-
14 de febrero, Día Europeo de la Salud Sexual
-
La ansiedad, la disminución del nivel de testosterona y los efectos sobre las enfermedades cardiovasculares y el sistema nervioso hacen que sea esencial informar y concienciar sobre las consecuencias directas e indirectas de la COVID-19 en la función eréctil.
-
La disfunción eréctil (DE) es una enfermedad que afecta en torno al 40% de hombres mayores de 40 años, si bien, este porcentaje asciende al 60% en los hombres de 60 o más años. Según los expertos, esta cifra podría haber crecido exponencialmente a causa de la pandemia.
-
Durante el próximo Encuentro Mundial de Medicina Sexual, que tendrá lugar entre los días 17 y 19 de febrero, Viatris presenta un simposio para “ampliar los conocimientos para el diagnóstico oportuno y el tratamiento óptimo de la disfunción eréctil en la era COVID-19”, que seguirá siendo una prioridad.
La pandemia de COVID-19 ha afectado a millones de vidas en el último año y medio y, además, diversas investigaciones han puesto de manifiesto complicaciones adicionales asociadas a la pandemia ya los sucesivos confinamientos. La vida sexual de las parejas se ha visto afectada, pero también la fisiopatológica, lo que permite establecer un paralelismo entre el COVID-19 y la disfunción eréctil (DE).
La DE es una enfermedad de elevada prevalencia que afecta en torno al 40% de hombres mayores de 40 años, si bien, este porcentaje asciende al 60% en los hombres de 60 o más años. Según los expertos, esta cifra podría haber crecido exponencialmente a causa de la pandemia.
La misión de Viatris es ayudar a las personas de todo el mundo para que vivan más sanas en cada etapa de la vida, independientemente de la geografía o las circunstancias. Fiel a este propósito y comprometida con la aportación de soluciones en Urología, durante el último Encuentro Mundial de Medicina Sexual, Viatris ha promovido un simposio para concienciar sobre este nuevo y emergente tema y la importancia de debatirlo. La disfunción eréctil sigue siendo una condición oculta que merece atención.
Durante esta conferencia, los profesores Annamaria Giraldi (MD, PhD, FECSM - Universidad de Copenhague, Dinamarca), Emmanuele A. Jannini (MD, OMRI, KSG, KHS - Departamento de Medicina de Sistemas de la Universidad de Roma Tor Vergeta, Italia) y John P. Mulhall (MD, MSc, FECSM, FACS - Director del Servicio de Urología de Medicina Sexual y Reproductiva Masculina, del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, Nueva York, EE.UU.) destacaron el impacto de COVID-19 en la vida sexual, la asociación entre la pandemia y la disfunción eréctil y los retos en el manejo de la DE en este complicado entorno sanitario.
La pandemia mundial y los sucesivos confinamientos han tenido un profundo impacto en el bienestar mental y sexual. Es importante reconocer que la salud mental está entrelazada con la salud sexual, pero hay que tener en cuenta otros factores como el aislamiento social, la disminución de las oportunidades de afrontamiento o las preocupaciones económicas . Como menciona el profesor Giraldi, "la relación social es una de las necesidades básicas para la supervivencia".
Dado que el COVID-19 ha cambiado la frecuencia de las relaciones sexuales y el comportamiento sexual en cierta medida, la pandemia puede tener efectos negativos en la función sexual.
Asociación entre la disfunción eréctil y el COVID-19
Estudiando la sexualidad humana con perspectivas endocrinas y conductuales, con especial interés en la función eréctil, el profesor Jannini señala algunas de las causas clave directas, causadas por la COVID-19 como son la disfunción endotelial, el hipogonadismo subclínico y el estrés psicológico, y señaló que "las evidencias actuales sugieren que la COVID-19 es un factor de riesgo potencial para las disfunciones sexuales, en particular las masculinas, a través de múltiples mecanismos fisiopatológicos aún no completamente identificados " .
Este experto describe la COVID-19 como un biomarcador paradigmático de la salud sexual y viceversa. Desde un punto de vista fisiopatológico, el profesor Jannini fue más allá al calificar la disfunción eréctil como un biomarcador del síndrome de la COVID persistente y crear el concepto de "la COVID persistente sexual " . Basándose en el postulado de que la COVID de larga duración conduce a:
- Complicaciones neuropsiquiátricas (fatiga, niebla mental, disfunciones sensoriales, ansiedad, depresión)
- Complicaciones cardiovasculares (disfunción endotelial, miocarditis)
- Complicaciones pulmonares (disnea, fibrosis, alteración de la saturación de oxígeno)
- Complicaciones endocrinas (hipogonadismo, trastornos tiroideos, diabetes mellitus)
Los efectos secundarios de los tratamientos, el trastorno de estrés postraumático y la vulnerabilidad socioeconómica, son identificados por los expertos como múltiples factores que conducen a un mayor riesgo de desarrollar disfunción eréctil.
Retos en el manejo de la DE durante la pandemia de Covid-19
La comprensión de las consecuencias de la COVID-19 sobre la disfunción eréctil conduce a nuevas cuestiones relativas a la atención de la disfunción eréctil en el contexto de la pandemia. Esta pandemia mundial ha hecho evolucionar a la sociedad. Esta evolución debe pasar también por la vía de la atención. Como explica el profesor Mulhall, es importante que las partes interesadas en la salud asuman nuevos retos como:
- Reducción de la plantilla debido a la reasignación de recursos
- Reducción del volumen de pacientes
- Problemas de cumplimiento
- Superposición psicológica
- Retrasos en las evaluaciones de laboratorio
- Interrupciones en el acceso y la prestación de la atención médica observadas durante el COVID-19
- Ansiedad por visitar las consultas médicas
- Aumento de la utilización de la telemedicina
Situación en España
En palabras del doctor Joan Mir Pizà, médico de Familia, sexólogo y terapeuta de pareja, del Centro Espai Terapéutic (Palma de Mallorca) y miembro del Grupo Nacional de Médicos-Sexólogos de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), “la pandemia COVID-19 ha supuesto, y aún supone, un cataclismo en las vidas de todas las personas, una experiencia nueva, durísima, que ha afectado principalmente al psiquismo, cuyo sufrimiento se ha manifestado en forma de ansiedad, angustia vital, irritabilidad, cambios de humor, alteraciones del sueño o ánimo depresivo. En el caso de las relaciones de pareja, ha supuesto un aumento de las discusiones, de la ingesta de alcohol u otras sustancias con frecuencia, en suma, conflictos de pareja y aumento de las propuestas de separación/divorcio, que hemos atendido con elevada incidencia principalmente en nuestras consultas de Sexología y Terapia de Pareja, y también en Atención Primaria”.
“El disconfort, los maltratos, en las relaciones de pareja ha generado, en primer lugar, una pérdida del deseo sexual, una disminución significativa de los encuentros sexuales y una mayor consulta por estos problemas. Y en el varón, además de la disminución de la lívido, destacan la disfunción eréctil y ciberadicción sexual (pornografía on-line), con las consecuencias correspondientes”.
Recuerda que la DE puede ser orgánica, por procesos, entre otros muchos, como la diabetes mellitus o la hipertensión arterial, psicógena, por factores emocionales, o muy a menudo mixta, por sobreponerse un componente psíquico a los procesos orgánicos o a la toma de sustancias (fármacos o drogas); que la DE puede ser leve, moderada o grave; y que, en todos los casos, se dispone de tratamientos eficaces y seguros.