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  • Con unos criterios alimenticios adecuados, el paciente con enfermedad renal crónica avanzada (ERCA) mejora su capacidad de realizar ejercicio, su estado emocional y su calidad de vida.

  • Dieta, sodio, hidratación o planificar con antelación la cesta de la compra son algunas de las recomendaciones básicas, si bien estas han de individualizarse y adaptarse a cada paciente para que sea un actor clave en su propio cuidado.

  • Sólo el sólo el 27% de las Unidades ERCA dispone de un nutricionista y, en las que lo tienen, está a tiempo parcial.

  • Tienen lugar, durante tres días, las primeras jornadas “NutriERCA, medicina culinaria para pacientes con enfermedad renal crónica avanzada”.

Barcelona, 7 de junio. Durante tres días, profesionales sanitarios de toda España se han dado cita en las jornadas “NutriERCA, medicina culinaria para pacientes con enfermedad renal crónica avanzada” con el objetivo de formarse en esta materia, y es que, “con unos criterios alimenticios adecuados, el paciente con enfermedad renal crónica avanzada (ERCA) mejora su capacidad de realizar ejercicio, su estado emocional y su calidad de vida”, según ha dado a conocer la doctora Beatriu Bayés, directora del Instituto de Nefrología y Urología (ICNU) del Hospital Clínic de Barcelona.

En estas jornadas, organizadas por el Hospital Clínic de Barcelona, con la colaboración de la Agència de Qualitat i Avaluació Sanitàries de Catalunya (AQuAS), Fundación Alicia y Vifor Pharma, la doctora Bayés ha puesto de manifiesto que, “pese a la evidencia científica existente sobre el papel clave de la nutrición en la evolución de la enfermedad”, existen una serie de retos asistenciales relativos a estos pacientes: “La nutrición aún no es una prioridad en muchos hospitales y centros de salud; normalmente se trabaja con pautas nutricionales y dietéticas estandarizadas y no se tienen en cuenta las características étnicas, religiosas o culturales; y existe una falta de autocuidado y de empoderamiento del paciente en la toma de decisiones en relación con la nutrición y la cultura de la alimentación”.

Y es que, ha agregado esta experta, el paciente con ERCA se puede encontrar en el sistema sanitario en diferentes etapas de su enfermedad, tanto en consultas externas, como en diálisis, o en pre y post trasplante: “Es importante identificar en qué etapa se encuentra el paciente y realizarle recomendaciones adaptadas a su realidad personal”.

Recomendaciones individualizadas

Dieta, sodio, hidratación o realizar una buena compra son algunos puntos sobre los que se realizan recomendaciones básicas para pacientes ERCA. Bárbara Romano, nutricionista clínica en el Área de Nefro-Urología del Hospital Clínic, ha explicado que en estos pacientes se debe optar por un patrón alimentario saludable, como el de la dieta mediterránea. “Un patrón que priorice el consumo de alimentos de origen vegetal por encima de los de origen animal, o de los productos naturales y frescos por encima de los ultraprocesados para asegurar que no hay un extra de aditivos como la sal, el fósforo o el potasio, aspectos que en muchos casos los pacientes deben controlar”, ha explicado.

“El nutricionista realizará una planificación partiendo de los hábitos alimentarios del paciente y buscará que se adapte a sus necesidades: Hay aspectos que van a ser comunes a todos los pacientes renales, como, por ejemplo, ajustar el aporte proteico de origen animal, pero hay otros que se personalizan según el caso, por ejemplo, si un paciente tiene el potasio alto hay que regulárselo, pero si no es así, no es necesario hacerlo. Entendemos que no hay que acometer restricciones antes de tiempo”, ha matizado Romano.

Papel de los nutricionistas

Según esta experta, tanto médicos como enfermería realizan unas recomendaciones iniciales básicas y generales muy importantes, pero es necesaria una personalización de las dietas por parte de los nutricionistas. “El paciente no solamente es un paciente renal, que con esto ya hay mucho que individualizar, sino que, además, tiene otras patologías asociadas y hábitos personales con los que hay que trabajar”, ha argumentado.

En este sentido, la doctora Bayés, basándose en una encuesta realizada en las Unidades ERCA que asistieron a las jornadas, ha puesto de manifiesto que sólo el 27% dispone de un nutricionista, y, en las que lo tienen, está a tiempo parcial. “Queda mucho recorrido y necesidad de priorización en los hospitales para que realmente la nutrición sea un pilar en el cuidado de estos pacientes”, ha señalado.

De las recomendaciones generales al día a día

Por su parte, Fabiola Juárez, dietista-nutricionista e ingeniera agrónoma de la Fundación Alícia, ha apuntado que a las personas con ERCA les dan una serie de indicaciones generales en el hospital, “pero en los talleres de las jornadas de estos días hemos trabajado con médicos y enfermeras para que consigan que las indicaciones a sus pacientes las realicen en un plano más práctico. Por ejemplo, no sólo decirle a un paciente, «tienes que reducir el potasio», sino que sean capaces de explicarle cómo hacerlo en su día a día”.

“Buscamos – ha añadido- que los médicos estén formados en alimentación y cocina, adaptada para el tipo de pacientes con ERCA. Que en determinados momentos puedan dar un consejo de alimentación o unas recetas”.
En relación al miedo inicial que pasan muchos de los pacientes respecto a «no voy a poder comer nada», Juárez lo desmiente: “no van a dejar de comer de todo. De hecho, lo ideal es ir introduciendo la mayor variedad posible de alimentos dentro de sus restricciones. Si tienes las estrategias culinarias adecuadas, tu alimentación no tiene por qué ser aburrida”.

Herramientas útiles

Los asistentes han recibido formación sobre herramientas que pueden resultarles muy útiles en esta labor de asesoría sobre alimentación a los pacientes ERCA, como Pukono y Nefralia.

Son plataformas de ayuda en la alimentación a personas con enfermedad renal, con contenidos adaptados para el paciente, por ejemplo, con recetas de cocina específicas que tienen presente las características de su enfermedad. “Si los médicos las conocen, al no tener demasiado tiempo en la consulta, siempre pueden ofrecer a los pacientes información complementaria sobre alimentación en estas herramientas”, concluye Juárez.

Además, tal y como explica Montse Moharra, directora de Estrategia de la Agència de Qualitat i Avaluació Sanitàries de Catalunya (AQuAS), se presentó la herramienta de Decisiones compartidas en enfermedad renal crónica avanzada que puede ayudar a escoger conjuntamente con el profesional de la salud la modalidad de tratamiento referente al trasplante renal, hemodiálisis, diálisis peritoneal y tratamiento conservador con sus ventajas e inconvenientes.

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