BeiGene, compañía global dedicada a la oncología, ha presentado nuevos datos del estudio SEQUOIA de BRUKINSA® (zanubrutinib) en el Congreso Híbrido de la Asociación Europea de Hematología 2024 (EHA2024), celebrado en Madrid entre el 13 y el 16 de junio. La presentación oral incluyó datos del brazo D de SEQUOIA que evalúa zanubrutinib en combinación con venetoclax en pacientes de alto riesgo, y sin tratamiento previo, con leucemia linfocítica crónica (LLC) y/o linfoma linfocítico de células pequeñas (LLCP) con del(17p) y/ o mutación TP53. Los datos preliminares demuestran que, en los 65 pacientes con respuesta evaluable tratados con dicha combinación, la tasa de respuesta global (TRG) fue del 100 %, y la tasa de respuesta completa (RC) más RC con recuperación hematopoyética incompleta (RCi) fue del 48 %. El perfil de seguridad de la combinación es, además, consistente con el de los componentes del tratamiento y no se observaron nuevas señales de seguridad.
"Los pacientes con LLC no tratada con del(17p) o mutaciones del TP53 se enfrentan, a menudo, a un mal pronóstico, incluso cuando hablamos de primera línea, por lo que existe una necesidad crítica de comprender mejor cómo responde esta población de pacientes a los enfoques combinados", afirma Alessandra Tedeschi, consultora y directora del Departamento de Oncología y Hematología del Hospital Metropolitano Niguarda de Milán. "Este brazo del estudio SEQUOIA indica que zanubrutinib en combinación con un inhibidor de BCL2 demuestra una eficacia y tolerabilidad prometedoras para los pacientes con LLC de alto riesgo, lo que proporciona información importante sobre el perfil clínico de esta combinación".
En total, en este brazo del estudio SEQUOIA se incluyeron 66 pacientes con del(17p) y/o mutación TP53 evaluados centralmente. Los pacientes recibieron zanubrutinib 160 mg dos veces al día durante tres meses, seguido de un tratamiento combinado de zanubrutinib en esta misma dosis y venetoclax con un aumento gradual de la dosis a 400 mg una vez al día durante 12 a 24 ciclos hasta que hubiera progresión de la enfermedad, toxicidad inaceptable o enfermedad residual mínima (EMR) no detectable confirmada. En los 65 pacientes cuya respuesta fue evaluable, la TRG fue del 100 %; la tasa de RC+RCi fue del 48% (CR= 46%; CRi=2%). Se logró ERM no detectable en el 59 % de los pacientes en ≥1 muestra de sangre periférica y con una mediana de seguimiento del estudio de 31,6 meses. No se alcanzó la mediana de supervivencia libre de progresión (SLP); las estimaciones de SLP a 12 y 24 meses fueron del 95% y 94%, respectivamente.
“SEQUOIA ha demostrado que zanubrutinib en monoterapia es un tratamiento altamente efectivo para pacientes con leucemia linfocítica crónica (LLC) no tratados previamente, incluyendo aquellos con marcadores de alto riesgo como la deleción del 17p y/o la mutación del TP53. Con uno de los mayores grupos de pacientes de alto riesgo de cualquier estudio publicado hasta la fecha, el brazo D de SEQUOIA demuestra cómo las terapias inhibidoras de BCL2 pueden complementar a zanubrutinib como terapia base para lograr una respuesta clínica profunda incluso en esta población de pacientes,” indica Mehrdad Mobasher, Chief Medical Officer (CMO) de Hematología de BeiGene. “Esperamos evaluar el potencial de una terapia de duración limitada con un seguimiento más prolongado e incorporar estos hallazgos en nuestro programa de desarrollo para nuestro inhibidor de BCL2 de siguiente generación en investigación, sonrotoclax”.
El perfil de seguridad de zanubrutinib en combinación con venetoclax fue consistente con los resultados de los estudios previos de ambos medicamentos, y no se identificaron nuevas señales de seguridad. En total, el 97% de los pacientes experimentaron, al menos, un efecto adverso emergente del tratamiento (TEAE). Los TEAE no hematológicos de todos los grados más comunes fueron infecciones (71%), COVID-19 (55%), diarrea (39%), náuseas (30%) y contusión (29%). Los TEAE no hematológicos de grado ≥3 ocurrieron en el 44% de los pacientes; los más comunes fueron infecciones (15%), diarrea (9%), hipertensión (8%) y segundas neoplasias primarias (8%). La toxicidad hematológica más común en todos los grados y de grado ≥3 fue la neutropenia (22% y 17%, respectivamente). La proporción de pacientes en alto riesgo de síndrome de lisis tumoral (SLT) disminuyó un 91%, pasando del 35% en el screening al 3% después de tres ciclos de zanubrutinib como tratamiento inicial, y no se reportaron casos de SLT.