Se trata de un turismo activo que, además de senderismo, contempla numerosas actividades multiaventura como rafting, kayak, barranquismo, escalada, descenso en mountain bike, tirolina, paseos a caballo, etc., que se practican de forma segura, pero que nunca están exentos de pequeños accidentes.
Los Campings de la Sierra de Guara y el Pirineo aragonés se han cardioprotegido para mejorar la seguridad de sus usuarios con desfibriladores de Almas Industries. Se trata de los campings de “Los Vives”, del Valle de Chistau y del Parque Posets Maladeta, “Camping Pineta” y “Camping Valle del Bujaruelo”, en el Parque Nacional de Ordesa y el Monte Perdido, y “El Puente”, en Rodellar.
Los cuatro campings reciben miles de clientes cada verano, especialmente familias amantes de la naturaleza de España y de países como Francia, Alemania, Holanda y Bélgica. Un turismo que ha crecido desde la Covid-19 y, especialmente, en la post pandemia.
Se trata de un turismo activo que, además de senderismo, contempla numerosas actividades multiaventura como rafting, kayak, barranquismo, escalada, descenso en mountain bike, tirolina, paseos a caballo, etc., que se practican de forma segura, pero que nunca están exentos de pequeños accidentes.
A esta actividad se añade la dispersión geográfica y un sistema de comunicación más complejo que puede dificultad las labores de asistencias y rescate. “Por eso hemos dado un paso adelante y hemos equipado nuestras instalaciones con desfibriladores que, en caso de accidente cardiaco nos permiten atender rápidamente a esa persona mientras llegan los servicios de emergencia”, explica el portavoz de Camping Los Vives. Además, cada camping ha formado a su personal en técnicas de SVA y RCP, que permiten atender a la persona accidentada mientras llega el desfibrilador, aumentando sus posibilidades de supervivencia.