La gestión de la pandemia es uno de los principales temas en pleno proceso de desescalada y ante la inminente adopción de la nueva normalidad. El objetivo es extraer reflexiones que permitan actualizar conceptos y estrategias en el sistema sanitario. Uno de los debates de la actualidad ha sido el del valor de la aportación del sector público y privado a la sanidad española.
La sanidad privada realiza el 30% de la actividad sanitaria en España y el índice de satisfacción de sus usuarios es de un 7,5%. La fundadora y presidenta de la Asociación de Iniciativas Sociales (AISS), Ana Villota, recuerda que, lejos de valorarlo, el Gobierno ha dejado solo al sector. Toda la gestión ha sido marcada por la improvisación.
AISS, como sector privado, cubre necesidades asistenciales en salud mental que el sistema público no puede cubrir por sí solo
“Quiero recordar que el equipo multidisciplinar que gestionamos y damos asistencia sociosanitaria a los pacientes de los 7 pisos tutelados que forman AISS, tuvimos que inventar protocolos de profilaxis, gestión y asistencia para nuestros pacientes, ante la absoluta falta de información y procedimientos que solicitábamos al Gobierno. Nuestra veteranía y responsabilidad nos ha ayudado a salir indemnes de esta situación, pero es algo que no debe volver a ocurrir. Y, sobre todo, si es por cuestiones que nada tienen que ver con la asistencia sociosanitaria, sino más bien, con una visión simplista y fuera de la realidad de lo que debe ser un sistema sanitario propio de países avanzados como el nuestro”.
Ana Villota se une a las voces del sector privado que señalan la importancia del trabajo conjunto del sector público y privado- en la reconstrucción. España es uno de los países con mayor presión asistencial del mundo por el carácter universal de la asistencia. Precisamente por esto, el sector privado tiene una demanda tal elevada. Algo que ha propiciado su alta especialización y la personalización del servicio.
Ana Villota: “Nosotros apoyamos un sector público fuerte y solvente de acceso equitativo para todos, pero ello no obstaculiza el importante papel que desempeña un sector privado altamente capacitado y cualificado como es el nuestro. En el ámbito de la salud mental es todavía más evidente. Nosotros cubrimos necesidades asistenciales que el sistema público no puede cubrir por sí solo. En nuestro caso, las familias de nuestros pacientes buscan una atención personalizada e individualizada, tanto a nivel clínico como en servicios relacionados con la socialización o desarrollo de habilidades, por ejemplo. Y es lo que les ofrecemos cumpliendo unos estándares de eficacia avalados por los niveles de bienestar quede nuestros pacientes y la satisfacción de sus familias. Unos niveles que se han hecho todavía más patentes durante la crisis de la pandemia”.
España es uno de los países con mayor presión asistencial del mundo por el carácter universal de la asistencia
Ana Villota dice no entender las razones por las que una parte de la sociedad se resisten a ver la evidencia. En salud mental el sector público y privado deben complementarse para ofrecer una calidad asistencial sociosanitaria que llegue a todos. Hay que facilitar el derecho a elegir libremente el tipo de asistencia que se desea recibir. Un sistema sanitario privado fortalece al público, porque lo libera de carga y proporciona alternativas positivas a la cartera básica de servicios.
Entrevista publicada por cortesía de iSanidad: https://isanidad.com/164775/el-trabajo-conjunto-del-sector-publico-y-privado-en-salud-mental-es-imprescindible/