- Alcanzar la neutralidad en carbono en el año 2030 es un objetivo prioritario para la empresa, que realizará una medición de las emisiones directas e indirectas de sus operaciones
- El campus de Lilly España, que no envía ningún residuo a vertedero, reutiliza o recicla el 90% de sus vertidos plásticos.
- Para continuar reduciendo el consumo de agua, la filial española ha formado un equipo multidisciplinar que creará un plan detallado de gestión de agua
Madrid, 2 de junio de 2022.- Con el fin de alcanzar la neutralidad en carbono en el año 2030, Lilly España incorporará un sistema de inventario y cálculo de los datos de huella de carbono que incluye el alcance 3, es decir, de las emisiones indirectas producidas por la actividad de la compañía, fuera de su sede (uso de los productos, desplazamientos de los empleados, etc.). Este anuncio lo realiza en el marco del Día Mundial del Medioambiente en el que recuerda su compromiso con el cuidado del entorno.
Basado en la norma ISO 14064-1:2019, este nuevo proyecto se unirá a la medición que ya se venía realizando de las emisiones directas producidas por la actividad de la compañía (alcance 1) y de las indirectas generadas por la energía consumida (alcance 2). De este modo, Lilly España contará con la metodología necesaria para medir todas sus emisiones y así cumplir con los uno de los objetivos medioambientales fijados a nivel global por la compañía para el año 2030.
Proyectos enfocados a la eficiencia energética
Por otro lado, y con el objetivo de hacer un uso sostenible de los recursos naturales, el campus de Lilly España está llevando a cabo diferentes acciones dirigidas a medir y gestionar de forma eficiente su energía, que ya procede en su totalidad de fuentes renovables.
En concreto, para contribuir a la reducción del consumo de gas y electricidad, se ha ajustado la temperatura de climatización de las oficinas. Además, se ha llevado a cabo la instalación y renovación de equipos para lograr más eficiencia energética como la instalación de una nueva caldera de condensación y la sustitución de luminarias convencionales por LED.
A todo ello se une la instalación de una planta solar fotovoltaica en un primer edificio, para en un futuro instalar plantas en otras ubicaciones del complejo. La instalación de paneles solares en las estaciones de carga de vehículos híbridos enchufables y eléctricos del aparcamiento, disponibles para los empleados completan la batería de iniciativas relacionadas con la energía que se han llevado a cabo en el último año.
Una política de cero residuos
De acuerdo con la norma ISO 14001, Lilly realiza un seguimiento trimestral de su producción de residuos peligrosos y los no peligrosos para minimizarla al máximo y en la actualidad no envía al vertedero ningún residuo producido en sus operaciones rutinarias, siguiendo con los objetivos globales de la empresa en materia de medioambiente.
En cuanto a la gestión de residuos plásticos, la filial española de Lilly está consiguiendo importantes avances. De hecho, en la actualidad ya se cumplen los objetivos fijados para 2030: el 100% de los residuos plásticos empleados se destinan a un uso beneficioso y más del 90% de estos residuos son reutilizados o reciclados.
Una gestión responsable del agua
Lilly España cuenta con un pozo propio para el consumo de agua y las torres de refrigeración emplean una parte de agua reciclada. Para poder continuar reduciendo este consumo, se ha formado un equipo multidisciplinar que creará un plan detallado de gestión de agua. El campus de Lilly España cuenta también con un plan local de estrés hídrico (2022-2030) para que, en ningún momento, la demanda de agua sea más alta que la cantidad disponible. Por último, se controlan los vertidos del agua empleada en los procesos asociados al área de operaciones dentro de la planta de Alcobendas.