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ProtoQSAR, empresa biotech española especializada en quimioinformática y modelización molecular, ha puesto en el mercado ProtoICH, una nueva plataforma in silico que permite realizar predicciones de mutagenicidad (capacidad de alterar permanentemente el material genético celular) con validez regulatoria. Se trata pues de una herramienta computacional especialmente útil para evaluar la toxicidad de productos químicos y facilitar su proceso de registro obligatorio ante las agencias regulatorias, y en particular en el caso de las impurezas que se pueden generar durante el proceso de síntesis de un fármaco, de acuerdo con la guía ICH M7

Tradicionalmente este tipo de procesos se llevaban a cabo de forma estandarizada con animales de laboratorio o mediante la prueba de Ames, un test in vitro que utiliza cepas modificadas genéticamente de la bacteria Salmonella typhimurium. La posibilidad de hacer esta evaluación mediante una simulación computacional aporta rapidez y economía de costes. Además, se ha comprobado la capacidad predictiva de ProtoICH frente a cientos de compuestos, y ha demostrado un grado de acierto superior al 85%, es decir un valor similar al que arroja la propia prueba de Ames. Se trata de la mayor capacidad predictiva descrita hasta ahora.

Finalmente cabe añadir su carácter sostenible, al mejorar la seguridad de las sustancias químicas en cuanto a toxicidad, reducir el uso de cepas bacterianas en los procesos de I+D y permitir una menor experimentación con animales.

A pesar de sus evidentes ventajas, los cosméticos, pesticidas, medicamentos, etc., tienen un alto potencial tóxico, tanto para la salud humana como para el medio ambiente. Hasta no hace mucho, la única manera de evaluar esos riesgos era a través del uso de ensayos experimentales, incluyendo modelos animales en el laboratorio que tienen un coste elevado y obviamente son muy cuestionables desde el punto de vista ético. Gracias a los métodos computacionales se pueden reducir los riesgos asociados al uso de pesticidas químicos, fertilizantes y fármacos como los antibióticos, permitiendo una alineación con el gran Pacto Verde europeo, el ‘Green Deal’”, explica el Dr. Rafael Gozalbes Botella, CEO de ProtoQSAR.

Por otra parte, su fácil manejo no necesita de personal experimentado en esta materia para interpretar resultados. De hecho, es una de las pocas aplicaciones que puede utilizarse para analizar de manera fiable prácticamente cualquier compuesto químico, y que permite obtener automáticamente los informes requeridos a nivel regulatorio.

ProtoICH es el primer módulo de la plataforma in silico ProtoPRED, que permitirá predecir un gran conjunto de propiedades de los compuestos químicos a partir de su estructura: desde propiedades físico-químicas hasta biomédicas, terapéuticas, farmacológicas, toxicológicas y ecotoxicológicas, incluyendo las requeridas por la regulación REACH, una normativa europea que busca proteger la salud humana y del medio ambiente de los riesgos que puede conllevar la fabricación, comercialización y uso de sustancias químicas (https://echa.europa.eu/regulations/reach/understanding-reach).

Apuntes técnicos

ProtoICH integra modelos QSAR (del inglés Quantitative Structure-Activity Relationships) y sistemas expertos basados en reglas, que se han construido usando el conjunto de datos fiables más grande utilizado hasta el momento para la predicción de mutagenicidad. Esto permite a los usuarios analizar  sus moléculas de interés por los dos métodos requeridos por la guía ICH-M7 (que rige la evaluación de mutagénesis en impurezas de productos farmacéuticos) introduciendo simplemente su estructura química (por ejemplo dibujando la molécula) o algún identificador estándar como el número CAS.

“La predicción de no-mutagenicidad a partir de estas dos metodologías complementarias es suficiente para concluir que la impureza no supone una preocupación mutagénica y, por lo tanto, no se necesita de ninguna prueba adicional. Algo que es posible a través de la herramienta ProtoICH, agilizando procesos, abaratando los costes y mejorando los estándares de seguridad”, concluye el CEO de ProtoQSAR.

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