La obesidad de los más desfavorecidos:
una aparente paradoja con bases socioeconómicas
- Disponer de menos recursos deriva en la adquisición de productos más baratos y, generalmente, menos sanos, ya sea por compra directa normal u obtenidos por medio de donaciones
- Se está haciendo un esfuerzo significativo para revertir esta tendencia, con iniciativas pioneras, como el servicio de asistencia nutricional iniciado por la Fundació Banc dels Aliments de las Comarques de Lleida
- En Madrid, destaca la experiencia acumulada durante más de una década con el Programa ALAS (Alimentación, Actividad Física y Salud)
Barcelona, 18 de noviembre.- Aunque parezca una paradoja, el sobrepeso y la obesidad son trastornos cada vez más frecuentes entre las personas más desfavorecidas y con bajos recursos. El menor coste de los productos con alta carga energética es uno de los principales factores que impulsan este fenómeno, que constatan a diario las organizaciones (sobre todo ONGs) que se encargan de la recogida, gestión y distribución de alimentos entre esta población. Sin embargo, iniciativas pioneras, como la puesta en marcha por la Fundació Banc dels Aliments de las Comarques de Lleida, tratan de revertir esta tendencia.
En el marco del XVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), que está celebrándose en Barcelona, los responsables del Banco de Alimentos de Lleida exponen su experiencia, con la reciente creación de un servicio de nutrición pionero en España. “Estamos dando cobertura a todas aquellas personas usuarias de la red de entidades distribuidoras del Banco de Alimentos de Lleida que presentan carencias en la gestión de su dieta de forma habitual (como, por ejemplo, personas con sobrepeso u obesidad)”, informa Teresa Farré, directora de esta fundación.
El servicio de asistencia nutricional consta principalmente de dos programas: uno más clínico, orientado al seguimiento individualizado de las personas derivadas por las trabajadoras o educadores sociales, y otro más enfocado al trabajo comunitario (a través de talleres de educación nutricional).
Menos recursos, peor alimentación: + obesidad
Entre otros motivos, este servicio surge tras comprobar que más del 75% de las familias con las que trabaja esta Fundación padecen de inseguridad alimentaria. “Esta es una condición que aumenta el riesgo de desarrollar obesidad, ya que los alimentos que adquieren suelen ser de alta densidad energética, de menor precio, con mayor capacidad para generar saciedad, pero con un perfil nutricional de mayor riesgo cardiometabólico”, explica la máxima responsable de la Fundació Banc dels Aliments de Lleida, quien añade a esto “la falta de adherencia de las familias a la dieta mediterránea y la dificultad para seguir las recomendaciones mínimas de actividad física”.
Actualmente se calcula que un 32,1% de los usuarios del servicio presentan sobrepeso y un 29,6% obesidad. Estas cifras se conocen gracias al trabajo de investigación conjunto con el Proyecto NAME, de la Universitat de Lleida (UdL), que permite evaluar periódicamente el estado de salud y nutrición de las familias usuarias.
La dificultad principal al que se enfrentan estas entidades es que las donaciones que se reciben son de alimentos que están al final de su vida útil o excedentes, siendo muchas veces alimentos no del todo saludables pero a los que pretende dar salida para evitar el desperdicio alimentario. “Hacemos un gran esfuerzo para que la donación de alimentos se haga en función de nuestras necesidades; alimentos como el aceite de oliva, las conservas de pescado, legumbres cocidas, leche y alimentación infantil son los alimentos básicos y los que demandamos a la sociedad para que nos hagan llegar”, detalla Teresa Farré.
Gracias a que el Banco de Alimentos de Lleida gestiona uno de los centros de distribución solidaria de alimentos en la ciudad, han podido innovar también en este sentido. El centro de recogida, llamado El Palet, adopta un formato de autoservicio en el que las personas usuarias tienen un papel activo en la elección de los productos y pueden corresponsabilizarse mucho más de su planificación alimentaria, que, se complementa con los talleres de educación nutricional. Además, el recorrido diseñado para este centro se ha hecho teniendo en cuenta criterios nutricionales y finalidades educativas.
Según describe Teresa Farré, “al inicio del recorrido del autoservicio encontramos los alimentos más básicos y que debemos aumentar en la dieta, como la fruta y la verdura, que además tienen una puntuación menor para favorecer su adquisición; en contraposición, los alimentos al final del recorrido son de consumo ocasional y con una puntuación mayor, para desincentivar su adquisición (galletas, mermelada, productos azucarados...)”. Aparte, a la hora de hacer su compra, cada familia dispone de una cantidad de puntos en función del número de miembros de los que consta, “de esta forma la cantidad de alimentos adquiridos se adecua mucho más a las necesidades que con el antiguo formato de lote de alimentos”, indican desde el Banco de Alimentos de Lleida.
El Palet tiene tres grandes ejes: 1) El espacio, que es un punto de distribución de alimentos accesible, bien comunicado y con una distribución de espacios muy similar a la de un supermercado o comercio de barrio y que incluye criterios nutricionales en la distribución de los alimentos; 2) El servicio de asesoramiento nutricional; 3) El Palet de l’Horta, un comercio abierto a toda la ciudad donde se pueden comprar productos sociales, de proximidad y recuperados del desperdicio.
Proyecto ALAS
También de interés es la experiencia que se está adquiriendo con el Programa ALAS (Alimentación, Actividad Física y Salud), una iniciativa que surge desde el Ayuntamiento de Madrid y que también es protagonista en este Congreso.
El Dr. Dario Ochoa, médico del Centro Municipal de Salud Comunitaria de Puente de Vallecas y miembro del Grupo de Trabajo del Programa ALAS, ha explicado la evolución y los resultados del programa en sus 11 años de funcionamiento, poniendo en valor el papel de Madrid Salud en la prevención y promoción de la salud en la capital española.
“Los 3 pilares fundamentales del programa son: 1) intervención en población general; 2) intervención en personas con obesidad y alto riesgo de diabetes; 3) y alianzas con otras organizaciones”, según señala el Dr. Ochoa, quien hace especial énfasis en los resultados de efectividad de la intervención en obesidad u alto riesgo de diabetes. Igualmente, se ha presentado un reciente proyecto de obesidad infantil.
Atendiendo a la experiencia recogida, el experto del Programa ALAS evidencia que “a mayor nivel socioeconómico, mejores hábitos y menor obesidad, y eso es algo que constatamos en el trabajo diario que llevamos a cabo con población desfavorecida”.
Para más información/confirmación/gestión entrevistas:
Paco Romero. Telf. 639.64.55.70; Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
