Con motivo del Día Mundial de las Personas con Discapacidad, que se celebra el próximo 3 de diciembre, la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF) destaca la importancia de centrarse en el bienestar emocional de los pacientes que padecen glaucoma, un grupo de patologías oculares que se caracterizan por un daño progresivo del nervio óptico debido a una presión intraocular elevada y en las que el paciente, si no se trata, va perdiendo visión. El glaucoma es la segunda causa de ceguera irreversible en el mundo (según sociedades científicas como la Sociedad Española de Glaucoma) y, ya sea por el diagnóstico reciente o por la evolución de la patología, suele venir acompañado de problemas emocionales como la depresión, la ansiedad o el estrés incidiendo de forma negativa en la enfermedad –aumentando su discapacidad visual– y en la calidad de vida de los pacientes.
El glaucoma es conocido como el “ladrón silencioso de la visión” porque en las primeras fases no presenta síntomas y, por ello, el diagnóstico suele llegar cuando la enfermedad está muy avanzada y ya existe una pérdida de visión periférica o del campo visual que es completamente irrecuperable. A día de hoy no existen muchos estudios que centren su atención en los aspectos psicológicos que acompañan al glaucoma, pero lo cierto es que existe un fuerte impacto anímico para el paciente cuando recibe el diagnóstico porque ve amenazadas tanto su salud como sus capacidades funcionales, es decir, sus actividades cotidianas. Un primer golpe emocional que ya refleja lo necesario que es dispensar una adecuada atención psicológica desde el inicio tal y como señala AGAF.
Con el objetivo de mejorar la calidad de vida y el bienestar psicológico y emocional de los pacientes, la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF) con la colaboración de Angelini Pharma han lanzado un proyecto conjunto para visibilizar el impacto del glaucoma en la salud mental. Para ello, se ha llevado a cabo un estudio que ayuda a comprender en profundidad cómo afecta la enfermedad no solo a la visión, sino también al estado emocional y mental de quienes la padecen. Este análisis busca identificar las necesidades psicológicas de los pacientes, abordando aspectos como la ansiedad, la depresión y la calidad de vida, con el fin de promover estrategias de apoyo que mejoren su bienestar integral.
En el marco de este acuerdo, también se llevarán a cabo acciones de concienciación dirigidas a sensibilizar a la sociedad sobre las implicaciones del glaucoma, promoviendo una mayor comprensión de la enfermedad.
“En el glaucoma es necesario trabajar las emociones desde el minuto uno del diagnóstico, ya que su desarrollo conlleva enfrentarse a microduelos como pueden ser tener que dejar la actividad laboral, pérdida de la independencia, mantener un cuidado constante de la salud visual mediante revisiones y seguir las pautas médicas, etc. Por este motivo, desde AGAF solicitamos una intervención psicológica complementaria al tratamiento médico”, destacó Joaquín Carratalá, presidente de la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF).
Por su parte, Gemma Malla, directora de la Unidad de Oftalmología en Angelini España, ha añadido que “el glaucoma no solo afecta a la visión, impacta directamente en la salud mental de quienes lo padecen, ya que los cambios en la calidad de vida, la dependencia y la discapacidad visual pueden generar trastornos emocionales como ansiedad, depresión o estrés. Desde Angelini Pharma, estamos comprometidos en apoyar iniciativas como la colaboración con AGAF para dar visibilidad al impacto de esta patología y fomentar un enfoque integral que contemple tanto la salud visual como el bienestar emocional. Entender y atender estas necesidades es esencial para mejorar la calidad de vida de las personas que viven con glaucoma y promover su salud mental a largo plazo”.
El efecto de los trastornos afectivos sobre la enfermedad es tan importante que hasta puede llegar a influir en el cumplimiento de las diversas prescripciones médicas. Diversos estudios han demostrado que las personas que sufren depresión tienen una menor adhesión a los tratamientos, concretamente se estima que es tres veces superior en personas deprimidas. Actualmente, en España se calcula que más de un millón de personas padecen glaucoma y tan sólo poco más de la mitad de ellos son conscientes de que lo padecen – aproximadamente un 60%-. El tratamiento conlleva el uso de colirios diarios con el fin de intentar frenar su avance y alcanzar la ceguera total. Lamentablemente, este grupo de enfermedades oculares presenta una baja tasa de personas que realicen un correcto seguimiento a nivel terapéutico o en cuanto a las revisiones y controles médicos necesarios.
Esperanza
El glaucoma no tiene cura y, por eso, las pautas médicas, terapéuticas y de investigación se centran en frenar su evolución ya que supone una pérdida de la visión. Precisamente esa disminución paulatina del campo visual es irrecuperable y suele ser uno de los motivos principales por lo que los pacientes de esta enfermedad suelen presentar un cuadro clínico de ansiedad y depresión.
La Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF) quiere solicitar que el glaucoma se incluya en el grupo de enfermedades neurodegenerativas. Así las investigaciones irían un paso más allá y se encauzarían en la recuperación de las células neuronales perdidas, para así poder avanzar en la futura regeneración de la visión. Psicológicamente también supondría un rayo de esperanza y fuerza para el aproximadamente medio millón de pacientes que actualmente están en tratamiento por esta patología.
“Frenar el avance de la enfermedad ha sido y es la prioridad en la investigación, como es normal. Ahora bien, nosotros también consideramos que es importante que se logre la regeneración neuronal del ojo. No podemos olvidar que estos avances mejorarían la calidad de vida de más de un millón de personas que se calcula que tienen glaucoma en España”, explicó Joaquín Carratalá.
Un nuevo horizonte científico para el que AGAF también pide el apoyo tanto sector público como privado de tal forma que los investigadores tengan acceso a los recursos que necesitan y puedan desarrollar estas investigaciones desde la perspectiva del glaucoma como enfermedad neurodegenerativa.