- El tratamiento fisioterápico se debe iniciar en el momento en que se conoce el diagnóstico, planificando el ejercicio terapéutico para corregir las alteraciones de la postura, prevenir el dolor y disminuir la rigidez muscular
La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) es una enfermedad progresiva del sistema nervioso central que se caracteriza por una atrofia progresiva de toda la musculatura del organismo, afectando a la autonomía motora, la comunicación oral, la deglución y la respiración, aunque se mantienen intactos los sentidos, el intelecto y los músculos de los ojos.
El próximo 21 de junio se celebra el Día Mundial contra esta enfermedad y desde el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla - La Mancha (COFICAM), señalan que una intervención lo más precoz posible ayuda a intentar retrasar las situaciones de deterioro funcional y afrontar con la mayor garantía posible, el proceso de evolución de la enfermedad y que el paciente pueda conservar la máxima autonomía posible.
La ELA es la tercera enfermedad neurodegenerativa con mayor incidencia, tras la demencia y el párkinson, sin embargo, sigue siendo una patología poco conocida por la sociedad. La enfermedad, calificada de rara, tiene una baja prevalencia entre la población española, de entre 5,2 casos por cada 100.000 habitantes.
Bajo el lema #EmpatíaLuchApoyo la Asociación Castellanomanchega de Enfermedades Neuromusculares (ASEM-CLM) quiere recordar la importancia de seguir conociendo esta enfermedad, reivindicar tratamientos e investigación y dar apoyo para garantizar la mejora en la calidad de vida de las personas afectadas. En Castilla – La Mancha se estima que hay más de 145 afectados por esta enfermedad y afecta principalmente a los adultos de entre 40 y 70 años, siendo más frecuente en hombres que en mujeres.
Conforme va avanzando esta enfermedad tan sumamente limitante, los pacientes de ELA necesitan cada vez más ayuda de una tercera persona para poder realizar las actividades de la vida diaria, volviéndose día a día más dependientes. “Es imprescindible que el paciente reciba una atención multidisciplinar, y los fisioterapeutas, como profesionales
especialistas en el ejercicio terapéutico, son muy necesarios para intentar combatir los evidentes problemas de movilidad que se presentan en el proceso evolutivo de la ELA”, afirman desde COFICAM.
Las células que controlan el movimiento de la musculatura voluntaria disminuyen su funcionamiento gradualmente, provocando una paralización progresiva de la movilidad de la persona afectada en un corto espacio de tiempo, impidiéndoles sonreír, hablar, comer, moverse o respirar por sí́ solos.
Por lo tanto, la Fisioterapia es imprescindible para procurar mantener el mayor nivel de calidad de vida del paciente, mejorar su adaptación al entorno e intentar conservar la mayor autonomía posible, y debe iniciarse desde el momento en que se conoce el diagnóstico, planificando adecuadamente el ejercicio terapéutico, encaminado en corregir las alteraciones de la postura, prevenir el dolor, disminuir la rigidez muscular, enseñar a los familiares, cuidadores y pacientes en la prevención de caídas y en la reeducación de la marcha. En los estadios avanzados de la enfermedad, resulta de vital importancia la intervención fisioterápica a domicilio.