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Socidrogalcohol reivindica desarrollado los programas sanitarios adecuados y acceso a los fármacos de deshabituación
Han pasado ya casi 13 años desde la publicación de la ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco, con un par de modificaciones realizadas en 2010 y 2017. Se consiguieron muchos avances en pro de la salud pública, se redujo el número de fumadores y por ende la morbimortalidad. Sin embargo, según explica Francisco Pascual, presidente de Socidrogalcohol: “A pesar de ello estamos asistiendo a un estancamiento, ahora no progresamos, estamos parados, algunas normas no se cumplen y en cambio vamos introduciendo nuevas”. Entre los jóvenes de entre 14 y 18 años, han fumado en el último año el 34’7% (Estudes 2017) la edad de inicio en el consumo se ha situado en 14’6 años, resumiendo en 2016, fuman 50.000 estudiantes más que en 2014 y de ellos más chicas que chicos: “Algo no estamos haciendo bien y es que según encuestas en la población general todavía hay entre un 28 – 30% de fumadores diarios, igual casi que hace 10 años”, añade Pascual.
El lema que este año utiliza la OMS para celebrar el día sin tabaco (31 de mayo) es el de “tabaco y cardiopatías”, como cada año el Día Mundial Sin Tabaco se celebra con el fin de poner de relieve los riesgos asociados con el tabaquismo, tanto para la salud como en otros ámbitos, y abogar por políticas eficaces para reducir su consumo. El doctor se pregunta entonces, porqué este estancamiento: “Suponemos que la percepción de riesgo ha bajado, las medidas ya no son tan eficaces y los controles no siempre son exhaustivos, miremos si no las terrazas de los bares para fumadores, ¿cumplen correctamente la normativa? Pero hay algo que creemos es más importante. ¿Está convencida la sociedad y entre ellos la administración sanitaria y los propios profesionales que estamos delante de una enfermedad? Posiblemente un número importante de ellos todavía piensan que se trata de un vicio y los fumadores unos viciosos”.
Sin embargo, no es eso lo que dice la OMS y es que el manual Diagnóstico y estadístico de trastornos mentales DSMV de la Asociación Americana de Psiquiatría cataloga al tabaquismo como una adicción a partir de una sustancia muy adictiva como es la nicotina. Y el tabaco a su vez es la primera causa de morbi-mortalidad prevenible.
La ley española de 2005 promulga en su Artículo 12, De los programas de deshabituación tabáquica:
“Las Administraciones públicas competentes promoverán el desarrollo de programas sanitarios para la deshabituación tabáquica en la red asistencial sanitaria, en especial en la atención primaria. Asimismo, se promoverán los programas de promoción del abandono del consumo de tabaco en instituciones docentes, centros sanitarios, centros de trabajo y entornos deportivos y de ocio. La creación de unidades de deshabituación tabáquica se potenciará y promoverá en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que también definirá los grupos prioritarios que resulten más vulnerables.
El acceso a tratamientos de deshabituación tabáquica, cuya eficacia y coste-efectividad haya sido avalada por la evidencia científica, se potenciará y promoverá en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, valorando, en su caso, su incorporación a la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud”.
Pero siendo esto así y atendiendo a los preceptos anteriores, Pascual critica que “ni se han desarrollado los programas sanitarios adecuados, al menos en todo el territorio español, ni se ha procurado el acceso a los fármacos de deshabituación, al menos en las mismas condiciones que tienen el resto de los fármacos para distintas patologías”. Y añade: “Creemos que, si se cumpliesen estos dos aspectos recogidos en la ley, el número de fumadores descendería y la morbimortalidad, incluida la cardíaca, objetivo para este año, disminuiría, pero sobre todo trataríamos a los fumadores como enfermos, porque lo son. Y si este fuese el objetivo real para el 2018, emplazamos pues a la administración a que cumpla con la ley, como no podría ser menos. La salud de los españoles se lo merece”.
Para más información: Mireia Pascual Mollá, periodista de Socidrogalcohol. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.