- Unas de las consecuencias más graves que produce el virus, a parte de la respiratoria, son los trombos, que en el peor de los casos puede llevar a la amputación de un miembro
Tras la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, el aumento del número de pacientes en las unidades de Fisioterapia va a aumentar debido a las secuelas respiratorias, los pacientes amputados provocados por los trombos y las patologías previas existentes que se han seguido produciendo. Para Marcos Iglesias, vocal de Guadalajara del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla - La Mancha (COFICAM), que el número de pacientes sea mayor significa que “se está contando con la Fisioterapia para ser parte del proceso de recuperación de los pacientes”.
“Es el momento en que la Fisioterapia puede contribuir con todo aquello que no ha podido hacer en los momentos más duros del proceso vírico. Nuestra disciplina puede aportar muchísima calidad de vida, tanto en el presente como en el futuro. Va a ser algo indispensable para la recuperación de los pacientes, no solo de los graves, también de los leves”, afirma Iglesias.
Unas de las consecuencias más graves que produce el virus, a parte de la respiratoria, son los trombos, que en el peor de los casos puede llevar a la amputación de un miembro. “Aún no tenemos unos datos relevantes de prevalencia pero desde luego va a ser una de las patologías que más vamos a ver a medio plazo y que pueden condicionar más el tratamiento de Fisioterapia en los pacientes. El tratamiento fisioterápico va a ser indispensable ya que las secuelas pueden tener incidencia en la vida del paciente para el resto de su vida”, señala el vocal de COFICAM.
En este sentido, la Fisioterapia ayuda a los pacientes primero en la prevención, desde Atención Primaria, especializada o en las clínicas de Fisioterapia privadas y luego a través de de los procesos que ya están instaurados, como el Ejercicio Terapéutico o las movilizaciones, “siempre bajo la dirección de un equipo multidisciplinar y con la supervisión de un fisioterapeuta”, subraya Marcos.
Por otro lado, como se mencionaba anteriormente, el resto de patologías que precisan de Fisioterapia no han parado su progresión durante la pandemia. En el caso de las que no han podido ser tratadas durante estos meses de parón se ha producido una involución. Han avanzado y se han podido ver casos en que el factor tiempo ha jugado claramente en su contra.
Las demandas del colectivo
Tras algunos meses en que la Fisioterapia ha estado completamente paralizada, el gremio de fisioterapeutas demanda recuperar su papel y poder ejercer su profesión de manera adecuada. “Hemos tenido un colectivo con conocimientos suficientes para mejorar la calidad de vida de los pacientes que ha estado prácticamente parado o trabajando a distancia”.
El desconocimiento del virus provocó está situación de desconcierto pero a día de hoy los fisioterapeutas pueden aportar mucho a la recuperación de los pacientes. “Va a haber mucha población con fibrosis pulmonar y secuelas de por vida, por ello, si desde el inicio podemos estar ayudando, habrá una disminución del gasto del sistema sanitario en el futuro”, concluye Iglesias.