Entre ellos, parece oportuno destacar el trabajo de Antonio Pujol de Castro que pregunta sí es posible “una formación médica libre de los humos de industria”. Pujol tiene ya un currículo prometedor: Médico Interno Residente de Medicina Preventiva y Salud Pública en el Hospital Clínico San Carlos (Madrid). Presidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) en 2019-2020 y secretario general en 2017-2019. Graduado en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid. Secretario de la Asociación de Residentes de Medicina Preventiva y Salud Pública (ARES MPSP) desde 2022 y vocal de la Asociación por el Acceso Justo al Medicamento (AAJM) desde 2020 hasta la actualidad. En este artículo aborda la necesidad de desligar los intereses comerciales de la industria, por otra parte legítimos cuando no son abusivos, de la formación continuada de los médicos, hasta ahora sometida a un patrocinio interesado. En los prolegómenos de esta situación, Luis Montiel, catedrático de Historia de la Ciencia, nos describe como, salvo es escasas excepciones, los estudiantes de Medicina salen de la facultad con un nulo o al menos un conocimiento muy superficial del problema del acceso justo a los medicamentos.
El editorial, de Juan José Rodríguez Sendín, ex presidente de la Organización Médica Colegial, cuestiona, desde la óptica de la ética médica, la iniciativa de algunas comunidades autónomas de compartir la historia clínica pública con entidades privadas. En el mismo ámbito de análisis, Javier Sánchez Caro, presiente del Comité de Bioética de Castilla La Mancha, reflexiona sobre el principio ético de justicia en el Sistema Nacional de Salud y los medicamentos de terapias avanzadas (MTA) que están surgiendo con precios desorbitados. Para rebajar un poco tanta tensión, utilizando la vía del entretenimiento didáctico, José Manuel Estrada y Serapio Severiano nos ofrecen un repaso sobre las producciones cinematográfica que se han ocupado de la industria farmacéutica. El papel asignado ha sido el de “malos de la película”.