Para ayudar a corregir estos desequilibrios, SYNLAB ha lanzado el Test Dieta Inflamatoria que ofrece la evaluación de 16 parámetros bioquímicos que pueden dar información relevante sobre un estado inflamatorio silencioso, así como recomendaciones dietéticas específicas y pautas para seguir una dieta antiinflamatoria.
Un test que ya se puede realizar en los más de 60 centros SYNLAB repartidos por todo el país, así como comprar en su e-commerce (https://tiendadesalud.synlab.es )
“Este nuevo “Test Dieta Inflamatoria”, con una sola muestra de sangre, consigue conocer con exactitud 16 parámetros bioquímicos que afectan no solo a la inflamación, sino a nuestra salud metabólica. Nos informa de aquellas conductas alimentarias que nos podrían estar inflamando y que pueden llevarnos a importantes problemas de salud, como un alto consumo de productos ultra procesados ricos en grasas o azúcares y por otro lado, nos informa de la posible falta de alimentos ricos en nutrientes, fibra o grasas saludables. Estamos ante una nueva era en el campo de la medicina de prevención como todo el mundo sabe, y al igual que nos realizamos pruebas médicas para diferentes afecciones, tenemos que saber todo lo que nos perjudica e inflama y beneficia en nuestra alimentación. Muchos de los grandes problemas que padecemos tienen un origen claro en cómo nos alimentamos” señala Irene Santacruz, Doctora en farmacia y nutricionista, responsable del área de nutrición médica de SYNLAB.
El peligro de la inflamación
La inflamación es una respuesta natural del sistema inmunitario para defender el organismo frente a infecciones, lesiones y agentes nocivos. Resulta imprescindible para la defensa del cuerpo o iniciar la reparación del tejido dañado. Sin embargo, existe un tipo de inflamación de bajo grado, crónica y silenciosa, que puede pasar inadvertida durante años, contribuyendo al envejecimiento prematuro y a la aparición de múltiples enfermedades.
Entre ellas, destacan las enfermedades cardiovasculares (hipertensión, aterosclerosis), diabetes tipo 2, obesidad y síndrome metabólico, hígado graso, problemas digestivos, enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, trastornos neurológicos y ciertos tipos de cáncer.
De hecho, según la prestigiosa revista Nature Medicine, más del 50% de las muertes en el mundo están relacionadas con enfermedades inflamatorias.
Factores de riesgo
Entre los factores que contribuyen a la inflamación celular están el exceso de grasa abdominal, el sedentarismo, el estrés, la contaminación, la falta de sueño y una microbiota desequilibrada, entre otros. Sin embargo, según los estudios, el principal riesgo está en una alimentación inadecuada, ya que puede activar genes y hormonas proinflamatorias.
Por otra parte, algunos mediadores del sistema inmunitario, como los eicosanoides (moléculas que regulan la inflamación), se producen a partir de ciertos ácidos grasos que consumimos a través de la dieta.
Entre los hábitos alimentarios que favorecen la inflamación están la ingesta de grasas trans, el consumo excesivo de algunas grasas saturadas y carbohidratos refinados, así como dietas deficitarias en nutrientes antiinflamatorios o desequilibradas en ácidos grasos OMEGA-6 frente a OMEGA-3.
El equilibrio entre OMEGA-6 y OMEGA-3 es fundamental. Incluso llevando una dieta aparentemente saludable, puede haber un déficit de OMEGA-3 o un exceso de OMEGA-6, pues cada persona convierte los ácidos grasos de manera diferente, dependiendo de su genética y ciertos factores metabólicos, pudiendo generar este tipo de inflamación.
Por ejemplo, una persona puede llevar una dieta saludable, pero si no consume suficiente pescado, podría no obtener suficiente OMEGA-3 activo. De igual manera, una persona que consuma muchos huevos, que son ricos en OMEGA-6, podría tener un exceso de este si no es compensado con alimentos ricos en OMEGA-3. Por ello, resulta imprescindible verificar este equilibrio.
El test permite evaluar ácidos grasos dietéticos, nutrientes y marcadores bioquímicos relacionados con la inflamación, identificar posibles desequilibrios y ajustar hábitos nutricionales que mitiguen sus efectos negativos y eviten complicaciones metabólicas a largo plazo.
Qué analiza el Test
A partir de una muestra de sangre, el TEST DIETA INFLAMATORIA evalúa 16 parámetros bioquímicos que pueden tener un mayor impacto en la inflamación y la predisposición a trastornos metabólicos.
Entre ellos destacan:
. Proteína C reactiva ultrasensible (PCR-us): indicador clave de inflamación de bajo grado y riesgo cardiovascular, a menudo potenciado por dietas ricas en grasas saturadas y trans.
. Ácidos grasos en eritrocitos: Su análisis resulta esencial para evaluar la inflamación silenciosa, al actuar como un indicador preciso del equilibrio entre grasas proinflamatorias y antiinflamatorias. Permite reflejar la composición de ácidos grasos en los tejidos y el impacto acumulado de la dieta durante los últimos 3 a 4 meses.
El estudio abarca la determinación de ácidos grasos saturados, trans, monoinsaturados y poliinsaturados omega 6 y omega 3 vinculados con el estado inflamatorio.
Asimismo, el informe incluye el índice Omega 3, que mide la concentración de omega 3 activos de cadena larga, y el cociente Araquidónico/Eicosapentaenoico, que representa el equilibrio entre los dos principales ácidos grasos proinflamatorios y antiinflamatorios. Alteraciones en estos parámetros han sido asociadas, según estudios científicos, con inflamación de bajo grado y un mayor riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas, cardiovasculares, hipertensión, inflamación articular e intestinal, entre otras, así como con un incremento del riesgo de lesiones en deportistas.
El análisis se complementa con la evaluación de otros nutrientes esenciales, como el zinc y la vitamina D, fundamentales para la regulación del estado inflamatorio e inmunológico. Además, incluye parámetros bioquímicos asociados a la dieta, como el ácido úrico y el perfil lipídico y glucémico, que ofrecen información sobre el estado metabólico y la inflamación celular.
A quién se dirige
El nuevo test está indicado para aquellas personas que quieren prevenir enfermedades metabólicas y mejorar su salud, optimizar su rendimiento deportivo, gestionar problemas digestivos, alteraciones del estado de ánimo o déficits cognitivos y adaptar su dieta y estilo de vida tras cambios significativos o altos niveles de estrés. También es muy útil para persona que padezcan enfermedades cardiovasculares, deseen prevenir el envejecimiento o padezcan trastornos de origen inflamatorio.
Para realizar el test solo es necesaria una muestra de sangre. Los resultados se entregan en un informe que incluye información sobre la importancia de evaluar estos marcadores y consejos prácticos nutricionales y de estilo de vida que ayudarán a corregir posibles desajustes que influyan en la salud.