El cambio al horario de verano, que tendrá lugar durante la madrugada del 29 al 30 de marzo, puede alterar los ritmos circadianos. Estos ritmos regulan funciones biológicas clave, incluyendo la producción de hormonas relacionadas con la fertilidad. Ante un escenario donde casi la mitad de la población adulta española no tiene un sueño de calidad, dormir bien y suficiente juega un papel protagonista para evitar los efectos negativos que la ausencia de descanso puede tener sobre la salud, y en especial, sobre la salud reproductiva.
Mientras dormimos, el cuerpo se encarga de producir hormonas como la melatonina o las llamadas LH (hormona luteinizante) y FSH (hormona foliculoestimulante), las cuales se relacionan con la fertilidad. “Una mala higiene del sueño puede afectar negativamente a la fertilidad. En las mujeres, la falta de sueño puede alterar nuestro ciclo hormonal, y en los hombres, puede disminuir la testosterona, lo que impacta en la producción de espermatozoides y termina por dificultar la concepción”, explica la Dra. Mª José Bravo Zurita, responsable de la clínica de reproducción asistida Ginemed Málaga.
Apnea del sueño o insomnio crónico, un obstáculo para la fertilidad
Patologías como el insomnio crónico interfieren con los niveles de melatonina, una hormona que tiene efectos directos sobre la salud reproductiva de las mujeres, pues puede alterar la regulación del ciclo menstrual. Asimismo, un sueño inadecuado puede alterar la liberación de hormonas como la GnRH (hormona liberadora de gonadotropina) y, por tanto, la ovulación. “La falta de sueño puede dar lugar a estrés crónico, interfiriendo por tanto con la función reproductiva, debido a que aumentan los niveles de cortisol”, comenta la doctora. Una forma de regular el ciclo ovárico que los expertos recomiendan a las pacientes de insomnio crónico son los preparados con melatonina.
En el caso de los hombres, una mala calidad del sueño puede afectar negativamente a la producción de esperma y a la motilidad de los espermatozoides, ya que interfiere con los niveles de testosterona y otras hormonas esenciales para la producción de estos. “La apnea del sueño, un trastorno más frecuente en los hombres que en las mujeres, puede generar episodios de hipoxia (falta de oxígeno) durante la noche, lo que puede aumentar el estrés oxidativo en el cuerpo, afectando la calidad del esperma, y aumentando la fragmentación del ADN espermático, lo que afecta negativamente la fertilidad”, señala la especialista.
Cuidar los hábitos de sueño protege la fertilidad
Está demostrado que las personas con buenos hábitos de sueño tienen mayores tasas de éxito en tratamientos de fertilidad. Los trastornos del sueño pueden afectar la respuesta a la estimulación ovárica en mujeres y la calidad del esperma en hombres, lo que reduce las posibilidades de éxito en tratamientos como la Fecundación In Vitro (FIV). “Por este motivo, es recomendable la evaluación de los hábitos de sueño cuando se inicia un ciclo de FIV, ya que la calidad del descanso puede influir en los resultados de los tratamientos de fertilidad. Evidentemente todo suma, por lo que revisar los estilos de vida, como la alimentación o la actividad física, sería algo positivo para nuestros tratamientos”, desarrolla la Dra. Mª José Bravo Zurita.
Para las parejas que intentan concebir, especialmente aquellas que se someten a tratamientos de fertilidad, es muy importante mantener una rutina de sueño constante y crear un ambiente relajante para lograr fácilmente el descanso. Para ello, es conveniente establecer una serie de pautas y vigilar el consumo de cafeína y alcohol, así como no excederse en el uso de pantallas antes de dormir. “Para abordar de manera integral los problemas de fertilidad desde la medicina reproductiva, en Ginemed planteamos un abordaje holístico del paciente. El apoyo emocional y la educación sobre la higiene del sueño también son factores clave que podrían mejorar los resultados en parejas con problemas reproductivos”, concluye la doctora.