La Ikastola San Fidel de Gernika-Lumo se ha equipado con un desfibrilador DOC para cardioproteger a alumnos/as, familiares y personal. Con esta iniciativa, ya son varios los centros escolares de la Diócesis de Bilbao que disponen de uno de estos dispositivos. Además de instalar el equipo, B+Safe ha formado a diez trabajadores del centro en técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP).
San Fidel Ikastola forma parte de los Centros de la Diócesis de Bilbao, Bilbako Gotzaitegia, e imparte Educación Infantil, Primaria y E.S.O a un total de 700 alumnos. De acuerdo con la legislación sobre cardioprotección del Gobieno Vasco (Decreto 9/2015 de 27 de enero), solo es obligatorio instalar desfibriladores en los colegios con más de 2.000 alumnos. “La norma no nos obliga” -explica Begoña Zabaleta Alcibar, directora de la ikastola- “pero entendimos que la instalación de un desfibrilador y la formación de parte de nuestro equipo en técnicas de RCP era más que recomendable porque aporta una seguridad extra a alumnos/as y docentes”.
Tal y como señala la directora, fueron experiencias previas las que motivaron a apostar por los desfibriladores: “en el centro estábamos muy concienciados, especialmente tras la parada cardiorrespiratoria que sufrió uno de los profesores. También nos animaron a dar el paso los consejos de los responsables de la Ikastola Begoñazpi, que ya tenían un desfibrilador”. “Ahora somos conscientes que este tipo de accidentes cardíacos pueden ocurrir de manera imprevista y afectar a un alumno/a, un profesor/a o a uno de los familiares que vienen a traer o recoger a los niños/as. Además, los sábados hay muchos partidos de deporte base y se junta mucha gente. Sabemos que un desfibrilador puede salvar una vida y queremos estar preparados”, añade Zabaleta.
Según el Director General de B+Safe, Nuño Azcona, “todavía son muy pocos los colegios que están cardioprotegidos. En este contexto, el País Vasco está liderando la cardioprotección y tenemos desfibriladores en varios colegios. Se ha creado una cultura sobre el cuidado cardíaco que también llega a los más pequeños y que va a permitir salvar muchas vidas si conseguimos formar a una generación que esté preparada para salvar vidas”.