El País Vasco es líder indiscutible en España en el uso de desfibriladores en espacios públicos y empresas, según B+Safe. Desde 2015 el número de desfibriladores en estos espacios “no sanitarios” ha crecido exponencialmente, pasando de los 550 registrados ese año a los 1.724 instalados en la actualidad. De este total, más de 500, el 30%, han sido instalados por B+Safe.
Por sectores, el 40% del parque instalado depende de las Administraciones Públicas, otro 40% en empresas de distribución y alimentación -grandes superficies- y el 20% restante en empresas y centros educativos privados. Por provincias, Vizcaya está en cabeza, con el 55% de los equipos, seguida por Guipúzcoa, con el 30% y Álava con el 15%. Podríamos poner que la mayoría de nuestra presencia de centra en Vizcaya. La decisión de su instalación corresponde casi siempre a alcaldes, directores de Prevención de Riesgos Laborales, gestores de RRHH, gestores de grandes superficies y directores de centros educativos.
6 años en el mercado
Desde hace seis años, B+Safe ha sido uno de los grandes impulsores de la cultura de la cardioprotección en el País vasco, informando, formando y sensibilizando sobre la importancia de disponer de desfibriladores en los espacios públicos no sanitarios. La compañía tiene una importante presencia comercial y técnica en Euskadi con una oficina central ubicada en Bilbao desde la que se cubre Vizcaya, Guipuzcoa, Alava y provincias limítrofes como Navarra, Cantabria o La Rioja. Una actividad que le ha posicionado como el principal operador de la región y el que ofrece el mayor valor añadido y la tecnología más avanzada.
“El objetivo de B-Safe -explica Javier Maeztu, director comercial de la zona- es conseguir que no exista ningún lugar público o representativo en Euskadi sin cardioprotección de última generación. Estamos presentes con equipos DOC -desfibrilador Operacional Conectado- en muchos Ayuntamientos, empresas públicas y privadas, en colegios, museos, fábricas, oficinas, concesionarios, estaciones, empresas de transporte de pasajeros e, incluso, en los propios autocares...”
Las previsiones de crecimiento, tanto de B+Safe como del número de desfibriladores instalados mantienen el ritmo de los últimos años, “somos líderes del mercado más maduro”, indica Javier Maeztu. “Euskadi ha demostrando un nivel de exigencia en cardioprotección muy superior al resto, especialmente tras el reciente decreto de enero de este año que establece la obligatoriedad de instalar desfibriladores en espacios públicos externos al ámbito sanitario como grandes establecimientos comerciales y centros educativos con aforo igual o superior a las 2.000 personas, entre otros… Gracias a estas normativas y a la sensibilidad de los diferentes responsables públicos y privados, Euskadi se ha convertido en la referencia en este campo, velando por la salud pública de sus ciudadanos y visitantes”.