• La inexistencia de una legislación específica que permita unificar criterios o la falta de una definición de las bases normativas de reembolso de las teleconsultas son algunos de los retos por delante
• La telemedicina es una necesidad y una herramienta complementaria para hacer que el modelo asistencial sea mucho más eficiente, pero siempre con el acuerdo del médico y el paciente para evitar la deshumanización de la atención sanitaria
En España existen algunas barreras que pueden dificultar la consolidación de la consulta de salud virtual: las principales se pueden agrupar en regulatorias, financieras y de seguridad. Esta es una de las principales conclusiones extraídas en el contexto del Mobile World Congress 2021, donde se ha celebrado el Barcelona World Hub presente en el 4YFN, un panel de salud digital en el marco del Barcelona Health Hub, un evento en el que ha participado Carlos Parry, Goverment Affairs Head de AstraZeneca España. El objetivo ha sido realizar una reflexión sobre la situación actual de la consulta virtual, la normativa vigente, las aportaciones y beneficios para el sistema sanitario, así como los retos pendientes.
Entre los ponentes del panel estaban también presentes Cristian Pascual, CEO de Mediktor y presidente de Barcelona Health Hub; Jordi Grau, director de proyectos y sistemas de información de la Fundación Privada del Hospital Santa Creu i Sant Pau; y Joan Barrubes, director de Antares Consulting.
“La principal barrera que encuentra la telemedicina en España es, sin ninguna duda, la inexistencia de una legislación específica que permita unificar los diferentes criterios con los que contamos. Encontramos normas de distinta índole que la regulan de manera indirecta y en ocasiones con numerosas lagunas legales, de forma que en la práctica se observan desde guías de buenas prácticas y recomendaciones internacionales, jurisprudencia aclaratoria, hasta el Código de Ética y Deontología Médica de la Organización Médica Colegial”, ha afirmado Parry.
La telemedicina es una necesidad y una herramienta complementaria para hacer que el modelo asistencial sea mucho más eficiente y resiliente. “Es una aliada para tratar de una forma más efectiva a los pacientes crónicos, pero no puede ser un sustituto de la visita presencial. Tenemos un gran reto por delante y este es cómo mejorar la atención de los pacientes crónicos gracias a la telemedicina”, ha reconocido Parry.
No obstante, ha añadido, “todavía es necesario avanzar más en el desarrollo de herramientas de gestión, apps, entre otros y trabajar para que esto no suponga una deshumanización de la atención sanitaria, para esto es fundamental el acuerdo entre médicos y pacientes a la hora de consensuar las visitas digitales y las presenciales”.
En ocasiones, la falta de formación en el uso de nuevas tecnologías, tanto por parte del profesional como por parte del paciente, representa también una barrera al desarrollo de la consulta de salud virtual a distancia. “La tecnología progresa muy rápidamente y no todos los profesionales y pacientes tienen las capacidades adquiridas para usar dicha tecnología de una forma adecuada y efectiva”, ha confesado Parry.
Asimismo, reducir las barreras financieras es fundamental para consolidar el uso de la consulta de salud virtual. “Las principales están actualmente en el ámbito público, debido a la falta de una definición de las bases normativas de reembolso de las teleconsultas, lo que dificulta su incorporación al sistema. En el ámbito privado, se empieza ya a realizar pago por acto, pero es necesario generalizarlo”, ha explicado Parry, quien añade que “a medida que se vaya teniendo más evidencia acerca de sus ventajas se acelerará este proceso”.
Para la consolidación de la consulta médica virtual post-pandemia, Parry ha recordado que es fundamental “la involucración de las diferentes autoridades sanitarias para la realización de la integración, cambios y modificaciones en la regulación actual, que amplíe el horizonte y elimine barreras actualmente existentes para poder realizar una implantación efectiva de la misma”.
Asimismo, ha recordado que es clave hacer partícipe a las organizaciones de salud, a la sociedad y a todos sus actores de la nueva modalidad asistencial, así como los beneficios que supone esta. “Tampoco podemos olvidar la importancia de los acuerdos entre financiadores y proveedores asistenciales para costear, adecuadamente, dicha actividad y formar a los profesionales en el uso de este tipo de consultas”, ha concluido.
Sobre Fundación AstraZeneca
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