27 de septiembre de 2021.- Prescripción y seguimiento médico son los pilares básicos ante una potencial regulación del cannabis medicinal en España. Así lo han afirmado los expertos reunidos hoy en el taller de periodistas “Cannabis medicinal. Evidencia científica, regulación y contexto europeo”, organizado por la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS).
El Congreso de los Diputados aprobó recientemente la creación de una subcomisión, dentro de la Comisión de Sanidad, que analizará las experiencias europeas en la regulación del cannabis medicinal. Esta tendrá por objetivo la elaboración y aprobación de un informe para su remisión al Gobierno, tras 6 meses de trabajo.
A la espera de que esta subcomisión inicie su funcionamiento, expertos de la industria, sociedades científicas y de la Administración sanitaria de Portugal —uno de los últimos países que ha legislado sobre esta materia— se han dado cita en este foro para clarificar conceptos y resolver dudas sobre lo que significa el uso médico del cannabis y cuál es la situación normativa en Europa.
En este sentido, España y Bélgica son los únicos países de Europa occidental que no han iniciado ningún proceso regulatorio sobre el uso de estos productos. Otros países como Portugal, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Polonia o Grecia han implementado diferentes modelos basados en formulaciones finales o preparaciones magistrales con cantidades estandarizadas de cannabinoides, procesos certificados de buenas prácticas de fabricación (GMP) y garantías de trazabilidad.
La normativa portuguesa ha limitado la prescripción de estos productos para el tratamiento coadyuvante en áreas como el dolor crónico (cáncer y dolor neuropático), la epilepsia, así como las náuseas y vómitos inducidos por quimioterapia. INFARMED (Autoridad Nacional de Medicamentos y Productos Sanitarios de Portugal), destacó la importancia de definir una serie de elementos básicos que garanticen la calidad y la seguridad de los productos.
"INFARMED ha llevado a cabo una estricta evaluación de los productos que han sido aprobados, a través de una lista limitada de indicaciones definidas por la Agencia, de acuerdo con las investigaciones y los trabajos científicos más recientes".
Un aliado más en Medicina
Existen diversas áreas de la medicina donde el cannabis medicinal está siendo estudiado como potencial aliado para el tratamiento de determinadas enfermedades como el cáncer, VIH, dolor crónico, epilepsia o glaucoma, entre otras.
Para el Dr. Juan Pablo Leiva, presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) se "deberían clarificar conceptos básicos, entendidos dentro de un contexto, para identificar cuáles son las cuestiones prioritarias que deberían abordarse en la investigación sobre el cannabis medicinal. En este sentido, el abordaje de su regulación debe ser multidisciplinar, para poder entender las múltiples aristas de esta cuestión. Necesitamos un enfoque que dé valor a la salud y a su promoción, y que no esté centrada en la patología y la ausencia de tratamientos exclusivamente".
Por su parte, Dr. Jesús de Santiago, coordinador del Grupo de Interés en Cannabinoides de la Sociedad Española del Dolor (SED), señala que actualmente, la cantidad y la calidad de la evidencia médica “aún es baja para poder recomendar su utilización convencional en el tratamiento del dolor neuropático crónico o el dolor oncológico. Ésta, sólo debe ser considerada como parte de un tratamiento y seguimiento multidisciplinario, dentro del marco europeo que marca la Federación Europea del Dolor (EFIC) y preferiblemente como medicamento coadyuvante si los tratamientos recomendados dentro de las guías en primera y segunda línea no han proporcionado suficiente eficacia o tolerabilidad”.
Necesidad de diferenciación
Uno de los principales aspectos en los que se ha hecho hincapié durante la sesión es en la clara diferenciación que debe existir entre los distintos productos cannábicos. José Tempero, director Médico de Tilray, afirma que la abundancia de productos derivados del cannabis “puede inducir a error a los pacientes y a los profesionales sanitarios sobre las implicaciones que pueden tener estos”.
En este sentido, Tempero destaca la importancia de dejar claro qué significa el uso médico del cannabis y los cannabinoides en Europa. “Son productos a base de cannabis de grado farmacéutico, bajo supervisión médica continua, que son prescritos —de forma adyuvante— en función de un diagnóstico previamente establecido. Estos se ofrecen como una solución adicional, que busca mejorar la calidad de vida de unos pacientes que se encuentran en situaciones difíciles, al sufrir enfermedades muy debilitantes cuyos tratamientos actuales no les permiten controlar sus síntomas”, concluye.