• El inicio rápido del tratamiento para el VIH, evitar la aparición de resistencias y la durabilidad del tratamiento mejoran significativamente la salud de los pacientes.
• La evolución de los tratamientos para el VIH ha conseguido que haya pasado de ser una enfermedad mortal a crónica
Palma de Mallorca, 06 de junio de 2019- . Comenzar el tratamiento de forma rápida, sin necesidad de que las personas con VIH modifiquen su estilo de vida, contribuye a alcanzar antes una carga viral indetectable, mejora el control de la infección y estudios recientes han demostrado que puede reducir la mortalidad. En este sentido, es importante destacar que la indetectabilidad de los pacientes minimiza el riesgo de transmisión y contribuye a un mejor control de la infección y una reducción de nuevos casos. Esta es una de las principales conclusiones de la jornada en relación sobre VIH/sida organizada por Gilead Sciences en Palma de Mallorca.
Los tratamientos antirretrovirales han evolucionado de forma muy satisfactoria en los últimos años hacia regímenes más sencillos y mejor tolerados. En este sentido, hay que destacar la importancia de la triple terapia, que ha permitido transformar la vida de los pacientes y convertir una enfermedad mortal en crónica y le ha llevado a convertirse en el standard of care desde hace dos décadas.
Los expertos han destacado que hoy en día y con acceso a un tratamiento apropiado, los pacientes con VIH pueden vivir casi tanto tiempo como la población en general. No obstante, las investigaciones revelan que tienen un riesgo más elevado de sufrir comorbilidades tempranas relacionadas con la propia patología, el tratamiento y la edad.
Por ello, la evolución de los tratamientos antirretrovirales ha permitido una transformación de la infección y ha introducido nuevos retos en el manejo de los pacientes con el objetivo de seguir mejorando su calidad de vida y reducir los efectos adversos derivados del tratamiento. Tanto el tratamiento como el cuidado de los pacientes con VIH debe ir más allá del control de la carga viral y prestar atención a aspectos como la durabilidad, la alta barrera genética, la reducción de toxicidades e interacciones, la simplicidad y la posibilidad de un inicio rápido del tratamiento.
En palabras del Dr. Francesc Homar, del Hospital Son Llàtzer, “en Baleares, al igual que en el conjunto de España, ha habido una reducción de los casos de VIH pero sigue teniendo una tasa de nuevas infecciones alta. En 2017, hubo 163 nuevos casos en nuestra comunidad autónoma, según los datos del Informe de Vigilancia Epidemiológica del VIH y SIDA en España del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Uno de los principales problemas sigue siendo el diagnóstico tardío ya que hay muchos pacientes que llegan tarde al médico lo que supone un riesgo de tener una infección avanzada y problemas graves y además, una mayor probabilidad de transmisión del virus”.
“Es importante que el tratamiento antirretroviral tenga altas tasas de eficacia, controle el virus, tenga menor toxicidad, sea de posología cómoda, tenga pocas interacciones con otros fármacos, no genere resistencias, que se pueda dar a pacientes con comorbilidades con otras patologías y que se pueda adaptar a la mayoría de los pacientes”, ha indicado el Dr. Homar.
Además hay que tener en cuenta que la llegada de nuevos tratamientos antirretrovirales en triple terapia facilita la decisión del prescriptor al aunar, por primera vez, alta eficacia, alta barrera a las resistencias y una buena tolerabilidad en comparación con otras alternativas.
Esta jornada ha sido coordinada por el Dr. Francesc Homar, del Hospital Son Llàtzer, y ha contado con las ponencias del Dr. Josep María Llibre del Hospital Can Ruti y el Dr. Antonio Antela, del Hospital de Santiago de Compostela.