- Hoy se celebra la jornada “El párkinson y los trastornos del sueño” en el Club de Prensa Asturiana, en Oviedo, con el objetivo de lograr mayor conocimiento en torno al sueño en la enfermedad de Parkinson, de manera que su identificación facilite un abordaje de la enfermedad más eficaz
- “Los trastornos del sueño tienen un impacto negativo importante en la calidad de vida de los pacientes con enfermedad de Parkinson, la mala calidad de sueño nocturna repercute sobre el rendimiento global durante el día, favoreciendo la presencia de somnolencia diurna” apunta la doctora Marta Blázquez Estrada
Oviedo, 19 de noviembre de 2018 – La Asociación Parkinson Asturias, junto con la Federación Española de Párkinson (FEP) y la colaboración de la compañía biofarmacéutica AbbVie, celebra hoy la jornada “El párkinson y los trastornos del sueño” en el Club de Prensa Asturiana, Oviedo. El acto, que cuenta con la participación de la doctora Marta Blázquez Estrada, neuróloga del Hospital Universitario Central de Asturias, persigue el objetivo de “dar a conocer los trastornos del sueño en la enfermedad de Parkinson, tanto a los pacientes como a sus familiares, de manera que les permita identificar su aparición a lo largo del desarrollo de la enfermedad y comunicarlo a su neurólogo cuando acudan a consulta para revisión, ya que muchos de ellos pueden tener un tratamiento eficaz”, explica la doctora Marta Blázquez Estrada.
Los trastornos del sueño son muy frecuentes en la enfermedad de Parkinson, hasta el punto de que en ocasiones son el primer síntoma de la enfermedad y aparecen incluso antes de los síntomas motores típicos. “Se estima que entre un 60% y 98% de los pacientes presentan trastornos del sueño, especialmente en fases avanzadas de la enfermedad, lo que supone un porcentaje muy superior al de la población general”, apunta la neuróloga Marta Blázquez.
Dentro de los “síntomas no motores” de la enfermedad de Parkinson se encuentran los trastornos del sueño y pueden aparecer desde etapas iniciales de la enfermedad, pudiendo llegar a repercutir de manera importante en el rendimiento diurno y calidad de vida de estos pacientes. Por otro lado, entre los síntomas motores de la enfermedad de Parkinson, se encuentran los temblores en reposo, lentitud de movimientos, rigidez muscular en extremidades y alteraciones de la marcha. En fases iniciales de la enfermedad estos síntomas responden favorablemente al tratamiento sintomático y, además, de manera estable a lo largo del día, pero “a medida que la enfermedad va evolucionando pueden aparecer otros síntomas como inestabilidad postural, dificultad para tragar o alteraciones cognitivas, que no responden de la misma manera al tratamiento farmacológico convencional, pudiendo aparecer fluctuaciones a lo largo del día y es en esa fase cuando consideramos que la enfermedad de Parkinson se encuentra en un estadio avanzado” explica la doctora Blázquez.
Según explica la neuróloga del Hospital Universitario Central de Asturias, “la elección de un tratamiento para los trastornos del sueño va a depender del tipo de trastorno y de la causa o causas que lo originan, por ello es importante identificarlas de manera individualizada antes de instaurar un tratamiento concreto”.
Por su parte, a través de la ponencia “¿En qué pueden ayudarte las asociaciones de párkinson?”, Yolanda Villanueva Rodríguez, directora de la Asociación de Párkinson de Asturias, pondrá en valor la importancia que toman las asociaciones de párkinson en el desarrollo de acciones de apoyo a los pacientes y cuidadores de esta patología.