- La enuresis nocturna es un trastorno frecuente, se estima una incidencia aproximada del 16 % a los 5 años y del 10 % a los 6 años.
- A partir de los 5 años, tiene una tasa de curación alta pero la intervención temprana hace que los niños dejen de orinarse antes y las complicaciones sean más leves. De no tratarse a tiempo, puede llegar hasta la adolescencia o la edad adulta, con consecuencias entonces dramáticas.
- La enuresis está infra diagnosticada e infra tratada y no recibe el manejo y tratamiento adecuados.
Madrid, 8 de mayo de 2018.- Mojar la cama por las noches o enuresis nocturna, es visto por gran parte de los padres como un problema sin importancia. Si los padres no consultan al pediatra específicamente y no se pregunta, puede pasar desapercibido hasta edades muy tardías, constituyendo un problema de salud importante en niños y adolescentes.
Esta es una de las conclusiones a las que se ha llegado en el encuentro de expertos sobre enuresis organizado por la ANIS y Ferring, para abordar un trastorno que afecta a un alto porcentaje de niños con consecuencias determinantes.
Según indica el Dr. Fco. Javier Quintero Gutiérrez del Álamo, Jefe de Psiquiatría H. Infanta Leonor de Madrid y Director de Psikids “en el desarrollo de los niños, es importante marcar algunos hitos en la adquisición de la autonomía cuando van siendo capaces de hacer cosas por sí mismos, como por ejemplo el control de esfínteres, primero durante el día y luego por la noche. Cuando el niño no es capaz de adquirir esos hitos de desarrollo en tiempo y forma puede afectar al desarrollo de su auto concepto. Mojar la cama por la noche, le puede provocar una quiebra en la autoestima, afectando a otras esferas de su vida, como la evitación de circunstancias en las que se vea expuesto: pernoctar en casa de amigos, excursiones del cole o un campamento de verano. En ocasiones, las soluciones aparentemente más sencillas, lo que consiguen es cronificar el problema, como cuando se prolonga el uso del pañal más tiempo del necesario”.
La enuresis nocturna es definida por los expertos como la emisión de orina durante el sueño, sin despertar, en niños de más de 5 años de edad. Según la propia OMS y la Sociedad Internacional de Continencia de los Niños, la enuresis puede afectar a cualquier niño y se considera enurético aquel que tiene dificultades en el control miccional nocturno al menos una vez al mes.
“La enuresis nocturna es un trastorno frecuente; se estima una incidencia aproximada del 16 % a los 5 años y del 10 % a los 6 años, pero al revisar las series de niños en las que consta dicho diagnóstico, el número es menor ya que está infra diagnosticado, por lo que no recibe el manejo y tratamiento adecuados” asegura la Dra. Isabel Lostal, Pediatra del Centro de Salud Actur Oeste y Profesora Asociada en la Facultad de Medicina de la U. de Zaragoza.
Las cifras de enuresis se repiten indistintamente del país o la época, sin sufrir alteraciones a lo largo de los años. En la mayoría de los casos, la enuresis es causada por la producción excesiva de orina por la noche o la capacidad reducida de la vejiga. El primer estudio mundial de asociación del genoma en la enuresis (GWAS en sus siglas inglesas), indica que es probablemente hereditaria. La investigación muestra que el riesgo de orinarse en la cama es entre 5 y 7 veces mayor entre los niños con un padre enurético y aproximadamente 11 veces más si ambos padres lo fueron. Además, se ha comprobado una estrecha relación con otras patologías como estreñimiento, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS).
Para la Dra. Lostal “entre las causas más frecuentemente implicadas se encuentra la alteración del ritmo circadiano de la hormona antidiurética, que se acompaña de poliuria nocturna con micciones muy abundantes, sobre todo en el primer tercio de la noche, siendo en este grupo el tratamiento de elección la desmopresina antes de acostarse con un alto porcentaje de remisión de síntomas”.
“La enuresis no es culpa de nadie y tanto familias como médicos deberían poder hablar sobre el problema sin vergüenza o sentimiento de culpa. Sin embargo, el impacto a menudo se subestima y trivializa, por lo que no se busca ni se ofrece ayuda. A partir de los 5 años, la enuresis tiene una tasa de curación alta pero los estudios indican claramente que una intervención temprana hace que los niños se dejen de orinar antes y sus complicaciones sean más leves y desaparezca antes. De no tratarse a tiempo puede llegar hasta la adolescencia o la edad adulta, con consecuencias entonces dramáticas”, asegura el Dr. Juan Carlos Ruíz de la Roja, Jefe del Servicio de Urología H. Universitario Santa Cristina de Madrid y director del Instituto Urológico Madrileño.