riesgos. En estos momentos sabemos que los dispositivos electrónicos que liberan nicotina son adictivos y tóxicos a corto plazo. El riesgo cancerígeno o los efectos respiratorios a largo plazo no se conocerán en décadas y debería imperar el principio de precaución. No son productos terapéuticos ni hay evidencia de que ayuden a dejar de fumar por el contrario, retienen al consumidor en su adicción e incrementan su riesgo en el 60-90% de los casos por consumo dual. En el 40% los primeros consumidores no son fumadores."
- Esteve Fernández. Director de Epidemiología y Prevención del Cáncer del ICO, Instituto Catalán de Oncología; expresidente de la Soc. Esp. de Epidemiología
El control del tabaquismo requiere de intervenciones de alto riesgo o individuales y de intervenciones poblacionales, que es la estrategia más efectiva.
Tratar a los fumadores (tratar la adicción a la nicotina) es una intervención individual necesaria pero insuficiente para mitigar el daño causado por el tabaco.
La “reducción de daños” no es en ningún caso una estrategia poblacional ni puede por tanto reemplazar la prevención primaria ni el tratamiento como principal estrategia de control del tabaco a nivel local, nacional o global.