Las nuevas técnicas de implantología asistida por ordenador permiten a los cirujanos dentales simular y planificar de manera virtual este tipo de intervenciones, mejorando la calidad y precisión de los implantes y reduciendo el número de fracasos.
Hasta ahora, este tipo de intervenciones se realizaban normalmente a partir de la información de radiografías, mucho más imprecisa. La nueva técnica permite de una manera sencilla, precisa y asequible crear en segundos una mandíbula virtual del paciente a partir de una tomografía axial computadorizada (TAC). Sobre esa imagen virtual en 3D, el cirujano prepara un plan de trabajo, para la colocación de coronas e implantes, que se pude modificar en cualquier momento, garantizando el éxito de los implantes dentales.
“El sistema guiado por ordenador es la técnica más precisa que existe en la actualidad a la hora de colocar implantes dentales y utiliza un tipo de cirugía mínimamente invasiva”, explica Jordi Cabecerán, doctor especializado en implantología, periodoncia y colaborador de Compromiso y Seguridad Dental. El margen de error se sitúa en una desviación media de 1,2 mm respecto al 3,71 mm de la cirugía manual. La cirugía guiada se planifica con imágenes tridimensionales de la boca del paciente. Posteriormente se fabrica una plantilla para ayudar a colocar los implantes dentales sin necesidad de abrir la encía.
Esta técnica permite saber la posición exacta en la que se debe colocar el implante dental de acuerdo al hueso disponible del paciente. Una vez que el profesional sabe dónde tiene que situar el implante se fabrica una férula quirúrgica que le hace de guía en su colocación. Gracias a la alta precisión que ofrece, la cirugía de implantes es más rápida, predecible y menos traumática.
La colocación quirúrgica precisa y predecible de los implantes dentales es uno de los factores más importantes que determinan el éxito o no de este tipo de tratamientos. Un número, tamaño, posición y angulación adecuados de los implantes, así como una buena unión al tejido óseo permite mantener el implante sin que surja ningún tipo de complicación.
La TAC ofrece una visión tridimensional de los maxilares con la menor distorsión, proporciona información sobre la calidad ósea del paciente y permite valorar su densidad con el mínimo daño. También es el mejor método para planificar la posición en sitios próximos al nervio alveolar (cualquier error puede tener graves consecuencias) y es una técnica no invasiva para determinar parámetros que reflejen la longitud o densidad ósea previa a la colocación del implante. Para hacer una correcta planificación hace falta un material que represente la posición correcta de la futura prótesis. La imagen tridimensional de la TAC hace esto: valora la posición, la angulación y el tamaño del implante.