En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, es fundamental visibilizar el impacto emocional que pueden vivir las personas que realizan tratamientos de fertilidad. La presión social y el sentimiento de culpa pueden hacer que muchas mujeres o parejas tenga ansiedad o estrés por no conseguir el embarazo, especialmente durante la betaespera, un periodo de tiempo que pasa desde que se transfiere el embrión fecundado in vitro (o se realiza la inseminación artificial) hasta la prueba de embarazo en sangre. En estos 10-12 días las mujeres están muy atentas a cualquier síntoma que pueda indicar el éxito en el tratamiento de fertilidad.
Realizar un tratamiento de fertilidad puede generar muchas dudas y preocupaciones. Por ello, contar con información segura y confiable es fundamental para afrontar este proceso con tranquilidad. En este contexto, la Dra. Elena Traverso, ginecóloga de Ginemed Jerez, y Silvina Viñas, psicóloga de Ginemed Sevilla, abordan las inquietudes más comunes de la betaespera. Desde los detalles durante el tratamiento hasta el impacto en el bienestar emocional, ofrecen una orientación precisa y calmada para las personas que viven esta experiencia.
El impacto emocional: manejo del estrés y la ansiedad
Durante la betaespera es común estar especialmente alerta a cualquier síntoma físico que se pueda notar, tanto de forma positiva como negativa. “Dolor pélvico, sensación premenstrual, manchado o incluso sangrado, son síntomas frecuentes en este periodo y ninguno de ellos es indicativo de éxito o fracaso del tratamiento” afirma la doctora Traverso. A nivel emocional, esta etapa es un momento complicado, “por eso es aconsejable que durante la betaespera se oriente también la atención en otros aspectos de su vida cotidiana, que no todo quede enfocado en el resultado de la prueba de embarazo” indica Silvina Viñas, psicóloga de Ginemed.
Aunque actualmente no hay evidencia de que la ansiedad interfiera directamente en la implantación embrionaria, es recomendable que las pacientes mantengan un estado de calma y tranquilidad durante su tratamiento. Pese a que es natural sentir nerviosismo durante la betaespera, “se recomienda a las pacientes buscar apoyo emocional profesional desde que se inicia el tratamiento de fertilidad, practicar actividades que le hagan sentir bien, que podrán ser desde quedar con familiares o amigas del alma, hacer yoga o escuchar música, dependerá de cada mujer” menciona la psicóloga Silvina Viñas.
Recomendaciones para sobrellevar la betaespera
Durante la betaespera es esencial adoptar un enfoque equilibrado para cuidar tanto el cuerpo como la mente. En palabras de la doctora Traverso, “actividades como caminar pueden ser beneficiosas, siempre que se eviten ejercicios intensos que pongan en riesgo el embarazo.”
El bienestar emocional tiene un papel clave durante todo el proceso de reproducción asistida. Cada paciente inicia un camino único, en el que su historia y sus circunstancias particulares determinan la forma en que vive este proyecto personal y familiar. “La clave está en no cargar el proceso con más presión de la necesaria, sino enfocar el sueño de ser madre como un proyecto, un camino en el que el autocuidado es esencial, y en el que debemos apoyarnos en lo que nos haga bien, sin culpabilizarnos, y entendiendo que la tristeza o el desánimo también pueden tener cabida” concluye la psicóloga Viñas.
En cualquier caso y como en cualquier tratamiento médico, debemos seguir estrictamente las indicaciones del ginecólogo/a, especialmente en lo referente a medicaciones, reposos o momentos adecuados para realizar la prueba de embarazo que eviten falsos positivos o negativos.
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