El chiringuito El Puntal de Tricio, situado en la Playa del Puntal de Santander ofrecerá durante los meses de verano un servicio de cardioprotección para clientes y bañistas.
El chiringuito El Puntal de Tricio está situado en una playa arenosa frente al Palacio de la Magdalena, al que sólo se puede llegar por barco o tras una larga caminata, contará con el servicio de cardioprotección de B+Safe que consiste en un desfibrilador y la formación en primeros auxilios y masaje cardíaco de sus trabajadores. El objetivo es poder ofrecer una respuesta rápida y eficaz ante un accidente cardiaco en un lugar relativamente apartado y de difícil acceso para los servicios de emergencia.
Además de instalar el equipo, se ha formado a ocho de los trabajadores del chiringuito en su utilización y en técnicas de soporte vital básico (SVB) y resucitación cardiopulmonar (RCP). Durante el verano, esta playa recibe cada día cientos de barcos y miles de bañistas que llegan a pie. La estimación de visitantes de la playa en un sábado de verano es de unos 250 barcos, con 5 o 6 personas a bordo en cada uno, y de unas 2.000 personas que llegan a pie.
“Con tanta gente -explica Ricardo Tricio, propietario del chiringuito- ya hemos tenido más de un susto. Ha habido algún caso de ictus o algún otro accidente que, por suerte, no llegó a ser más grave. Por eso este verano hemos decidido instalar un desfibrilador. Ahora nos sentimos más seguros y también los bañistas porque sabemos que, en caso de un paro cardiaco, podemos salvar vidas. La playa cuenta con dos socorristas de Cruz Roja, pero no con desfibrilador, y toda ayuda que se pueda proporcionar es poca”.
Para Nuño Azcona, director general de B+Safe, “con esta iniciativa se consigue que las personas tengan un verano relajado y feliz al saber que en un lugar tan singular disponen de la asistencia necesaria en caso de incidente cardíaco. Sabemos que un desfibrilador puede ayudar a salvar vidas si reaccionamos a tiempo”.