La hormona de crecimiento mejora la morfología de los óvulos y embriones, promueve su implantación en el útero y su desarrollo posterior hasta el parto, según un estudio realizado por científicos de la clínica MARGen de Granada y de la Universidad de Catania (Italia), que acaba de publicar la revista Frontiers in Endocrinology.
El grupo, liderado por el doctor Jan Tesarik y la doctora Raquel Mendoza-Tesarik de la clínica MARGen, ha descubierto un nuevo mecanismo de acción de la hormona de crecimiento en los ovarios de mujeres relativamente jóvenes, entre 30 y 39 años de edad, con fracasos repetidos en tratamientos de fecundación in vitro (FIV).
En estos casos de infertilidad, la hormona de crecimiento mejora la morfología de los óvulos y embriones y facilitar su implantación en el útero y el desarrollo posterior hasta el parto. “El mecanismo de acción de la hormona de crecimiento en este grupo de mujeres – explican los doctores Tesarik y Mendoza Tesarik - resulta diferente del que se observa en mujeres entre 41 y 46 años. En este último grupo, la hormona parece activar los mecanismos de reparación del ADN, mientras que en las mujeres más jóvenes, supuestamente, mejora la respuesta de los ovarios a las hormonas utilizadas para la estimulación: hormona foliculoestimulante (FSH) y luteinizante (LH). Sin embargo, el mecanismo exacto de estas mejoras queda por determinar. Lo más importante es que ya sabemos que el uso terapéutico de la hormona de crecimiento no se debe limitar a las mujeres de edad avanzada y que puede ayudar incluso a las mujeres más jóvenes.”
El mecanismo complejo de acción
La hormona de crecimiento puede actuar directamente, a través de sus receptores específicos. Además, tiene otros efectos derivados de la activación del Factor de crecimiento insulínico (IGF) por la hormona, y ambos pueden actuar simultáneamente, activando sistemas moleculares que protegen los óvulos, y otros tipos de células, contra el estrés oxidativo. Sabiendo que el estrés oxidativo es uno de los principales factores responsables del envejecimiento, natural o prematuro, de los ovarios, se puede añadir esta acción al repertorio de posibles mecanismos que actúan para mejorar la fertilidad en mujeres jóvenes o más mayores.