Varios estudios recientes subrayan el potencial curativo de la hormona melatonina administrada a pacientes con una fase avanzada de la infección con COVID-19. Hay incluso empresas que han empezado a fabricar preparaciones de melatonina para aplicación intravenosa, para pacientes en fases críticas de la enfermedad, incapaces de ingerir la hormona por la vía oral (la forma habitual del tratamiento).
Sin embargo, Jan Tesarik, director de la Clínica MARGen de Granada, asegura que “en medicina es mejor prevenir que curar”. El científico granadino recuerda que “la melatonina pudo salvar vidas en fases terminales de diferentes enfermedades virales precedentes, como SARS, MERS o gripe aviar (Referencia 1), pero sería un error esperar estos extremos para iniciar el tratamiento”.
Como profesional de la salud especializado en el tratamiento de infertilidad, Tesarik se enfrenta al problema de COVID-19 en el contexto de la reproducción asistida y también en relación con la prevención de los riesgos, ocasionados por el virus en las mujeres embarazadas, para la salud de ellas mismas y de su descendencia. En esta actividad, Tesarik ha descubierto que “las medidas preventivas que estamos aplicando desde hace años para prevenir fallos de implantación de embriones, abortos involuntarios espontáneos y anomalías de los neonatos pueden ser útiles también para la prevención de daños potencialmente causados por COVID-19 en las mujeres embarazadas”.
Inmunidad buena y mala
Hay dos tipos de inmunidad, innata y adaptativa. La innata es ciega y se activa cuando el organismo no tiene otras opciones para protegerse contra la invasión de un patógeno. La adaptativa es inteligente, dirigida contra el patógeno causante la enfermedad. En casos de enfermedades causadas por patógenos nuevos, como es el caso de COVID-19, la única respuesta defensiva posible es la que utiliza la inmunidad ciega, innata. Por desgracia, aunque sea la única forma de defenderse contra el intruso, en algunos casos causa más daños que beneficios. La administración de la melatonina puede frenar la respuesta ciega, activando en el mismo tiempo la respuesta adaptativa, inteligente, como nos ha enseñado la experiencia con una otra infección viral mortal, la del virus de Ebola (Referencia 2).
El doctor Tesarik ha utilizado el tratamiento con melatonina durante años en casos de diferentes patologías de mujeres, incluyendo la menopausia precoz, adenomiosis, endometriosis, fallos repetidos de fecundación in vitro (FIV) o abortos involuntarios espontáneos. Según Tesarik, los mecanismos de estos problemas son básicamente los mismos implicados en el desarrollo de la infección por COVID-19 y es muy razonable utilizar el tratamiento agresivo con la melatonina en casos muy graves para salvar las vidas in extremis.
“Sin embargo -afirma- un tratamiento con la melatonina, en dosis más bajas (5-10 mg/día para un adulto) podrían tener un efecto preventivo o, por lo menos atenuante, en personas expuestas al riesgo de infección o en las ya infectadas, asintomáticas o con problemas leves. Esto podría reducir el número de personas que precisan ser ingresadas en las unidades de cuidado intensivo, y así aligerar la presión actual sobre la capacidad de hospitales españoles.”
Además, Tesarik recomienda encarecidamente la administración de la melatonina (5-10 mg al día) a todas las mujeres embarazadas así que a las personas (personal sanitario, policía) expuestas al riesgo elevado de contacto con la gente afectada por COVID-19. “Aunque los resultados neonatales de madres infectadas por COVID-19, no son muy alarmantes, hay una tendencia hacía diferentes tipos de problemas de los neonatos (Referencia 3)”, añade.
Jan Tesarik ha publicado trabajos sobre los efectos beneficiosos del tratamiento con melatonina en mujeres infértiles (Referencia 4) y en las en riesgo de cáncer (Referencia 5). Asimismo, otros estudios han demostrado un efecto preventivo de la administración de melatonina en las personas mayores para frenar la demencia del tipo Alzheimer (Referencia 6). El hecho de que la secreción de la melatonina disminuye con la edad (Referencia 1) puede explicar mortalidad elevada de nuestros mayores por COVID-19 en comparación con las personas más jóvenes. “Por lo tanto, hay que utilizar preventivamente la melatonina en toda persona mayor para evitar consecuencias graves en caso de una eventual infección. En cuanto a mujeres jóvenes, aparte de retrasar la edad de la menopausia, la administración de la melatonina también tiene un efecto protector contra el cáncer del cuello uterino (Referencia 7) causado por el virus HPV ” concluye Tesarik.