El Club Excelencia en Gestión, asociación empresarial dedicada a mejorar la gestión y resultados de las organizaciones, lleva tiempo organizando diversos foros sectoriales como los del Foro de Excelencia en Sanidad, que buscan compartir e impulsar el conocimiento. Su último encuentro online ha servido para conocer ejemplos de transformación y digitalización puestos en marcha por el Grupo Quirónsalud.
En él han participado Ángel Blanco y Alberto Pardo Ortiz, director de Organización, Procesos y TIC en Quirónsalud y director de Sistemas y TIC en la Fundación Jiménez Díaz, respectivamente. Junto a ellos como moderador de la charla ha estado Alberto Pardo Hernández, coordinador del Foro Excelencia en Sanidad y Subdirector General de Calidad Asistencial de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
Bajo el título La digitalización en sanidad, entre el funcionamiento y la transformación, los tres han tratado de dar respuestas a la siguiente pregunta: ¿Cómo la tecnología y la digitalización pueden apoyar la gestión del funcionamiento de una organización sanitaria, identificando al mismo tiempo las necesidades de transformación futuras?
De las reflexiones extraídas de este encuentro virtual, el Club Excelencia en Gestión ha elaborado el siguiente listado de conclusiones y recomendaciones:
LAS 5 CLAVES PARA POTENCIAR LA TRANSFORMACIÓN EN EL SECTOR SALUD
- Desarrollar herramientas de autogestión. Esa participación activa del paciente puede ser útil para eliminar procesos y que los profesionales de la salud puedan ganar tiempo, mejorando así el acceso a determinados servicios. Ejemplos de ello son los portales personalizados que le permiten gestionar sus citas, acceder a sus informes, realizar consultas sin necesidad de acudir a un hospital concreto (algo especialmente útil para aquellos pacientes que tienen que recorrer cientos de kilómetros para ver a un especialista), etc. De esta manera aumenta la transparencia, la comodidad para el paciente, se evitan visitas innecesarias y se reducen los tiempos de espera, entre otros aspectos.
- Dar al paciente el protagonismo que merece. Para ello hay que escucharle, observar los nuevos hábitos que las tecnologías han conformado en él y mejorar la calidad asistencial en función de esas costumbres, casi todas supeditadas al manejo de internet y de dispositivos conectados. Gracias a ello, el paciente está cada vez más informado y es capaz de participar de una forma activa en los procesos que afectan a su salud.
- Atender también las necesidades del profesional sanitario. En su caso también debe facilitarse el acceso a la información de sus pacientes. No sólo el de las pruebas ya pautadas y realizadas, también datos previos a la primera consulta, por ejemplo con cuestionarios digitalizados enviados por el enfermo sobre síntomas, antecedentes familiares, resultados de pruebas anteriores, etc., para que puedan agilizarse procesos al máximo. Por otra parte, es importante darles la posibilidad de trabajar en red para poder consultar con otros especialistas y ofrecer diagnósticos más acertados. Se propicia así una labor multidisciplinar que beneficia, una vez más, a los pacientes, aportándoles un cuidado mucho más ágil y personalizado.
- Invertir en tecnología e innovación de forma progresiva. Está claro que para lograr implementar todos los puntos anteriores es necesario realizar un desembolso que no siempre es posible. Por eso es recomendable diseñar estrategias de innovación a largo plazo que apuesten por una progresiva introducción de tecnologías que faciliten los procesos comentados o, incluso, por el desarrollo de plataformas propias. En este tránsito es importante contar con la experiencia de los profesionales sanitarios, que han de trabajar de forma conjunta con los informáticos encargados de diseñar esas innovadoras herramientas de trabajo y, de esta manera, que no sean ajenas al proceso asistencial.
- Tener siempre presente la seguridad de los datos. A la hora de diseñar herramientas de almacenamiento de datos de salud, tremendamente sensibles, es importante no perder de vista las normativas de protección de datos e invertir también en una férrea seguridad. Todo para garantizar el buen tratamiento de esa información en función de las indicaciones del paciente, o para evitar su robo o pérdida en ciberataques, cada vez más frecuentes en el ámbito hospitalario.
Perfilar correctamente la cultura innovadora de las organizaciones es una parte fundamental del Modelo EFQM, impulsado en España por el Club Excelencia en Gestión. El Modelo EFQM es una herramienta eficaz para afrontar el cambio y la transformación, necesarias para la sostenibilidad de cualquier organización a lo largo del tiempo, buscando un equilibrio entre la mejora de su funcionamiento en el presente y su preparación para el futuro.