• Organizaciones sanitarias de referencia a nivel internacional como la Organización Mundial de la Salud, la Federación Mundial de la Obesidad y la Asociación Médica Americana reconocen la obesidad como una enfermedad crónica, por lo que debe ser abordada como tal en el lugar de trabajo.
El 21,6% de los españoles de entre 25 y 64 años tienen obesidad y el 39,3% está en riesgo de desarrollarla al presentar sobrepeso. Por su parte, la obesidad ha sido reconocida como enfermedad por organizaciones sanitarias de referencia a nivel internacional como la Organización Mundial de la Salud, la Federación Mundial de la Obesidad y la Asociación Médica Americana.
Como tal enfermedad, la obesidad es crónica y multifactorial, ya que en ella intervienen factores fisiológicos, ambientales, psicológicos, socioeconómicos y genéticos; requiere de programas para su prevención y de tratamientos específicos; se asocia a una disminución de la esperanza de vida y está relacionada con comorbilidades o enfermedades concomitantes, como diabetes tipo 2, trastornos cardiovasculares, hipertensión arterial y determinados tipos de cáncer.
En el marco de su Jornada Precongresual 2019, que se está celebrando hoy en Madrid, la Sociedad Española de Salud y Seguridad en el Trabajo (SESST) asume como propio este planteamiento de las citadas organizaciones sanitarias, así como las conclusiones de la ponencia sobre “Obesidad: un factor de riesgo en la vida laboral”, impartida por la Dra. Susana Monereo, jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid).
Entre tales conclusiones, cabe destacar la relación proporcional entre el incremento del Índice de Masa Corporal y ciertas condiciones laborales, como el trabajo por turnos, los horarios prolongados, el sedentarismo o la falta de movilidad. Por otro lado, la obesidad induce una reducción de productividad, un incremento de los costes laborales y un aumento en el absentismo laboral, por su asociación con otras enfermedades, sobre todo las de origen cardiovascular, y la aparición de lesiones musculares en aquellos trabajos que implican actividad física mecánica.
Por todo ello, la Sociedad Española de Salud y Seguridad en el Trabajo recomienda a las empresas españolas que se impliquen en la prevención y el abordaje de la obesidad mediante el diseño y puesta en marcha de programas o protocolos al respecto, otorgando preferencia a medidas como las siguientes:
• Informar y concienciar a los trabajadores sobre el reconocimiento de la obesidad como una enfermedad por organizaciones sanitarias internacionales y, consecuentemente, como un factor de riesgo laboral.
• Favorecer la realización, por parte de los trabajadores, de ejercicio físico durante la jornada laboral.
• Facilitar el acceso de los trabajadores a programas informáticos o aplicaciones que les permitan realizar un seguimiento continuado de su actividad física.
• Promover la alimentación saludable entre los trabajadores, sea proporcionándoles una oferta adecuada en su espacio de trabajo o poniendo a su disposición los medios o instalaciones necesarias para el consumo de su propia comida casera.
• Ofrecer reconocimientos médicos específicos a los trabajadores que, con obesidad diagnosticada por un especialista, deseen beneficiarse de ellos para el mejor control de su peso.