- Las administraciones regionales han tratado en tres años a 100.000 pacientes, prácticamente el doble de los estimados.
Madrid, 7 de junio de 2018- En 2015 el gobierno de España puso en marcha el Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C gracias al cual, hasta comienzos del 2018, se han conseguido tratar a alrededor de 100.000 personas con unas tasas de curación que superan el 95%, según indica el informe “Enfoques políticos para abordar la hepatitis C en España” realizado por The Economist Intelligence Unit.
El informe indica que aunque las administraciones regionales han facilitado el tratamiento a prácticamente el doble de pacientes de lo que se esperaba en un comienzo, se estima que podrían quedar en torno a 150.000 pacientes por tratar.
Una labor de difusión más amplia y la prestación de servicios a nivel local mejorarían la tasa de detección y tratamiento en los grupos de alto riesgo, como son, por ejemplo, los usuarios de droga por vía intravenosa, las personas que mantienen prácticas sexuales de riesgo o la población penitenciaria. Asimismo, puede ser conveniente introducir reformas para permitir que se realice el tratamiento y seguimiento de los pacientes en centros de desintoxicación y atención a la drogadicción y centros penitenciarios. Es necesario llevar a cabo campañas públicas con el fin de animar a los individuos que puedan haber estado expuestos al virus a que se realicen una prueba de detección del VHC.
El informe indica que España tiene que dar mayor prioridad a la detección de lo que podrían ser miles de pacientes con VHC que aún están sin diagnosticar. La eliminación de la hepatitis C, está marcada como objetivo de la OMS para 2030, y solo será posible en España, según el informe, si se invierte en programas informativos y preventivos, en medios de diagnóstico y detección, así como perseverando en los esfuerzos asistenciales.
Según María Río, vicepresidenta y directora general de Gilead España: “estas medidas permitirían eliminar del mapa sanitario en España toda una enfermedad y, sobre todo, ayudar a muchos más pacientes. También son beneficiosas para el sistema sanitario, puesto que, de esta forma, se reduciría el número de pacientes que desarrollan enfermedades mortales asociadas a la hepatitis C, como el hepatocarcinoma”.