Entre los procedimientos de esta cirugía encontramos la abierta o la cerrada. Ambas tienen el mismo fin, pero son totalmente diferentes en cuanto a especificaciones, así como también difieren a la hora del postoperatorio y al acabado final.
La invasiva se realiza a “cielo abierto”, así se le denomina a la incisión que se hace en el rostro, por encima del labio superior, precisamente en la columela, ésta es la división entre ambas fosas.
Recuperación de la cirugía de nariz abierta
Luego de separar la piel del resto del rostro el cirujano tiene acceso a todo el interior de la nariz, de hecho obtiene una perspectiva más amplia debido a la exposición de todos los tejidos.
A través de esta abertura el especialista usa implementos, tales como lijas, sierras, martillos, cinceles, todos estos especiales para dichas operaciones. Con estos materiales, cual escultor de la época renacentista, el médico podrá esculpir la nariz a la forma deseada.
Cabe destacar que la rinoplastia abierta es el procedimiento que se realiza cuando se evidencia, por parte del especialista.
Los resultados de la rinoplastia deseados no podrán definirse a través de la cirugía cerrada o no invasiva. Esto pasa a menudo cuando hay deformaciones que el doctor no puede atacar con facilidad, o accidentes de grado mayor, también se utiliza cuando algún procedimiento cerrado tiene complicaciones o cuando se deben realizar implantes.
Al finalizar la operación, el especialista deberá hacer uso de sus técnicas avanzadas para ocultar la única cicatriz que queda luego de la intervención, precisamente entre la nariz y el labio superior, esta cicatriz es la única diferencia visual entre la cirugía cerrada y la abierta.
El doctor siempre recomendará el mejor procedimiento, no sólo desde el punto de vista estético, sino además desde punto de vista clínico.
Cicatriz por la operación
No vale de nada realizar una intervención cerrada para hacer de nuestra nariz más hermosa, cuando el caso de un paciente presente un diagnóstico de mayores problemas, solo serán resueltos mediante una operación de nariz abierta.
Como por ejemplo problemas respiratorios, desviación del tabique nasal o en algunos casos, accidentes que causan deformidades.
POSTOPERATORIO
Una de las principales ventajas de realizarse una cirugía abierta es que el cirujano puede tener mejor campo visual del trabajo que realice, además las imperfecciones serán mejor atendidas.
El proceso será correctivo tanto estético como clínico puesto a que el alcance que tiene la cirugía es mucho más amplio y laborioso que la cerrada.
Las desventajas, causadas en ambos procesos, tanto el abierto como el cerrado, son principalmente en el uso de los anestésicos, normalmente se recomienda el uso de anestesia general, aunque en el proceso cerrado es opcional, dependiendo siempre del diagnóstico.
Pero la rinoplastia abierta se caracteriza por ser invasiva, por ende el postoperatorio es de mayor cuidado, en algunos casos hay sangrados constantes y hematomas faciales y este procedimiento deja una cicatriz visible.
Pocos son los casos en los que el paciente amerita una prótesis y el cuerpo la rechaza, pero esta es otra de las incidencias de realizarse una rinoplastia.
Este tipo de operación estética no es la solución a los problemas respiratorios, sólo se encarga de corregir detalles visuales.
Es por ello que se recomienda siempre acudir con un especialista, de hecho unas cuantas opiniones nunca están de más, de esta forma tienes la oportunidad de decidirte por el médico que te haga sentir más confianza.
Él será el encargado de brindarte toda la información sobre la rinoplastia abierta y cuidado para transformar tu rostro, aumentar tu calidad de vida y hacerte lucir como en tus sueños.