Hace ya un año que la COVID-19 llegó para arrasar con los sistemas sanitarios de todo el mundo. Nadie estaba preparado para una pandemia de estas características, aunque algunos países fueron capaces de manejar la situación mejor que otros. En España, el virus del SARS-CoV-2 ha servido para destapar y poner en evidencia las debilidades de un sistema sanitario que, a pesar de ser modélico, todavía no se había recuperado de los recortes sufridos durante la crisis económica.
Cataluña afrontará el próximo 14 de febrero unas elecciones autonómicas en las que la gestión de la pandemia y la necesidad de tomar medidas para fortalecer el sistema sanitario serán un tema importante de debate. Para conocer de primera mano las opiniones de los principales partidos políticos, la Sociedad de Salud Pública de Cataluña y Baleares organizó un evento online para conocer cuáles han sido las principales lecciones que se han podido extraer después de un año con relación a la salud pública en Cataluña y las principales medidas que estos partidos proponen para mejorarla.
El debate, que estuvo moderado por Marta Arcas, contó con la presencia de Martín Barra, en representación de Ciudadanos, Jordi Fàbrega, de Junts per Catalunya, Joan Guix, de ERC, Assumpta Escarp, del PSC, Miquel Farrés, de En Comú-Podem, Laia Estrada, de la CUP y Santiago Rodríguez, del PPC. Estos son todos los partidos que actualmente cuentan con representación en el Parlament de Catalunya.
Todos ellos coincidieron en señalar que nadie estaba preparado para la situación derivada de la pandemia de la COVID-19 y en cómo esta pandemia ha puesto de relevancia la importancia de la salud pública, que hasta la fecha había sido minusvalorada e infrafinanciada de forma sistemática. También los representantes políticos incidieron en la necesidad de mejorar la conexión de la Agencia de Salud Pública con la Atención Primaria y los Servicios Sociales. Y aunque en líneas generales todos coincidieron en las mismas ideas, existieron algunas diferencias en sus discursos.
Para Ciudadanos, una Salud Pública fuerte es imprescindible
Martín Barra fue muy crítico con la gestión de la pandemia, destacando como esta sacó a la luz todos los problemas derivados de una infrafinanciación crónica, pero señalando también como se obviaron de forma sistemática todos los avisos hasta que la situación estalló. “Aún ahora somos incapaces de saber cuánta gente ha muerto realmente. ¿Se recurrió realmente a un equipo de profesionales? Un año después de empezar todo esto, el Gobierno central se lava las manos y vemos como los autonómicos hacen la guerra por su cuenta”. Barra señaló como resulta deficiente el control de los asintomáticos y las personas que están en cuarentena y como, a pesar del buen comportamiento social de los primeros compases, este se ha traducido en hartazgo ante una situación prolongada en el tiempo. “Y no podemos fiarlo todo a las vacunas. Estamos actuando tarde y el resultado es una sobrecarga de los profesionales. Todavía no estamos en condiciones de superar el siguiente examen al que nos va a someter este virus”.
Para el portavoz de Ciudadanos resulta fundamental la recuperación de la sanidad, que pasa necesariamente por un nuevo plan de Salud Pública en el que se mejore el control epidemiológico. También considera necesario un programa de educación en la salud, promocionar la práctica deportiva desde los centros sanitarios o aumentar el control alimentario y reforzar las medidas para la prevención de enfermedades de transmisión sexual. Otras medidas que plantean desde la formación naranja pasan por una unificación del calendario vacunacional en España, un programa de educación sanitaria sobre vacunas o dotar de la máxima relevancia a la salud pública como una parte fundamental del sistema sanitario.
Junts per Catalunya, dispuestos a liderar el cambio necesario de un nuevo sistema sanitario
Jordi Fàbrega señaló como aquellos países que dedicaron años atrás más esfuerzos en mejorar su atención primaria no sufrieron tanto durante la crisis de la COVID-19 y que, en Cataluña, el sistema modélico que se creía tener solo logró aguantar gracias al esfuerzo y la vocación de sus profesionales. “Tenemos una buena Agencia de Salud Pública pero que no estaba dimensionada para una situación como la que vivimos. Y además hemos visto que no estaba bien conectada con el resto de los actores del sistema de salud. Estas son las dos grandes lecciones que hemos aprendido”.
Para Fàbrega el principal problema, no obstante, no es el modelo sanitario, sino su infrafinanciamiento, y señaló a la imposibilidad de gestionar todos los recursos económicos generados en Cataluña como el principal obstáculo para mejorar esta situación. Así mismo, señaló también la importancia de fomentar la colaboración con la sociedad civil y local. “No hemos involucrado a sectores que están sufriendo, como el cultural o el de la hostelería, que nos habrían podido ayudar en el rastreo y testeo”, explicó Fàbrega, incidiendo a la vez en la necesidad de fortalecer la Atención Primaria y mejorar su relación con la Salud Pública.
ERC apunta a la necesidad de crear una red entre Salud Pública, Atención Primaria y Servicios Sociales
En su turno, Joan Guix empezó destacando que, si algo positivo podía extraerse de toda la crisis, esto ha sido el reconocimiento por primera vez del rol de la salud pública. “Se ha hecho visible y ha demostrado que no puede seguir siendo la hermana pobre. Hay una necesidad de dotarla de estructura y de recursos humanos suficientes tanto en cantidad como en calidad”, explicó Guix, quien también señaló algunas deficiencias como la necesidad de mejorar la coordinación entre Salud Pública, Atención Primaria y Servicios Sociales, la falta de una figura de autoridad sanitaria en la Unión Europea o el exceso de portavoces que acabaron transmitiendo mensajes contradictorios. “Hemos de aprender también la importancia que han adquirido las redes sociales y el papel que han tenido en la infodemia: el exceso de información que ha sido tan perjudicial como la falta”. Guix también criticó la politización de la gestión de la pandemia o el exceso de burocracia en la primera fase, así como la falta de visión globalizada de la salud y de apoyos económicos para los sectores más afectados.
Para Joan Guix resulta de gran importancia reforzar el sistema de salud pública catalán, y eso pasa necesariamente por un mejor financiamiento, contratar a más profesionales e incorporar nuevos roles en el sistema, como pueden ser los sociólogos, los psicólogos o los ingenieros, para construir la salud pública del futuro. También puso el foco en la necesidad de entender la salud como una cuestión global y en la importancia de reforzar la seguridad alimentaria y poner especial atención a la crisis climática.
El PSC apuesta por un sistema público, universal, accesible y de calidad
También Assumpta Escarp coincidió en apuntar que nadie estaba preparado para la situación de pandemia, pero apuntó la necesidad de una mayor humildad a la hora de reconocer los errores. “Tenemos una tradición de salud pública, pero nunca le habíamos dedicado suficientes recursos. Los recortes y la mala gestión de años han dejado al sistema sanitario tocado. Lo que debemos aprender es que nunca más puede volver a haber este nivel de recortes y la necesidad de un sistema sanitario público, universal y accesible”. La representante del PSC además señaló la nula capacidad de liderazgo desde la Agencia de Salud Pública, la falta de corresponsabilidad y una comunicación contradictoria como otros problemas vistos durante la pandemia. “Se ha visto además una debilidad en la vigilancia epidemiológica, falta de conexión con la Atención Primaria y poca cultura de la gestión de las emergencias”, añadió Escarp, para quien la mejor lección de esta pandemia ha sido el papel de los profesionales, destacando el rol de la enfermería y la necesidad de que esta asuma más puestos de liderazgo.
Para la portavoz del PSC también es importante entender que la salud va más allá de la enfermedad. “Hemos de tener una visión integral e integrada de lo que es la salud”, explicó Escarp, para quien es importante reforzar la Agencia de Salud Pública, pero basándose en una red local, que sirva de nexo de conexión con todos los recursos asistenciales y que ha de tener capacidad de liderazgo. También señaló la importancia de reforzar el sistema de vigilancia epidemiológica, disponer de un comité de expertos que sean respetados en sus decisiones y establecer estrategias claras de evaluación que ayuden a saber qué medidas están resultando efectivas.
Potenciar los programas de salud pública, prioritario para En Comú-Podem
Aunque el sentir general de todos los representantes es que la falta de financiación de la sanidad, y en concreto de la Agencia de Salud Pública, había sido una de las principales barreras, no todos los problemas se limitaron a esta falta de dinero. “Han fallado muchas cosas, y algunas de ellas eran de bajo coste”, empezó explicando Miquel Farrés. El representante de En Comú-Podem incidió en que la Atención Primaria se encontraba muy frágil y sobrecargada ya antes de la pandemia y que, ante la falta de material, equipos y coordinación, se ha sobrellevado la situación de la mejor manera posible. “Pero no podemos volver a vivir esto. Hay que reforzar la salud pública, dotándola de un presupuesto decente. Y no solo para futuras pandemias, sino también para otros problemas que habremos de afrontar y que ya estaban presentes, como la contaminación, la salud laboral o la alimentaria”.
Por todo ello, desde En Comú-Podem plantearon en este debate telemático la necesidad de acabar de desplegar la Agencia de Salud Pública y dotarla con el 3% del presupuesto de salud, así como trabajar en disminuir las desigualdades sociales que se traducen en desigualdades en salud e impulsar los planes de barrios, que se han demostrado como herramientas válidas para lograr este objetivo. Así mismo, Miquel Farrés señaló la necesidad de fomentar la salud en todas las políticas de una forma efectiva, haciendo de esta un elemento transversal en las acciones de gobierno.
La CUP considera fundamental reducir las desigualdades sociales
Por su parte, Laia Estrada, de la CUP, coincidió en que no se estaba preparado para afrontar una pandemia de estas características y que esto era consecuencia de los recortes sufridos en sanidad en los últimos años. Destacó la necesidad de tener una Atención Primaria fuerte, ya que esta no deja de ser la puerta de entrada al sistema sanitario. “Hace falta también una política equitativa que tenga en cuenta las desigualdades sociales y económicas. Se ha podido ver que los barrios más pobres o los grandes centros de trabajo donde no se respetan bien las condiciones laborales han sido los que han sufrido más contagios”. Para Estrada también es necesario potenciar una atención comunitaria que funcione realmente en todos los municipios y considera que es inaceptable esconderse tras una supuesta tecnocracia que no es tal, al tiempo que se responsabiliza a la población de las consecuencias de la pandemia. “Hemos de actuar de forma proactiva y no reactiva. En vez de tomar medidas cuando las UCIs están llenas, deberíamos trabajar para haber roto las cadenas de transmisión”.
En su participación, Laia Estrada señaló que es necesario un cambio de modelo sanitario, excluyendo totalmente al sector privado y dejando solo la opción de un sistema público sin ánimo de lucro, que esté centrado en la Atención Primaria y Comunitaria. Así mismo señaló la necesidad de fortalecer a la Agencia de Salud Pública, para lo que considera imprescindible que se la dote de recursos y personal suficientes. También la portavoz de la CUP señaló la necesidad de trabajar la salud desde todas las políticas. “Hemos de anteponer la vida sobre el capital y hemos de ser capaces así mismo de evaluar el impacto real de nuestras políticas en la salud de las personas”.
Recuperar la actividad tras la pandemia y atacar las listas de espera, en las prioridades del PPC
En su intervención, Santiago Rodríguez empezó apuntando que desde hacía años se estaban denunciando las debilidades del sistema sanitario. “Durante seis años de crecimiento económico continuo, aquí en Cataluña durante cuatro años no ha habido presupuestos, lo que ha impedido la recuperación de la sanidad”. El portavoz popular apuntó además que la sanidad pública no puede estar dimensionada para hacer frente a una pandemia como la actual, ya que se trata de unas circunstancias excepcionales. “Pero lo que sí se puede hacer es protocolizar qué actuaciones hay que llevar a cabo si se volviera a producir”, señaló Rodríguez, para quien uno de los principales problemas ha estado en la desconexión absoluta entre el sistema social y el sanitario.
Por último, Santiago Rodríguez también destacó la necesidad de dimensionar y acabar de desplegar de forma adecuada la Agencia de Salud Pública, así como la necesidad de elaborar un nuevo plan de salud pública, ya que el Plan Interdepartamental e Intersectorial de Salud Pública (PINSAP) ha finalizado en 2020, y es preciso evaluar cuáles de sus medidas han tenido éxito y cuáles necesitan reformularse. También señaló como una necesidad de primer orden el refuerzo de la Atención Primaria, prestando especial atención a áreas deficitarias como son la salud mental o la pediatría. “Y esto pasa por mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, para conseguir evitar que estos profesionales acaben escapando del sistema sanitario público”. Así mismo, Rodríguez señaló que es necesario recuperar toda la atención especializada que tuvo que ser pospuesta en su momento por la COVID-19 y así mismo inciden en las listas de espera, que ya eran inasumibles antes de la pandemia.
