La búsqueda de la excelencia en la atención temprana, conjunta y global son algunas de las principales peculiaridades y retos que caracterizan el manejo conjunto de las espondiloartritis (EspA) y la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) en el País Vasco.
El objetivo de este encuentro organizado por la compañía biofarmacéutica AbbVie es fomentar las sinergias entre las especialidades de reumatología y gastroenterología situando el foco en la importancia del abordaje multidisciplinar de la EII y las EspAs, así como analizar los retos de la región en el manejo conjunto de ambas patologías cuando coexisten en un mismo individuo.
“Se trata de un evento multidisciplinar que reúne a gastroenterólogos y reumatólogos que trabajan en Euskadi, y en otras comunidades autónomas, por y para el paciente. Este evento posibilita el intercambio de conocimiento entre especialistas y pone en valor el abordaje integral de los pacientes con espondiloartritis relacionada con la enfermedad inflamatoria intestinal”, ha matizado Dra. Elena Garmendia, reumatóloga del Hospital de Cruces - Osakidetza durante la reunión.
Co-ocurrencia EspA y EII ¿a qué se debe esta relación?
Tanto las EspA como la EII se engloban dentro de las enfermedades inflamatorias inmunomediadas (IMID de las siglas en inglés, Immune-Mediated Inflammatory Diseases) al ser patologías inflamatorias crónicas originadas por alteraciones del sistema inmunológico.
Tal y como sostiene Dra. Laura Gómez, especialista en aparato digestivo del Hospital de Cruces – Osakidetza, “a pesar de que cada día tenemos más evidencia de la interrelación entre el intestino y las articulaciones, el mecanismo exacto no se conoce”, quien destaca que en el caso de la EII su relación con la EspAs “probablemente sea multifactorial y ligada al papel de la microbiota intestinal u otros mecanismos inmunopatogénicos o genéticos compartidos”.
Un hecho que pone en valor el abordaje multidisciplinar. “Nuestros pacientes merecen una visión holística de su enfermedad, para recibir un diagnóstico temprano, un abordaje terapéutico óptimo de la EspA, de la EII y de las comorbilidades, primando la eficiencia”, afirma la Dra. Garmendia. Así mismo, prosigue que” hay una ventana de oportunidad en estas enfermedades en la que hemos de intervenir para mejorar el pronóstico y evitar la progresión de la enfermedad”. Una percepción compartida por la Dra. Gómez ya que considera que “son fundamentales la cooperación y la comunicación fluida entre gastroenterólogos y reumatólogos en el abordaje y el tratamiento de estos pacientes, ya que esto va a permitir mejorar el diagnóstico, tratamiento y calidad de vida de quienes sufren ambas afecciones. El manejo integral, con un enfoque multidisciplinario, es clave para reducir el impacto de estas enfermedades crónicas en la vida de los pacientes”.
La “Co-ocurrencia”, un término muy vinculado a las enfermedades inflamatorias inmunomediadas, se utiliza para referirse a la presencia de varias IMID en un mismo individuo. De hecho, se estima que 1 de cada 10 pacientes es diagnosticado de dos o más IMID que coexisten[i], lo que complica el manejo de estas enfermedades y provoca un alto grado de morbilidad y discapacidad. En el caso de los pacientes con EII se estima que el 30% de ellos acabará desarrollando EspA. Por su parte, en aquellos pacientes con EspA que conviven también con la EII esta cifra se sitúa entre el 5% al 10%.
“Entre el 5 y el 10% de los pacientes con EspA desarrollan EII y hasta el 60% pueden tener inflamación intestinal subclínica. Paralelamente, el 30% de los pacientes con EII tendrán una EspA asociada.”, señala la Dra. Garmendia.
MEMEs y MEIs
Las espondiloartritis son una familia de enfermedades inflamatorias crónicas diferentes, entre las que se incluyen la espondiloartritis axial y la artritis psoriásica, entre otras. Las espondiloartritis pueden afectar a la columna, la pelvis, las articulaciones periféricas (como rodillas, codos, muñecas o pies) o a las entesis (las zonas donde se unen los ligamentos y tendones a los huesos), pero también a órganos diferentes al sistema locomotor, hecho que se conoce con el nombre de manifestaciones extramusculoesqueléticas (MEMEs)[ii]. La presencia de MEMEs está asociada a una alta actividad de la enfermedad y un mayor deterioro funcional y se estima que el 44% de los pacientes con espondiloartritis axial desarrolla al menos una MEME a lo largo de la enfermedad[iii], siendo las más comunes la uveítis, la enfermedad inflamatoria intestinal y la psoriasis[iv]-[v][vi].
“Un mismo paciente puede sufrir diferentes MEMEs y su presencia condiciona la elección del tratamiento de la espondiloartritis, puesto que no todos los tratamientos actuarían sobre las mismas MEMEs”, explica la Dra. Garmendia. En este sentido, la Dra incide en que “se trata de crear espacios comunes y de reservar tiempo de calidad para el paciente, el gastroenterólogo y el reumatólogo. La investigación, la actualización continua y la comunicación entre profesionales conducen a la superespecialización en beneficio de las personas con EspA asociada a EII”.
Por su parte, la EII es un grupo de enfermedades caracterizadas por inflamación crónica del tubo gastrointestinal entre las que se incluye la enfermedad de Crohn (EC) y la colitis ulcerosa (CU). Diarrea, estreñimiento, dolor o sangrado al defecar, son algunos de los signos que presentan estas patologías, pudiéndose presentar también manifestaciones y complicaciones extraintestinales (MEIs), como las espondiloartritis presentes en el 30% de los pacientes con EII.
En palabras de Dra. Gómez “dada la definición tan extensa existen muchas patologías que se engloban como MEIs, y, aunque pueden afectar a múltiples órganos, entre las más frecuentes se encuentran las manifestaciones reumatológicas, que se agrupan bajo el nombre de EspA”.
Tanto la presencia de MEMEs como de MEIs agudiza aún más la carga de la enfermedad e influye en la calidad de vida del paciente, un hecho que enfatiza la importancia del manejo multidisciplinar pues facilita el diagnóstico precoz, optimiza el manejo de la EspA y la EII, así como de las comorbilidades asociadas y, además, permite optimizar el uso apropiado de los tratamientos.[vii]
“Estudios recientes han puesto de relieve que los pacientes con EII que presentan MEIs, independientemente de la actividad de su enfermedad de base, tienen peor calidad de vida que aquellos sin MEIs. Además, la peor calidad de vida abarca tanto la esfera física como la psicológica”, precisa la Dra. Gómez. Por su parte, la Dra. Garmendia añade que “en pacientes con EspA, la presencia de algunas MEMEs se asocia con una alta actividad de la enfermedad, un mayor deterioro funcional y mayor discapacidad. Además, la inflamación vinculada a la EspA y sus MEMEs condiciona un aumento del riesgo cardiovascular y de la morbimortalidad. Como consecuencia, estas personas sufren un notable impacto emocional, que sin duda influye en las relaciones sociofamiliares y laborales y en la calidad de vida relacionada con la salud.”
[i] Extrapolación de los datos de acuerdo a los resultados del estudio que revelan que la prevalencia de las IMID en España es del 6,4%. IMID: una visión compartida. Proyecto de la Cátedra de Evaluación de Resultados en Salud. Universidad Rey Juan Carlos. 2017
[ii] Gratacós J. ReumatolClin. 2005;1(1):25-31;
[iii] Redeker et al. TherAdv MusculoskelDis. 2020;12:1-15;
[iv] de Winter et al., Arthritis Res Ther. 2016;18(1):196; 2. Cantini et al., J RheumatolSuppl. 2015;93:27-9; 3. Pittamet al., Rheumatology. 2020;59(9):2199-2206
[v] Cantini et al., J RheumatolSuppl. 2015;93:27-9;
[vi] Pittamet al., Rheumatology. 2020;59(9):2199-2206
[vii] Gossec L, et al. Ann RheumDis 2016;75:499–510; CoatesLC, et al. Arth Rheum2016;68:1060–71.