- A pesar de la pandemia y la disminución general de donantes, Castilla-La Mancha registró durante el año pasado 64 donaciones de órganos que han permitido recibir un trasplante a 137 personas
El 27 de febrero se rinde homenaje a los millones de personas que cada año donan una parte de sí mismos para ayudar a otros a tener una vida mejor con la celebración del Día Nacional del Trasplante. En esta fecha señalada el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla – La Mancha quiere poner el foco en el importante trabajo que realizan los fisioterapeutas con los pacientes trasplantados, tanto previamente como posteriormente.
Durante varios años España ha encabezado las listas como líder en donaciones de órganos. En 2020, se registraron 4.425 trasplantes de órganos, 1.024 trasplantes menos que en el año anterior a causa de la pandemia. En concreto en Castilla-La Mancha se produjeron 64 donaciones que han permitido recibir un trasplante a 137 personas. Por centros hospitalarios, el Complejo Hospitalario Universitario de Toledo fue el que más trasplantes realizó con un total de 22.
El trabajo fisioterápico, fundamental antes de la operación
“Antes de la operación los pacientes comienzan con el trabajo fisioterápico, que les ayudará a logre un buen tono muscular previo a la cirugía, ya que después es habitual la pérdida de fuerza”, señalan desde Coficam. Si el paciente tiene un buen tono muscular, será capar de tolerar mejor la cirugía y su recuperación será más rápida y exitosa.
Durante el trasplante el equipo de Fisioterapia ayuda a evitar complicaciones en la mecánica respiratoria, y contribuye a agilizar la retirada de la Ventilación Mecánica Invasiva (VMI). En el caso de pacientes trasplantados de pulmón y corazón, la intervención de estos profesionales resulta fundamental para una adecuada eliminación de secreciones y para el aprendizaje de una correcta mecánica respiratoria.
Por otro lado, en la recuperación de los trasplantes de hígado y riñón también es necesario el tratamiento con Fisioterapia para poder ayudar al paciente a pasar de una vida y actividad limitadas, a una vida más normal, además de prevenir la fatiga muscular y el dolor musculoesquelético.
“Los procedimientos fisioterápicos empleados van desde las movilizaciones, el propio ejercicio terapéutico, masajes suaves en la espalda y en áreas adyacentes que se contracturan mucho tras un trasplante de riñón o hígado, hasta la termoterapia (con calor con sacos de semillas, manta eléctrica o bolsa de agua caliente, entre otros); siempre implementados tras un proceso individualizado de valoración, que permita realizar una adaptación adecuada a las posibilidades reales del paciente y a su grado de tolerancia al ejercicio”, valoran desde el Colegio.
¿Cuál es el tipo de trasplante más común en España?
El trasplante que se realiza con mayor frecuencia es el trasplante de riñón. Al ser la operación más solicitada las listas de espera promedio también resultan ser las más largas. Aunque también es uno de los trasplantes que se pueden realizar entre personas vivas, sobre todo si el donante es un familiar. Ocurre lo mismo con el trasplante de hígado o pulmón, que también se pueden hacer en vida.
La pandemia por coronavirus ha influido notablemente en la actividad de los dos centros trasplantadores de la región. A pesar de las múltiples dificultades, los complejos hospitalarios universitarios de Toledo y Albacete han realizado 45 trasplantes de riñón durante 2020.