13 de septiembre, Día Mundial de la Sepsis
Con motivo del Día Mundial de la Sepsis, que se celebra cada 13 de septiembre, los expertos insisten en la importancia de sensibilizar y concienciar a la población sobre esta enfermedad, ya que causa hasta el 20% de las muertes en el mundoi. Además, señalan que esta cifra podría reducirse implementando protocolos en los hospitales para favorecer su detección precoz, tal y como se realiza con otras enfermedades como el ictus o el infarto de miocardio.
En España, se estima que se atienden anualmente alrededor de 1.000 casos de sepsis[i]. Esta patología es una afección grave que se produce cuando el sistema inmunitario responde de manera extrema a una infección, lesionando sus propios tejidos y órganos. Sus síntomas son inespecíficos, lo que conlleva que su diagnóstico se retrase con frecuencia, pudiendo llegar a provocar consecuencias negativas a largo plazo.
En este sentido, los pacientes manifiestan síntomas similares a los de un caso grave de gripe, tales como fatiga y apatía. Además, los profesionales señalan otros síntomas como confusión repentina, respiración rápida y forzada, aumento de la frecuencia cardíaca y disminución de la presión arterial, sensación de frío en la piel y manchas en brazos y piernas. Como consecuencia de ello, el sistema inmunitario se activa de tal manera que actúa contra los propios órganos del paciente, lo que puede generar graves daños corporales e incluso la muerte.
Una detección precoz puede salvar vidas
"Cualquier caso de sepsis precisa de una actuación rápida y ágil. Por ello, es clave que cualquier persona que identifique los síntomas propios de esta enfermedad, acuda a un centro médico para ser evaluado por un especialista. Un aviso precoz puede facilitar el diagnóstico y reducir al mínimo los daños consiguientes”, explica Uriel García, director médico de AOP Health, compañía especializada en la investigación y el desarrollo de terapias para enfermedades raras y cuidados intensivos.
La importancia de detectar la enfermedad rápidamente es fundamental en todos los casos, sea cual sea la edad del paciente. Las personas mayores, muy jóvenes, y aquellas con un sistema inmunitario debilitado como consecuencia de una enfermedad crónica o grave, como el cáncer o la diabetes, presentan mayor riesgo de sepsis. Por lo tanto, la prevención es especialmente importante. Según subraya Uriel García, “evitar infecciones es una de las principales vías de prevención. Por ejemplo, se recomienda aplicar medidas de higiene, como lavarse las manos o desinfectar las heridas, y vacunarse en aquellos casos que sea necesario. Estas medidas pueden reducir el riesgo de desarrollar sepsis”.
Más allá de la sepsis
Cuando los supervivientes de sepsis vuelven a casa, es habitual que se sientan desconcertados y abrumados. Por ello, es importante que familiares y cuidadores pongan especial interés en los déficits de atención, problemas con el equilibrio, trastornos del sueño y fatiga, así como disfunciones orgánicas o amputación de extremidades.
“Después de su estancia en el hospital, es importante brindar atención a los pacientes no sólo médica, sino también psicológica. Además, es recomendable que los familiares busquen ayuda y apoyo para aprender a manejar mejor la situación, si así lo necesitan", añade Uriel García.
Por último, cabe destacar que la detección y el inicio precoz del tratamiento, junto con los programas de ayuda y rehabilitación para supervivientes, podrían ser de gran ayuda para reducir la carga a largo plazo de los efectos de la sepsis en el sistema de salud y la sociedad.
[i] Fundación Ramón Areces; disponible en: https://www.fundacionareces.es/fundacionareces/es/comunicacion/noticias/el-40-de-las-muertes-por-sepsis-se-podria-evitar.html