El pasado 12 de marzo, en la calle Berriobide de la localidad navarra de Ansoáin, un hombre de 65 años sobrevivió a un paro cardiaco gracias a la rápida intervención de un técnico sanitario fuera de servicio. El profesional sanitario usó el desfibrilador de un supermercado aledaño de la empresa B+SAFE (Grupo ALMAS INDUSTRIES).
Tras efectuar la descarga con el desfibrilador y realizarle un masaje cardíaco durante 45 minutos consiguió mantenerle con vida mientras llegaban los servicios de emergencia. La presencia de un equipo de cardioprotección en el supermercado fue determinante.
Ante la situación actual, con los servicios de emergencias desbordados, los desfibriladores públicos son esenciales para revertir paradas cardíacas. “La cardioprotección de hipermercados y todo tipo de negocios se ve recompensada cada vez que se salva una vida y en los primeros tenemos la satisfacción de contar ya con un gran número de vidas salvadas”, comenta Nuño Azcona, CEO de B+SAFE.
Al año se producen 30.000 muertes por paro cardíaco en nuestro país fuera del ámbito hospitalario, y es fundamental disponer de desfibriladores en lugares de gran afluencia de personas, como han hechos muchos supermercados en sus instalaciones, para revertir estas paradas y salvar muchas vidas.
