Extremadura se ha unido al grupo de comunidades autónomas que apuestan por la cardioprotección. El gobierno extremeño ha publicado el pasado 12 de marzo un decreto que obliga a la instalación de desfibriladores fuera del ámbito hospitalario. La nueva normativa regula también el uso de los sistemas del DEA/DESA, la autorización de entidades para formar en su utilización y establece la creación de un registro de desfibriladores en Extremadura.
De acuerdo con el decreto, los centros e instalaciones comerciales con superficie de venta igual o superior a 2.500 m2 están obligados a la instalación de un equipo por planta. También lo están los aeropuertos y estaciones de autobuses o ferrocarril situados en poblaciones de más de 30.000 habitantes; las instalaciones deportivas y centros recreativos con un aforo igual o superior a 700 personas; los establecimientos donde se realicen espectáculos o actividades públicas, con aforo igual o superior a 1.000 personas; los centros educativos con capacidad igual o superior a 500 alumnos; y los centros de trabajo de más de 250 personas.
El decreto recomienda también la instalación de desfibriladores en centros y equipamientos comerciales (individuales o colectivos) con superficie de venta de 1.000 m2 o más, estaciones de transporte terrestre en poblaciones de más de 15.000 habitantes; instalaciones deportivas o centros recreativos, ya sean públicos o privados, con aforo igual o superior a 400 personas.
La recomendación se extiende a establecimientos públicos, locales e instalaciones en los que se desarrollen espectáculos públicos, con aforo autorizado igual o superior a 500 personas y Residencias con capacidad superior a 80 camas, destinados a personas con discapacidad, trastorno mental, deterioro cognitivo, mayores o cualquier otro colectivo que, por las especiales condiciones de vulnerabilidad física o riesgo psicosocial, así lo aconseje.
“El objetivo de B+SAFE –explica Nuño Azcona, Director General de B+Safe- es conseguir que todas las comunidades de España cuenten con una legislación que regule tanto el uso como la instalación de desfibriladores (DEA/DESA) fuera del ámbito hospitalario, de este modo llegaremos al menos a las cifras de otros países europeos como Francia en materia de cardioprotección. En B+SAFE Estamos presentes con equipos DOC -desfibrilador Operacional Conectado- en muchos Ayuntamientos, empresas públicas y privadas, centros comerciales, colegios, museos, fábricas, oficinas… Y es una necesidad ya que ante una parada cardíaca, por cada minuto que pasa disminuyen en un 10% las posibilidades de supervivencia. Practicar el masaje cardiaco (RCP) de inmediato junto a la aplicación del desfibrilador, puede salvar la vida de una persona. Además, nos preocupa especialmente la presencia de desfibriladores en espacios deportivos, de ahí que desde nuestro proyecto de RSC ‘Proyecto+Vida’ promovamos la cardioprotección de eventos deportivos cediendo desfibriladores DOC de manera gratuita. El año pasado estuvimos presentes en carreras donde se atendieron hasta 5 personas por paradas cardiorespiratoria”.