El cuidado de la salud de las encías ‘entiende’ de edades, por lo debe ir adaptándose a las diferentes etapas de la vida. Parece lógico y necesario, pero no siempre se actúa en consecuencia y, por eso, en el marco del Congreso de la Periodoncia y la Salud Bucal, organizado por la Fundación SEPA de Periodoncia y la FIPP (Federación IberoPanamericana de Periodoncia), se está insistiendo en esta premisa fundamental para asegurar una óptima salud periodontal a lo largo de toda la vida.
Según se pone de relieve en esta reunión, que congrega a más de 4.000 profesionales de la salud bucodental en Sevilla, existe un cierto desconocimiento o falta de conciencia sobre las necesidades específicas del cuidado bucodental en las diferentes etapas de la vida. Esto puede deberse a diferentes factores, como la falta de información sobre la importancia de la salud periodontal en relación con la salud general. Pero, además, se advierte que “dar recomendaciones generales y comunes para el cuidado periodontal, sin considerar las particularidades de cada etapa de la vida puede ser problemático, ya que las necesidades y los riesgos específicos pueden variar según la edad, el estado de salud y las circunstancias individuales”, como apunta la Dra. Isabel Lanzós, especialista en Odontología y Estomatología y magíster en Periodoncia e Implantes (UCM).
El caso paradigmático de las mujeres
Y es que las necesidades de cuidados periodontales, y de amenazas para la salud de la boca y encías, se modifican extraordinariamente al cabo de los años. Estas variaciones son aún más evidentes y características en el caso de las mujeres. La fisiología femenina posee gran complejidad y determina la sucesión de etapas a lo largo de la vida de la mujer: la infancia, la adolescencia, la edad fértil, el embarazo y la menopausia.
“Cada una de estas etapas presenta sus propias peculiaridades fisiológicas y patológicas, y la salud bucodental también se ve afectada por los diferentes estados”, afirma Isabel Lanzós. Por todo ello, añade, “es importante conocer el fondo hormonal y fisiológico de las pacientes antes de plantear un diagnóstico o un tratamiento odontológico”.
Recomendaciones en el embarazo
La situación resulta especialmente preocupante en caso de embarazo, sobre todo si se tiene en cuenta que en España tan solo el 10–12%de las mujeres embarazadas consultan a su dentista. La principal razón para no hacerlo, como recalca la Dra. Lanzós, “es la falta de educación sanitaria y pensar que recibir esos cuidados puede poner en riesgo la salud del feto”.
El cuidado periodontal en mujeres embarazadas presenta ciertos rasgos diferenciales, debido a los cambios hormonales fisiológicos que se producen en esta etapa. Estas variaciones pueden repercutir en la salud oral y pueden aumentar el riesgo de enfermedad periodontal y/o empeorar condiciones existentes. Entre otros trastornos, se debe tener en cuenta los siguientes:
- Gingivitis de embarazo o gestacional. Inflamación gingival iniciada por la placa bacteriana y exacerbada por el incremento en los niveles de hormonas sexuales esteroideas durante el embarazo. Este cuadro clínico presenta una elevada prevalencia, por lo que requiere especial atención en términos de prevención y tratamiento
- Granuloma del embarazo. Otra de las lesiones que pueden observarse durante la gestación y que se caracteriza por una lesión hiperplásica pedunculada fibrogranulomatosa
- Otro aspecto de interés es el efecto que ejerce el embarazo en mujeres con periodontitis previa. El embarazo en sí mismo no es capaz de causar periodontitis, pero el incremento del estado inflamatorio característico del embarazo puede agravar cuadros clínicos de periodontitis previas
- Durante el embarazo existe un aumento de caries debido a diversos factores: la acidez incrementada en la boca (consecuencia de la hiposalivación y de los reflujos gástricos), el aumento de consumo de alimentos y bebidas azucaradas, y la disminución de las prácticas de higiene oral
Tratamiento periodontal en el embarazo
La salud periodontal debe de formar parte de los cuidados de la gestación. Por eso, y respondiendo a una de las principales dudas (y mitos que aún subsisten), “no sólo es posible tratar la periodontitis durante el embarazo, sino que es muy importante tratar cualquier enfermedad periodontal existente durante el embarazo para mantener la salud oral de la mujer y reducir el riesgo de complicaciones para el feto”, subraya esta experta, quien recuerda que “las pacientes embarazadas con enfermedad periodontal tienen más riesgo de sufrir preclampsia, partos prematuros o bajo peso del feto al nacer”.
El tratamiento periodontal tiene como objetivo erradicar la infección dirigiendo todos los esfuerzos terapéuticos a controlar los factores etiológicos, fundamentalmente la placa bacteriana, y conseguir un medio sano. “Prácticamente todos los procedimientos de higiene y tratamiento dental pueden llevarse a cabo sin problemas en la mujer embarazada, aunque hay excepciones y se deben tener en cuenta algunas precauciones; además, el beneficio del tratamiento periodontal es superior a los mínimos riesgos que conlleva”, explica Isabel Lanzós, asegurando también “el segundo trimestre del embarazo es el periodo más seguro para proporcionar cuidados dentales habituales” y que, en la medida de lo posible, “las citas que deben ser cortas y cómodas para la embarazada”.
Con todo, la principal recomendación pasa por efectuar una preparación de la boca previa a la gestación y, por tanto, es imprescindible realizar una consulta odontológica pregestacional, con la intención de tratar patologías existentes e iniciar el embarazo con salud periodontal. “Es muy importante evitar la enfermedad activa, por lo que la eliminación de cualquier foco de infección debería realizarse antes del propio embarazo; si surgiera durante éste, deberá abordarse con las medidas oportunas en cualquier periodo del embarazo”, aconseja Lanzós. Se deben evitar tratamientos complejos, pero la desinfección inicial para eliminar la inflamación se tiene que realizar. Durante el embarazo y la lactancia existen restricciones en el uso de medicamentos, pero no suele haber contraindicación en el empleo de anestesia si se precisa.
Y no olvidar que cada embarazo es único, por lo que es importante mantener una estrecha relación dentista-paciente para desarrollar un plan de cuidado personalizado que incluya los consejos oportunos, mantener una higiene adecuada, cuidar la dieta,…y que se adapte a las necesidades y circunstancias individuales.
La salud de las encías también es cosa de niños
Y no menos importante es el cuidado de las encías en niños y adolescentes, que “no suelen ser conscientes de los problemas de salud en general y, en particular, de la salud oral,”, opina la Dra. Bettina Alonso, Magíster en Periodoncia y profesora de Periodoncia (UCM), quien apuesta por “iniciar y/o cambiar a tiempo sus hábitos de higiene oral y conseguir buenos hábitos de estilo de vida saludable”.
Sin embargo, se identifican dos problemas: 1) la falta de motivación: el hecho de empezar tan jóvenes implica que tienen muchos años por delante y eso puede hacer que pierdan el interés con el paso del tiempo; 2) para conseguir estos objetivos es necesaria la participación de todo su entorno (padres, educadores, amigos, influencers).
Aunque el proceso de aprendizaje y adopción de hábitos de higiene oral adecuados en niños y adolescentes es distinto (los niños están aprendiendo algo nuevo, mientras que en los adolescentes se deben cambiar hábitos ya establecidos, a veces incorrectos, y la salud oral, no está dentro de sus prioridades), en ambos casos se necesita información, educación y mucha motivación. “Es importante el refuerzo continuo, que conseguimos con las revisiones periódicas para vigilar su evolución clínica, y sobre todo su motivación: tenemos que conseguir que pasen de estar interesados a que sea un hábito al 100% en su día a día”, plantea Bettina Alonso, que está convencida de que en estas etapas iniciales de la vida (niños y adolescentes) “podemos contribuir a crear nuevos hábitos desde el principio, lo que facilitará y será el camino para prevenir problemas mayores con el tiempo”.
En la infancia y adolescencia resulta especialmente frecuente la gingivitis, un estadio previo al desarrollo de periodontitis caracterizado por irritación, enrojecimiento e hinchazón de la parte de las encías que rodea la base de los dientes. Como indica la Dra. Alonso, “en estos casos es necesario conseguir el control del biofilm supragingival por parte del paciente (siguiendo instrucciones de higiene oral) y por parte del profesional (con la profilaxis dental), junto con el control de los factores de riesgo (como el tabaquismo)”.
Encuentros (con el dentista) en la tercera edad
En el caso de los pacientes de edad avanzada, se aconseja no abordarlos de forma homogénea y tener en cuenta que en este grupo de personas se incluyen perfiles muy diferentes. Como llama la atención Lorenzo de Arriba, especialista en Medicina Oral y profesor de Periodoncia y Medicina Oral (Universidad Complutense de Madrid), “hay pacientes con un estado de salud aceptable, que son independientes y que mantienen todas sus capacidades, cuya calidad de vida hace que al tener en cuenta sus necesidades de tratamiento y asistencia odontológica éstas puedan equipararse a las de otros grupos de adultos”. Sin embargo, apostilla, “hay otros pacientes de edad avanzada con ciertas discapacidades, que son dependientes o que presentan patologías sistémicas, que necesitarán adaptar los tratamientos a su situación o incluso involucrar al personal que se ocupa de su cuidado”.
En estos casos particulares, donde el paciente presenta alguna discapacidad, se deben considerar todos los aspectos de la asistencia, desde la adaptación de horarios o las propias consultas hasta el tratamiento odontológico.
En concreto, respecto al tratamiento periodontal, aunque siempre se debe considerar el estado general y las capacidades y habilidades de los pacientes, no existen tratamientos que, en principio, estén contraindicados en personas de edad avanzada. “En muchas ocasiones esta población de edad avanzada tiene periodontitis que, aunque corresponde a estadios avanzados (por la pérdida de inserción), no presenta bolsas periodontales profundas y se considera que la progresión de la enfermedad es lenta, por lo que generalmente se requerirá un tratamiento periodontal básico”, detalla el experto de la UCM.
No obstante, en pacientes de edad avanzada se pueden realizar tratamientos quirúrgicos, tanto resectivos como estéticos, teniendo en cuenta el estado general del paciente. “Aunque presentan recesiones gingivales generalizadas, generalmente no requieren tratamientos quirúrgicos mucogingivales, porque no suelen tener problemas de sensibilidad dental ni de falta de encía adherida”, asegura Lorenzo de Arriba.
Y en pacientes que han perdido dientes (y, por tanto, candidatos a tratamientos rehabilitadores), “se ha demostrado que los tratamientos con implantes osteointegrados, con sus diversas posibilidades, pueden ser una opción que ofrece buenos resultados”.
Como recomendación final, los ponentes participantes en esta sesión del Congreso SEPA+FIPP’23 subrayan “la necesidad de que haya una mayor conciencia y educación sobre la relevancia del cuidado de las encías en todas las etapas de la vida, y que los profesionales de la salud bucodental trabajen para garantizar un enfoque personalizado y adecuado en el cuidado de la salud oral y, de esta forma, prevenir enfermedades dentales y mejorar la calidad la vida en general”.
En definitiva, como concluye Lorenzo de Arriba, “lo realmente importante es tratar de implementar medidas de prevención en todos los pacientes, independientemente de su edad; y cuanto más precoz sea su implantación, mejores resultados se tendrán en edades futuras”. Las medidas de higiene y control de biofilm dental, individualizando los consejos y procedimientos son, sin duda, fundamentales.