- El borrador del texto del Ministerio de Sanidad no hace referencia a que, a nivel internacional, las adicciones están ya perfectamente integradas dentro del gran capítulo de los trastornos mentales, por lo que el paciente que necesita tratamiento no necesita acudir a dos dispositivos asistenciales diferentes.
-
La SEPD considera que es un documento poco práctico, sesgado hacia los componentes sociales, obviando los avances aportados por las neurociencias, y que no ofrece directrices prácticas de actuación ni indicadores en relación con dotación de personal, distribución de
recursos por edad, periodos de seguimiento, entre otros aspectos.
Madrid, 1 de septiembre de 2021. La Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), entidad reconocida en el ámbito de la Salud Mental que aboga por la integración de las redes de adicciones y del resto de trastornos mentales, ha comunicado a la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad que el borrador de la Estrategia de Salud Mental 2021-2026 presenta serias y graves carencias globales, siendo una, especialmente importante, el no incluir las principales consideraciones básicas sobre Patología Dual: es decir, contemplar la realidad de que la mayoría de las adicciones cursan con otros trastornos mentales y que, viceversa, según datos epidemiológicos y meta-análisis actuales, más del 75% de los trastornos mentales graves presentan, además, un trastorno por mal uso o adicción a sustancias psicótropas o bien adicciones comportamentales.
Teniendo en cuenta que la Estrategia que va a ser el principio rector de la acción en materia de salud mental en España durante los próximos años, se considera una importante carencia ignorar la Patología Dual, al poderse derivar de ello muy graves y negativas consecuencias asistenciales para los pacientes afectados. Así, por ejemplo, más del 40% de los pacientes con patología dual presenta ideas de suicidio, por lo que no puede haber estrategias contra el suicidio que ignoren esta condición clínica.
La Estrategia de Salud Mental debería promover un efectivo proceso de integración de todos los recursos existentes en salud mental, evitando que una misma persona reciba atención en diferentes dispositivos, muchos de ellos con una gran pluralidad de abordajes diagnósticos y terapéuticos, no siempre científicamente validados, lo que ocasiona múltiples molestias a los pacientes y a sus familias y un mayor grado marginación y estigma, además de mayor ineficiencia y mayor morbi-mortalidad. La actual pandemia de la COVID-19 y su crisis social y económica ha puesto la salud mental en el foco de atención sanitaria. Una estrategia de salud mental que no contemple la Patología Dual, difícilmente puede constituir una directriz rectora del Sistema Nacional de Salud en este campo.
Además, en cuanto a sus objetivos, la SEPD señala que éstos deberían centrarse en la atención a la persona que sufre trastornos mentales y no en la salud mental de manera general. La Estrategia ignora, o minusvalora, los grandes avances actuales de las neurociencias y la psiquiatría de precisión que resalta el enfoque bio-psico-social que debe presidir, y en ese orden, la atención de los trastornos mentales, especialmente los más graves, en lugar de basar la mayoría de las propuestas que efectúa en un claro determinismo psico-social.
Un ejemplo de ello es el abordaje de la perspectiva de género, basando la especificidad de la mujer en el tratamiento de la salud mental en cuestiones psico-sociales, sin mención a las diferencias sexuales que comporta el dimorfismo sexual del cerebro. Son bien conocidas las diferencias emocionales, cognitivas y conductuales de la mujer respecto a los hombres, tanto en la salud como en la enfermedad. Por tanto, la perspectiva de género hay que tenerla en cuenta como parte de la atención individualizada y centrada en el paciente (lo que se conoce como medicina de precisión).
Otra carencia es en relación a la salud mental infanto-juvenil y la Patología Dual, incluyendo patologías como la “ciberadicción o adicciones tecnológicas” que no están definidas ni aceptadas en las clasificaciones internacionales, o bien, haciendo mención a “violencia o ciberacoso” que no son estrictamente problemas de salud mental, mientras se obvian, por ejemplo, trastornos tan prevalentes como el TDAH o la patología dual en el trastorno del espectro autista. Además, en un momento en que la comunidad científica y la sociedad en general han puesto el foco en estos trastornos mentales y, especialmente, en el trastorno por juego, online u offline.
La Estrategia, en su conjunto, obvia la Patología Dual, elemento intrínseco de los trastornos mentales. En el punto donde se tratan los trastornos más frecuentes, los autores se vuelven a olvidar de los trastornos adictivos y, por tanto, de la Patología Dual. En cambio, el plan cae en consideraciones estigmatizantes y favorecedoras de la discriminación hacia pacientes con problemas por adicciones, utilizando conceptos obsoletos como “toxicomanías”, como si las adicciones fueran cuestión de vicio o conductas de falta de voluntad. En definitiva, que la Estrategia sea ajena a que la
mayoría de trastornos mentales vayan asociados a trastornos por consumo de sustancias o a adicciones comportamentales supone una cuestión inaceptable para la SEPD, ya que ello afecta gravemente a las personas que demandan atención en la red de salud mental.
Los Trastornos adictivos son Trastornos Mentales según las clasificaciones internacionales (CIE, DSM-5). En la Estrategia no se menciona la disociación de los recursos de salud mental y adicciones, tampoco a la Patología Dual ni a la duplicidad y falta de eficiencia de estos recursos. De hecho, en la situación actual, el paciente dual sufre el llamado “síndrome de la puerta equivocada” sin encontrar la entrada correcta al sistema, con un aumento de la morbimortalidad. Así, la SEPD señala que la atención de la Patología Dual sigue estando mayoritariamente fuera del Sistema Nacional de Salud.
Sobre la SEPD
La Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), líder a nivel internacional en este campo, es una sociedad científico-médica sin ánimo de lucro constituida en el año 2005 e integrada en la actualidad por más de 2.000 profesionales multidisciplinares que desarrollan su labor en el ámbito clínico, docente y/o investigador de lo que ya denominamos Patología Dual. El objetivo de la SEPD es el de promover programas de I+D+i en esta área y formar, difundir y concienciar sobre la problemática de la patología dual entre los profesionales, la administración pública y la sociedad en
general con el fin último de mejorar el diagnóstico y atención de estas personas.