La decimotercera edición del Proyecto Andrógeno ha reunido a más de 400 especialistas en Urología, Oncología Radioterápica, Oncología Médica y Medicina Nuclear para compartir estrategias terapéuticas y de identificación para el abordaje multidisciplinar e integral del paciente con cáncer de próstata
En el encuentro se han abordado retos asistenciales como el tratamiento del cáncer de próstata hormonosensible metastásico (CPHSm) para la optimización de la calidad de vida del paciente
En el cáncer de próstata el correcto diagnóstico en estadios tempranos es fundamental para lograr un mejor pronóstico del paciente, pues permite escoger el tipo de estrategias terapéuticas, ya sea con intención curativa, como la cirugía o la radioterapia, o tratamientos sistémicos con el objetivo de retrasar la progresión de la enfermedad preservando la calidad de vida del paciente. Esta es una de las principales conclusiones de la última edición del Proyecto Andrógeno, organizado por Johnson & Johnson y celebrada en Madrid. Este evento de referencia ha sido, un año más, el punto de encuentro de destacados especialistas en las diferentes especialidades que se ocupan del tratamiento del cáncer de próstata: Oncología, Urología, Oncología Radioterápica y Medicina Nuclear. En el cáncer de próstata, el más frecuente entre los varones españoles -con una estimación de 32.188 nuevos casos en España en 20251-, el diagnóstico precoz es clave para el curso de la enfermedad, ya que, en los primeros estadios, cuando el cáncer está localizado, las posibilidades de supervivencia a los cinco años son de un 96,8% y se mantienen en un 95% a lo largo de los 10-15 años siguientes.
“El cribado y la precisión diagnóstica ayudan a cambiar radicalmente el pronóstico, especialmente en pacientes jóvenes. En cambio, cuando la enfermedad se diagnostica en fases avanzadas, la cirugía o la radioterapia dejan paso a terapias sistémicas, buscando prolongar la supervivencia y preservar la calidad de vida”, ha indicado el doctor Daniel Pérez Fentes, urólogo en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela y coordinador nacional del Grupo Uro-Oncológico (GUO) de la Asociación Española de Urología.
Mejor detección de lesiones significativas
Sobre la detección de la enfermedad, el doctor Pérez Fentes ha señalado el impacto positivo de técnicas como la resonancia magnética multiparamétrica, que “ha mejorado la detección de lesiones clínicamente significativas y optimizado la precisión de las biopsias dirigidas, reduciendo procedimientos innecesarios”.
Asimismo, el especialista ha señalado “el cambio de paradigma que ha supuesto el PET-PSMA*, en la estadificación y detección de recaídas, permitiendo un tratamiento más preciso y personalizado; con esta técnica podemos detectar la enfermedad metastásica en etapas más precoces y ajustar el tratamiento de manera más eficaz”. A esto se unen los avances más recientes en inteligencia artificial en la interpretación de imágenes y el desarrollo de nuevos radiofármacos para PET, “que podrían mejorar aún más la sensibilidad y especificidad en la detección de metástasis”, ha añadido.
La evidencia en la práctica clínica real también ha sido un aspecto clave abordado en las jornadas. Según Pérez Fentes, estos datos “reflejan mejor la heterogeneidad de los pacientes e incluyen aquellos con comorbilidades o características fuera de los criterios de los ensayos clínicos”. El especialista considera que “compartir y analizar estos datos es clave para optimizar la selección de tratamientos, identificar patrones de respuesta y resistencia, y personalizar el abordaje terapéutico”.
Nuevos tratamientos en cáncer de próstata hormonosensible metastásico
Los especialistas han valorado las nuevas estrategias terapéuticas en el abordaje del cáncer de próstata, en concreto del cáncer de próstata hormonosensible metastásico (CPHSm), sobre las que el doctor Alejo Rodríguez-Vida, oncólogo del Hospital del Mar de Barcelona, afirma que, “en los últimos años, el abordaje de esta patología ha cambiado de manera significativa con la incorporación de nuevas estrategias terapéuticas, lo que ha mejorado de forma considerable los resultados de los pacientes en términos de supervivencia global y calidad de vida”.
En concreto, “en la actualidad, el tratamiento para el CPHSm cuenta con la incorporación de los inhibidores del receptor de andrógenos (ARPI) de nueva generación, tras haber demostrado que su uso temprano en la fase hormono-sensible prolonga la supervivencia global y retrasa la progresión de la enfermedad”, ha añadido el doctor Rodríguez-Vida.
El impacto del estilo de vida en el paciente con cáncer de próstata
En estas jornadas también se ha hecho especial hincapié en la importancia de la salud mental, actividad física y de la alimentación saludable en los pacientes con cáncer de próstata ya que mejora la fatiga, la salud ósea, la función cardiovascular y el estado de ánimo.
Como indica el doctor Rodríguez-Vida: “La salud mental y los hábitos saludables están en la base del bienestar del paciente oncológico. Un buen manejo psicológico a través de apoyo terapéutico o grupos de ayuda reduce el estrés y mejora la adherencia a los tratamientos. Además, el ejercicio es clave, especialmente en pacientes que reciben terapia hormonal, ya que ayuda a prevenir osteoporosis, sarcopenia y síndrome metabólico”. Asimismo, añade, “una alimentación equilibrada rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables contribuye a reducir la inflamación y mantener un peso adecuado”.
La investigación y el futuro del cáncer de próstata
En esta edición del Proyecto Andrógeno se han presentado 91 pósteres a concurso, reflejando la vitalidad de la investigación en cáncer de próstata y el esfuerzo constante por optimizar su diagnóstico y manejo terapéutico integral.
En palabras del doctor Rodríguez-Vida, “algunos de los temas más innovadores que han llamado la atención en esta edición incluyen el uso de Inteligencia Artificial en el diagnóstico y seguimiento del cáncer de próstata o las estrategias para mitigar los efectos adversos de la terapia oncológica especialmente en la población oncogeriátrica”.
A través del Proyecto Multidisciplinar Andrógeno, Johnson & Johnson muestra su compromiso con la innovación, su apuesta por un abordaje integral del paciente y la mejora y la formación continua en el tratamiento del cáncer de próstata, con el objetivo de capacitar a todos los profesionales involucrados en el proceso de diagnóstico y tratamiento del cáncer de próstata, avanzando hacia un futuro con más opciones terapéuticas adaptadas a las necesidades de cada paciente y mejores resultados clínicos.