Los periodistas sanitarios de medios de comunicación reconocen mala retribución y falta de desarrollo profesional
- Los datos del Cuarto Barómetro de Periodismo Sanitario de ANIS conceden un suspenso a consejerías y Ministerio de Sanidad en Transparencia
- El 50,6% señala que el incremento del trabajo desde la pandemia no ha ido acompañado de mejora de las condiciones laborales
- El 14,6% de los periodistas sanitarios han sufrido una reducción de su retribución y el 15,7% han perdido su trabajo, datos muy superiores a la última edición del Barómetro
Madrid, 23 de febrero, de 2024.- El 8,7% de los periodistas sanitarios cobra menos de 1.000 euros y el 14,7% dejaría la especialización, a pesar de considerar mayoritariamente que esta sigue siendo “una necesidad vigente hoy en día”. El descontento acerca de la retribución y las posibilidades de desarrollo profesional lleva a cerca del 30% a desear un cambio de trabajo, aunque obtiene las puntuaciones más alarmantes en el grupo de los periodistas especializados en salud que trabajan en medios de comunicación, que otorgan una nota de 5,9 y 6,5 a estas dimensiones, respectivamente.
Estos datos forman parte del Cuarto Barómetro de Periodismo Sanitario, que traza una radiografía de la situación de la comunicación sanitaria en España desde la óptica de sus profesionales, y ha sido presentado por la presidenta de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS); Graziella Almendral, y el director del Grupo Análisis e Investigación, responsable del Monitor de Reputación Sanitario (MRS), José María San Segundo, las dos entidades que colaboran en la confección del Barómetro, que ha concitado en su cuarta edición la participación de un total de 118 profesionales asociados a ANIS que desempeñan su labor en medios de comunicación y agencias de prensa (19,7%), gabinetes de prensa de instituciones o centros sanitarios públicos (17,9%), agencias de comunicación (17,1%), gabinetes de comunicación o marketing de farmacéuticas o fabricantes (15,4), entre otros ámbitos.
Llama la atención, que el 23,3% de los profesionales que participan en el estudio son autónomos o freelance, una tipología de trabajo que ha aumentado respecto al anterior Barómetro casi dos puntos porcentuales, y también que el porcentaje de profesionales especializados que trabajan de manera estable en medios de comunicación ha descendido del 24,3 en 2022 al 19,7% en esta última edición del estudio, correspondiente con el año 2023.
Desde el punto de vista de Almendral, los datos del Barómetro señalan que parte de la insatisfacción con sus empleos de los periodistas especializados en salud se sustenta en que “la exigencia de la especialización ha ido en aumento, así como la carga de trabajo, que es grandísima, pero la mejora de las condiciones laborales no ha ido al mismo ritmo”. En este mismo sentido, San Segundo ha recalcado que, según los datos del informe, como conclusión general puede aseverarse que la del periodista sanitario es “una profesión considerada pero poco reconocida y mal retribuida”.
Así, a pesar de los recientes problemas sanitarios, sólo el 50,7% de los encuestados considera que la especialización en salud se ha potenciado en los últimos años; el 50,6 señala que el incremento de trabajo a partir de la pandemia mundial por COVID-19 no ha ido acompañado de una mejora de las condiciones, al contrario: el 14,6% incluso reporta una reducción de la retribución (el doble que en la anterior edición del Barómetro) y el 15,7% ha sufrido la pérdida de su trabajo (11 puntos por encima del dato del informe anterior).
Tal y como ha explicado San Segundo, en este apartado, además, se detecta que la perspectiva general respecto a condiciones laborales empieza a ser claramente negativa entre los periodistas sanitarios y peor que en la anterior edición del Barómetro en todos los indicadores (carga de trabajo, retribución, condiciones, jornada).
NOTA A LOS GABINETES DE COMUNICACIÓN
Además, los periodistas especializados en salud participantes en el estudio fueron invitados a evaluar la comunicación de instituciones y empresas del sector. En este sentido, los hospitales y clínicas alcanzan las mejores valoraciones, tanto en calidad de la información sanitaria, con 76,7 puntos sobre 100, como en la transparencia (62,1) y disponibilidad para los medios (67,8).
En este sentido, llama la atención que la Comunicación tanto del Ministerio como de las consejerías de Sanidad suspenden o superan por poco el aprobado en todas las dimensiones analizadas. Así, las consejerías de Sanidad suspenden en calidad de la información sanitaria (35 puntos de 100) y transparencia (48 puntos), superan por poco el aprobado en cuanto a eficacia de sus gabinetes de prensa (53,3) y son las que peor nota sacan en cuanto a la disponibilidad de sus representantes para los medios, con 53,7 puntos de 100 posibles.
El Ministerio de Sanidad sale mejor parado que las consejerías de la puntuación que hacen los periodistas especializados de su trabajo de Comunicación. Aunque suspende en transparencia, con 49,9 puntos sobre 100, alcanza el aprobado raspado en cuanto a calidad de la información sanitaria suministrada y sólo alcanza los 53,3 puntos en lo que respecta a la eficacia de su gabinete y los 54,6 puntos en términos de disponibilidad de sus representantes para los medios.
Por el contrario, la comunicación desarrollada por hospitales y clínicas es mejor valorada por parte de los periodistas especializados, que conceden un 76,7 (sobre 100) en el apartado de calidad de la información sanitaria, un 67,8 en disponibilidad para los medios, un 62,1 en transparencia y un 56,7 en eficacia.
Por lo que respecta a los gabinetes de las empresas farmacéuticas, suspenden en transparencia, con 44,9 puntos, y calidad de la información (44,9) y aprueban en disponibilidad para los medios (59,4) y eficacia de sus gabinetes (60 puntos sobre 100).
EJERCICIO PROFESIONAL
Los periodistas especializados en el estudio fueron también preguntados acerca de otras cuestiones como el rigor informativo que observan en los medios de comunicación, por tipologías. Así, al igual que ha sucedido en anteriores ediciones del barómetro, la referencia en rigor informativo sigue siendo la prensa especializada con un 8,47 sobre 10, seguida de los medios nacionales (7,16), las emisoras de radio (6,96), los medios 100% digitales (5,91) y las cadenas de TV (5,84), en unas valoraciones que, en todos los casos, han mejorado respecto a la anterior edición del estudio.
En otro orden de cosas, la valoración que los periodistas especializados realizan de los diferentes aspectos del ejercicio profesional ha ido al alza y consigue en todas esas dimensiones un aprobado. Valoradas de 0 a 10, las puntuaciones más altas las obtienen las categorías relativas a la ‘consideración de mi criterio por parte de los responsables’ (7,73), la ‘relación con los jefes’ (7,66), la ‘carga de trabajo’ (7,57) y la ‘autonomía’ (7,44).
También son bien valoradas la ‘libertad de expresión’ (7,26), el ‘desarrollo profesional’ (7,0) y la ‘elección de temas propios’ (6,96) e incluso aspectos como el ‘reconocimiento profesional’ (6,48) y la ‘retribución’ (6,27) sobrepasan el aprobado. Preguntados directamente acerca de los puntos que a su juicio hay que reforzar para mejorar la profesión, los periodistas sanitarios, señalan en un 34,5% a la retribución, en un 22,4% a la formación y especialización y en un 15,5% al reconocimiento profesional, como cuestiones destacadas.
Por áreas de desempeño dentro de la profesión periodísticas, quienes se sienten peor retribuidos son los profesionales de los medios de comunicación y agencias de prensa, que conceden a este aspecto una nota de 5,9 y la elevan sólo hasta el 6,1 cuando son preguntados por el reconocimiento profesional hacia su trabajo y al 6,5 en cuanto a las posibilidades de desarrollo profesional.
Los profesionales de las agencias de comunicación achacan una menor libertad a la hora de escoger temas propios (6,5) y un reconocimiento profesional más limitado (5,9), mientras que los periodistas que trabajan en los gabinetes de instituciones o centros públicos son los que más bajo puntúan al ser preguntados por su libertad de expresión (6,9).
BARÓMETRO DE PERIODISMO SANITARIO
Gracias a la participación de los encuestados en el Barómetro, se extrae la conclusión de que el prototipo de profesional de la información sanitaria es una persona que lleva 20,3 años trabajando en periodismo y 16,1 en el ámbito de la información sanitaria. Un profesional con contrato indefinido que trabaja a tiempo completo y con una retribución media neta de 2.131 euros mensuales.
En comparación con los datos obtenidos en la anterior edición del Barómetro de Periodismo Sanitario, llama la atención la disminución del trabajo temporal, de un 10,7% en 2022 hasta un 2,6% en 2023, y también la reducción del sueldo medio, de los 2.215 a los 2.131 euros.
Además, el estudio indica que ha descendido el número de profesionales cuya retribución es de menos de 1.000 euros, aunque aún alcanza el 7%, y también ha disminuido el grupo de los que cobran más de 3.000 (10,5%). Ha aumentado, sin embargo, el porcentaje de quienes cobran entre 2.500 y 3.000 euros, pasando del 11,6% en 2022 al 21,1% en 2023.
Por lo que respecta a la modalidad en la que desempeñan su labor, el 50% de los encuestados hace trabajo híbrido, combinando el presencial y el remoto, y señala que, aunque el 80,3% considera que ahora se hace cargo de un volumen mayor de trabajo que no se le compensa, optaría por mantener su actual forma de trabajo en el 54,9% de los casos.
MESA DE DEBATE
A la presentación del Barómetro de Periodismo Sanitario le siguió una mesa redonda de profesionales especializadas que desempeñan su trabajo en diferentes ámbitos de la comunicación sanitaria y que analizaron los resultados del estudio, concretamente, Susana Fernández Olleros, especialista en comunicación sanitaria institucional; Coral Larrosa, periodista de Informativos Telecinco; Verónica Fuentes, responsable de la Sección de Salud de la Agencia SINC, y Nuria Sastre, directora de Comunicación, Digitalización y Formación en la Asociación para el Autocuidado de la Salud (ANEFP), moderadas por la presidenta de ANIS, Graziella Almendral.
Todas ellas defendieron la importancia de la información especializada en salud y los profesionales que desempeñan esta labor, así como la necesidad de disponer de estabilidad y posibilidades de desarrollo profesional que permitan que no se pierdan vocaciones. En este sentido, tal y como señaló Coral Larrosa, en medios de comunicación, cada vez los periodistas especializados en salud son menos “porque hay una migración a los gabinetes de comunicación en busca de mejores condiciones laborales”.
Por su parte, Nuria Sastre llamó la atención acerca del dato de profesionales del periodismo sanitario que cobran por debajo de los 1.000 euros (7%). “Te quieres quedar en el periodismo sanitario, pero claro ¿cuántos se van por las circunstancias económicas?”, cuestionó.
Almendral indicó que el grupo de compañeros autónomos, que trabajan como freelance, se ven en la tesitura de asumir una ingente carga de trabajo para poder salir adelante, “tienen que estar buscándose la vida constantemente y hacer en un mismo día, a lo mejor, dos, tres y cuatro informaciones para poder llegar a final de mes”, lo que redunda en una disminución tanto de su calidad de vida como del tiempo necesario para reposar la información y profundizar en ella de cara a servírsela en las mejores condiciones a la sociedad.
Una realidad que se hace especialmente complicada de tolerar por los profesionales de la comunicación sanitaria, sabedores de la importancia y delicadeza de la materia prima con la que trabajan, que conlleva una enorme responsabilidad, tal y como subrayaron las ponentes. Sin embargo, “a pesar de que la media de especialización es de 16 años parece que nunca es suficiente para el periodista de salud, habida cuenta de las condiciones laborales y la retribución”, lamentó Susana Fernández Olleros.
Para Verónica Fuentes, “el periodismo sanitario es algo que se realiza con devoción, porque engancha” y por parte de los ciudadanos, igualmente, “la salud es lo que más les interesa, es de lo que más quieren saber, según las encuestas. Que algo que es tan importante año a año esté después tan poco valorado resulta una incongruencia”.
“La información en salud es una información importante, porque genera conocimiento y educa también a la población”, terció Larrosa. Para quien esta labor es relevante en todas las áreas o posiciones en las que puede desempeñarse el periodista sanitario, sea en medios de comunicación, agencias o gabinetes de entidades públicas y privadas.
“La gran suerte es que hay compañeros y compañeras que están en los gabinetes de comunicación, o sea, el gran paso adelante que ha habido desde hace unos años es que haya periodistas, por ejemplo, en los hospitales que son los que te hacen de punta de lanza para cualquier cosa. Si no fuera por ellos y por ellas os aseguro que no podríamos hacer prácticamente nada, porque a veces las cosas salen porque ellos se empeñan”, añadió, señalando que “si tuviéramos que depender de los políticos exclusivamente andaríamos absolutamente vamos fuera de cobertura”.
En este sentido, Fernández Olleros también rompió una lanza para los comunicadores que trabajan, más allá de los hospitales, en instituciones públicas como el Ministerio y las consejerías. “Estamos muy mal vistos y trabajamos muchas, muchas horas y luchamos muchísimo por proporcionar información con rigor”, aseguró, entendiendo que los datos del Barómetro de 2023, que no dan buena nota a la transparencia y calidad de la información que proporcionan las consejerías y el Ministerio de Sanidad, pueden deberse al proceso electoral y la activación de nuevos equipos. “Esa composición lleva un rodaje y lleva un tiempo”, remarcó.
En este ámbito, todas las ponentes reconocieron la labor de los profesionales de la información sanitaria en cualquiera de sus posiciones, aunque destacaron que el resultado de su trabajo es más positivo de cara a los compañeros que trabajan en los medios de comunicación cuanta más autonomía y libertad de movimiento disfrutan en su trabajo y cuanta más posibilidad tienen de proporcionar acceso directo a las fuentes especializadas, caso de los comunicadores de hospitales.
Además, todas ellas observaron una evolución en positivo en los últimos años, por un lado, por la presencia de periodistas especializados en las entidades del sector salud y, por otro lado, por la existencia de una mayor concienciación de la necesidad de informar “en las crisis se ha ido mejorando, hace unos años trabajar en esto era bastante complicado y ahora parece que se ha entendido que el periodista necesita esa información y que es él quien la va a entregar a la sociedad, el problema viene más con los tiempos, porque no es lo mismo la rapidez con la que necesita la información un periodista de medios que el reposo para elaborarla que necesita el de un gabinete”.
*El Cuarto Barómetro de Periodismo Sanitario puede consultarse en este enlace.
*También puedes ver la presentación del estudio en este vídeo.