- Lo otorga el Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU) y está considerado como el mayor reconocimiento que pueden obtener estas unidades por su labor en la atención de estos pacientes.
- Esta Unidad de Atención Integral a pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal de la Gerencia de Alcázar de San Juan atienda anualmente a 600 pacientes.
La Unidad de Atención Integral a pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) de la Gerencia de Atención Integrada de Alcázar de San Juan, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha renovado la certificación de calidad que concede el Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU), una asociación estatal sin ánimo de lucro dedicada a la investigación para la mejora del diagnóstico y tratamiento de estas patologías.
Se trata de un reconocimiento a la experiencia de esta Unidad que sitúa al Hospital Mancha Centro como centro sanitario de referencia y reconoce la calidad asistencial e investigadora desarrollada por sus profesionales. El Programa de Certificación de las Unidades de Atención Integral a pacientes con EII (CUE) es un proyecto desarrollado e impulsado por GETECCU, auditado por Bureau Veritas, como tercera parte independiente, y que cuenta con el apoyo de la biofarmacéutica AbbVie.
La Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal de la Gerencia de Alcázar de San Juan se convirtió hace tres años en la primera unidad de estas características en Castilla-La Mancha que obtuvo el certificado de calidad de este prestigioso grupo español.
Este Programa de Certificación es un proyecto desarrollado e impulsado por GETECCU que tiene como objetivo reconocer a aquellas Unidades de EII del país que aseguren la mejor prestación asistencial a pacientes con esta enfermedad. Está considerado el mayor reconocimiento para estas Unidades a su labor en la atención de la EII en España, situándolas como referente a nivel regional y nacional.
Como explica la presidenta de GETECCU, la Dra. Ana Gutiérrez Casbas, “en GETECCU, tenemos un fuerte compromiso con mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por la EII y para logarlo la clave está en garantizar la excelencia asistencial. A través de este programa de certificaciones analizamos, de forma objetiva y sistematizada, la calidad de la asistencia prestada, identificando áreas de mejora. De esta forma, nos aseguramos de que la atención que reciben los pacientes sea sinónimo de homogeneidad y excelencia”.
Para el jefe de la Sección de Aparato Digestivo de la Gerencia de Alcázar de San Juan, el doctor Pedro González Carro, haber renovado esta acreditación supone “un refrendo a nuestro Servicio que fue el primero en Castilla-La Mancha en tener esta acreditación y un refuerzo a la forma de atender a estos pacientes tan complejos, con manifestaciones que, en ocasiones, trascienden a su afectación puramente gastrointestinal y que nos obliga a un ejercicio constante de actualización y puesta al día de esta patología”.
El objetivo de la Unidad, que atiende anualmente a unos 600 pacientes, es, según el doctor González Carro, “continuar con nuestra atención diaria basada en la atención íntegra a los pacientes y con la actualización terapéutica para mantenernos a la vanguardia de los nuevos fármacos disponibles y poder ofrecer las mejores soluciones disponibles en esta patología”.
Por otra parte, la atención de estas enfermedades requiere un manejo coordinado por varias especialidades y en el caso de la Gerencia de Alcázar de San Juan, además de Aparato Digestivo, están incluidas: Enfermería, Cirugía General, Radiología y Farmacia Hospitalaria.
Sobre la EII
La EII se define como un grupo de trastornos inflamatorios que engloba dos entidades fundamentales: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Se trata de una patología de causa desconocida pero mediada inmunológicamente, y cuyos síntomas son muy variados y suelen incluir la diarrea o el dolor abdominal, llegando en ocasiones a requerir cirugía o ser incapacitantes para los pacientes.
El debut de la enfermedad suele ser en edades jóvenes y durante su desarrollo se pueden presentar complicaciones, tanto intestinales (oclusión intestinal, deficiencias nutricionales y sus consecuencias, etc.), como extraintestinales (dermatológicas, reumatológicas, oculares y hepatobiliares, entre otras).
La aparición de los síntomas de la enfermedad es impredecible, con periodos de ausencia de síntomas y brotes y, en muchos casos, llegan a requerir hospitalizaciones e intervenciones quirúrgicas. La cronicidad, variabilidad e imprevisibilidad de la enfermedad, los controles periódicos, un tratamiento farmacológico continuado y la posible necesidad de exploraciones endoscópicas o intervenciones quirúrgicas, tienen una gran repercusión en la vida familiar, laboral y social del paciente, y condicionan considerablemente su percepción de salud y su calidad de vida.