Emociones y salud están estrechamente relacionadas. La risa, una de las reacciones más gratificantes que existen, proporciona muchos beneficios físicos: aumenta la segregación de endorfinas (que alivia el dolor físico y mejora el estado de ánimo), baja el estrés, relaja o controla la sensación de miedo, ansiedad o enfado. Así pues, es una herramienta muy poderosa con la que sentirse más preparado frente a cualquier desafío o situación adversa, como es el caso de afrontar una enfermedad. Es en este ámbito en el que Pallapupas, los payasos de hospital, centra su labor, trabajando en hospitales y centros socio-sanitarios para mejorar el estado emocional de los pacientes y contribuir a acelerar su proceso curativo.
En la conferencia “Salud y emociones, otra curación es posible”, que tuvo lugar la semana pasada en la clínica Arvila Magna de Barcelona, el reconocido osteópata, posturólogo y psiconeuroinmunólogo Quim Vicent y la directora y fundadora de Pallapupas, Angie Rosales evidenciaron los aspectos y beneficios de la risa como terapia frente a la enfermedad.
En su exposición, Quim Vicent hizo hincapié es los aspectos físicos de la risa, como el cambio de las frecuencias del cuerpo humano, sus efectos sobre el cerebro y como liberador de endorfinas, que hace que se genere sustancias para combatir estrés y depresión. “La risa activa el hemisferio izquierdo, el córtex prefrontal izquierdo y favorece la producción de serotonina. Por tanto, podemos afirmar que la labor de los Pallapupas tiene un efecto positivo para la salud”.
Reír ayuda a canalizar la tensión, el miedo y la ansiedad que muchas personas sufren ante esta situación. Mejora el estado emocional de los pacientes y familiares, que a través del humor pueden crecer en la adversidad.
Por su parte, Angie Rosales aportó el punto de vista experiencial, de cómo a través de la risa, los Pallapupas hacen evolucionar el estado de los pacientes y les ayudan a afrontar las diferentes etapas de la enfermedad. “El humor puede incidir de manera muy profunda en el estado del paciente. Cuando un niño ingresa en un hospital, te das cuenta que la familia quiere pasar de puntillas por la enfermedad, pero si la experiencia se alarga y la enfermedad es grave, los Pallapupas vemos como estas familias atraviesan la experiencia de crecer conjuntamente como personas. Porque la gente que sufre necesita aferrarse a la vida”, comentaba Angie.
