Madrid, 12 de diciembre de 2023.- Botado en 1990, el Buque de Investigación Oceanográfica Hespérides realiza cada año una campaña en la Antártida de entre cinco y seis meses y navega unos 200 días de media cada año con 58 tripulantes, a los que se añade una treintena de científicos. Desde 2014, el Hespérides cuenta con una unidad de Telemedicina Diagnóstica de Comitas e-Health operada a bordo por un médico de medicina general y una enfermera a los que dan soporte las 24 horas del día un equipo de especialistas situados en el Hospital Militar Gómez Ulla de Madrid.
El sistema de Telemedicina cuenta con herramientas diagnóstico como ecógrafo, monitores de constantes vitales, cámara de auscultación, etc., que permiten la atención médica en el buque y, en caso necesario, el soporte remoto de diferentes médicos especialistas.
El Hespérides dispone de potente sistema de comunicaciones vía satélite que ofrece un gran ancho de banda de conexión a la red, incluso en las situaciones más difíciles, y que facilita a tripulación y científicos un contacto regular con familiares y colegas, acceso a información y a plataformas de ocio.
“El equipo de telemedicina nos permite dar respuesta in situ a determinados problemas de salud y, sobre todo, realizar un triaje que nos permite determinar si el equipo embarcado es suficiente, si necesitamos la opinión de un especialista o si hay que evacuar a la persona a tierra”, explica Marta Holguín, enfermera del Hepérides.
“Además -señala- nos da la tranquilidad y la paz de contar con una conexión directa con médicos especialistas en la atención del personal de a bordo en situaciones médicas delicadas”.
El equipo médico del Hespérides atiende consultas generales y problemas médicos comunes, como gripes, lesiones musculares y otros trastornos de salud. “En situaciones más graves, como fracturas o problemas médicos que requieren atención inmediata, la telemedicina nos permite evaluar la necesidad de evacuar al paciente y coordinar su traslado si es necesario, en caso de roturas de huesos, quemaduras y otro tipo de accidentes. También se emplea para tratar problemas de ansiedad y estrés entre la tripulación y equipo de científicos de la mano de psiquiatras del Gómez Ulla”.
Marta Holguín comenta que la telemedicina a bordo del buque no solo sirve como una herramienta diagnóstica y de consulta con especialistas, sino también como un sistema integral de apoyo para la salud y el bienestar de la tripulación. “No evita la necesidad de evacuaciones en casos graves, pero puede ser crucial para la evaluación inicial y la coordinación de la atención. Además, brinda un sentimiento de compañía y apoyo emocional para el personal que puede encontrarse en situaciones médicas complicadas”.
Un ejemplo de esta funcionalidad es el caso de una mujer miembro de un equipo de científicos a la que le apareció un ganglio en la axila. “Tenía antecedentes de cáncer de mama y estaba realmente preocupada. Conectamos con el Gómez Ulla y, con la guía del especialista, la realizamos una ecografía de mama. El diagnostico fue negativo y se quedó totalmente tranquila”.
Según Marta, el Hespérides es el único buque de los que transitan por la Antártida que tiene equipo de telemedicina “y más de una vez hemos atendido a personas de otros barcos que tenían algún problema”.