Salud mental, responsabilidad y veteranía frente al coronavirus
En la lucha contra los efectos devastadores que está suponiendo el Covid-19 en la sociedad española, hemos conocido episodios penosos de pacientes que han aparecido muertos en sus residencias. Esta situación puede generar un estado de alarma entre miles de familias que les han confiado la salud de sus seres queridos y que la vorágine de noticias puede llevar a pensar que es la tónica general.
Sin embargo, existe otra realidad, afortunadamente mayoritaria, donde se puede constatar que se está actuando con todo rigor, hasta el punto de que han sido ellos mismos los que han creado protocolos cuya ejecución está dando óptimos resultados. Un factor aún más sobresaliente cuando se trata de personas que padecen alguna enfermedad mental, dado que se trata de pacientes que pertenecen al grupo de riesgo. El confinamiento puede producir episodios de malestar psicológico y repercutir en su salud física y mental, de tal manera que se produzca un cuadro ansioso-depresivo que agrave su situación habitual.
Tal es el caso de los pacientes que viven en pisos tutelados integrados en la Asociación de Iniciativas Sociales (AISS). Una entidad de carácter privado que tiene ya 20 años de andadura, plenamente consolidada en el cuidado de las personas con enfermedad mental. Su objetivo es el de lograr la plena integración de estas personas ofreciéndoles una atención personalizada, en completa coordinación con sus familias, a las que les ofrece la posibilidad de que su familiar viva en un ambiente creado de acuerdo a sus necesidades, psíquicas, físicas y sociales.
A la vista de los acontecimientos que se estaban produciendo en otros países con una propagación y coste de vidas en grupos de personas especialmente vulnerables, en AISS se adelantaron a las posibles consecuencias creando un protocolo de actuación que integra la profilaxis, por un lado, y la reorganización de los recursos y rutinas, por otro.
A mediados de febrero se equiparon estos pisos tutelados con mascarillas y dispensadores de gel hidroalcohólico. Se redobló la limpieza y se restringieron las visitas de familiares y profesionales al máximo. A partir de aquí, se inició el protocolo auto pautado, puesto que, a la fecha, no han recibido protocolo institucional alguno para pacientes de pisos tutelados.
En palabras de su fundadora-directora, Ana Villota: “Información, coordinación y rigor, con pleno consenso entre pacientes, familias y profesionales sociosanitarios que trabajan con nosotros. Nuestra realidad, ahora, es como la que está sufriendo el resto de profesionales del ámbito sociosanitario, que han tenido que adoptar medidas por su cuenta y recurrir a su experiencia para poder salir indemnes de esta situación”.
Y lo están consiguiendo, con su operativa de ‘más con menos’. Primero, reunión con pacientes, familiares y profesionales para lograr un doble objetivo. Por un lado, evitar la incertidumbre y el consiguiente incremento de ansiedad en los pacientes y su entorno. Por otro, marcar pautas asistenciales conocidas por todos los profesionales para evitar errores innecesarios.
El segundo paso del protocolo ha consistido en generar una cadena de trabajo multidisciplinar y plenamente coordinada para el cuidado de los pacientes dentro de los pisos tutelados por parte de los equipos multidisciplinares que están formados por personal médico y de enfermería, psicólogos, trabajadores sociales, cuidadores, auxiliares de limpieza, supervisores y voluntarios que colaboran en diferentes programas. Aquí el objetivo ha sido minimizar el riesgo de contagio para preservar la salud de pacientes y profesionales.
Así, se ha reducido el contingente de 3 personas por piso a un solo cuidador, que vive el confinamiento con los pacientes y a la visita restringida del supervisor. Tanto los profesionales como los propios pacientes colaboran en la rutina de limpieza. Algo, que, además, les sirve para mantenerlos más ocupados y para que se sientan involucrados en la operatividad de la crisis de forma responsable.
Rigor. El tercer componente del auto pautado protocolo. Se trata de mantener la misma rutina clínica que ya existía para todos los pacientes, pero modificando algunos elementos, de acuerdo a la necesidad de este momento.
Así, se ha sustituido la visita física del personal sanitario por la videollamada, salvo en casos excepcionales. A primera hora de la mañana, el equipo formado por el cuidador o cuidadora de cada piso, el psicólogo y el psiquiatra, hace una valoración de la situación de cada paciente, con el fin de controlar el posible cuadro ansioso-depresivo que pudiera surgir con motivo de la situación de confinamiento. Además, en el caso de que algún paciente tenga fiebre, se monitoriza la temperatura cada hora. Esta rutina se complementa con talleres de ejercicio físico y talleres cognitivos para compensar la falta de estímulos externos por la situación de aislamiento.
La psicóloga sanitaria y forense, gerente asistencial de AISS, Paula Cuesta, habla de buenos resultados. “Hasta ahora no hemos tenido ningún paciente afectado por coronavirus, aunque lo sabemos por ‘descarte’. Es decir, tras una exploración clínica del médico internista que da como resultado que el paciente está sano a nivel físico. Este es el método que estamos siguiendo, puesto que a nosotros tampoco nos ha llegado ninguno de los demandados test que tanta falta hacen”.
Para finalizar, Ana Villota, insiste: “Es muy importante que la sociedad española sepa que, a pesar de las noticias alarmantes y negativas que se están conociendo, la inmensa mayoría de los profesionales que nos dedicamos al cuidado de pacientes- en nuestro caso, de personas con enfermedades mentales- hemos redoblado la profilaxis y la coordinación en la asistencia de nuestros pacientes. Es cierto que hemos sido nosotros, por propia iniciativa, los que hemos creado protocolos específicos, aunque también es verdad que la Comunidad de Madrid está respondiendo a nuestra demanda de información. No así el Ministerio de Sanidad, que se limita a remitirnos información que ya sabemos. Me preocupa el nivel de improvisación que se percibe por parte del gobierno. No obstante, tengo que reconocer también la grandeza de las familias y pacientes, como también, la solidaridad de entidades y personas privadas, a las que no ha hecho falta pedir nada, sino que, en virtud de su espíritu emprendedor, se han puesto manos a la obra sin esperar reconocimiento alguno. Tenemos un gran país fruto del esfuerzo de mucha gente anónima que vive al margen del reconocimiento, que se dedica a trabajar y generar oportunidades para todos”.
Ana Ortiz de Obregón
DirCom AISS
Lidérate Comunicación
Publicado por cortesía de Gaceta Médica: https://gacetamedica.com/profesion/pisos-tutelados-ante-el-coronavirus-aiss-lanza-un-mensaje-de-tranquilidad/