Barcelona, 18 de mayo, 2020. - Con la mayoría de las provincias españolas en la Fase 1 de desescalada -solo permanecerá en la Fase 0 un 30% de la población española a partir de hoy-, España ha atravesado ya la parte más complicada de la crisis del COVID-19 que, con el descenso de contagios, ha reducido intensamente la presión asistencial en las urgencias de los hospitales del país. Aún así, el miedo al rebrote sigue siendo la principal preocupación del personal sanitario, así como la llegada del resto de pacientes con otras enfermedades a los hospitales.
“Esta es una de las cosas que todos como sociedad hemos aprendido, los recursos sanitarios son limitados y deben emplearse para situaciones extraordinarias y anómalas. El abuso del sistema sanitario nos repercute a todos negativamente, pero la sociedad ha aprendido de esta dura situación”, asegura Ruth Cuscó, directora gerente de ASHO, la compañía de codificación hospitalaria líder en España.
Los hospitales vuelven a la “normalidad”
El confinamiento y el temor a un contagio por la saturación del sistema sanitario ha provocado, por un lado, que un gran número de personas que acudían a los centros sanitarios por consultas menores. Pero también que personas que necesitaban asistir no hayan podido cumplir de la forma habitual con sus consultas, como los pacientes con problemas cardíacos, neuronales, u oncológicos.
Estos pacientes no han dejado de serlo durante la pandemia y ahora presentan cuadros clínicos agravados por la interrupción de sus consultas que van a suponer un desafío añadido para los centros transformados, en la mayoría de los casos al 100%, para atender a pacientes de COVID-19.
En algunos puntos del país, los datos reflejan que las urgencias ya están más aliviadas gracias a las medidas de confinamiento. Según el último balance oficial, el número de pacientes con Covid-19 que precisan hospitalización ha seguido su tendencia a la baja hasta situarse en 3.543, lo que supone un alivio dado el histórico reciente, “aunque dista de ser una cifra normal”, matiza Cuscó y recomienda “responsabilidad y conciencia” para poder alcanzar la “nueva normalidad lo más pronto posible”.